Sólo resta la firma del presidente José Mujica para que la creadora teatral María Pollak sea quien ocupe la vacante en el directorio del Sodre que se generó tras la renuncia de su vicepresidente Jorge Bruni en junio de este año. El jerarca presentó su dimisión por discrepancias en la “metodología” con la que comenzaba a “procesarse la discusión acerca de la transformación institucional” del organismo. Ese mes, Bruni explicó a la diaria que se lo había dejado afuera de una reunión entre el directorio del Sodre, la secretaría de Presidencia y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), en la que se iba a discutir la reestructura de la institución. Ahora, el ex vicepresidente del Sodre y ex ministro del Interior se desempeña como coordinador del equipo de representación de los jubilados en el directorio del BPS.

Pollak, cuyo nombre surgió como alternativa en el propio directorio, nació en 1956 y trabajó con Mauricio Rosencoff -y el actual director del Sodre, Fernando Butazzoni- en la Dirección General de Cultura de la Intendencia de Montevideo. También integró una delegación oficial de Uruguay que visitó Panamá y Cuba durante mayo de este año, encabezada por el titular del MEC, Ricardo Ehrlich.

Del directorio inicial, que asumió en la actual administración, sólo queda Butazzoni. Apenas comenzó el gobierno, asumió junto a éste y a Bruni el cantante lírico Ariel Cazes, quien a la vez se desempeñaba como director artístico del organismo, pero luego el cargo pasó a ser tenido en cuenta entre una lista de cupos que el gobierno terminó negociando con la oposición en el comienzo del actual mandato. Según había comentado en aquella ocasión la subsecretaria de Educación y Cultura, María Simón, a principios de esta gestión su cartera había sido consultada sobre la posibilidad de ceder un lugar a la oposición en el Sodre, pero desde el Ministerio se les comunicó que las autoridades ya estaban nombradas. El senador Enrique Rubio, quien había formado parte de las negociaciones, admitió en junio del año pasado que hubo “desinteligencia dentro del gobierno”, ya que “mientras el MEC supuso que el Sodre no estaba incluido, la comisión negociadora lo tenía en cuenta”.