La lista 58 fue desde 2002 la expresión electoral única y mayoritaria del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), que reúne más de 20.000 afiliados. Actualmente, esta lista tiene 28 representantes de un total de 31 integrantes en el Consejo Directivo y 14 de los 15 del Comité Ejecutivo. Del 6 al 8 de setiembre se realizarán las elecciones en las cuales se votará la nueva integración de estos dos organismos nacionales, de las direcciones departamentales y también de los delegados de los sectores peaje, cerámica, hormigón e industria extractiva.

Otras

Además de las listas encabezadas por Porley y Andrade habrá otras dos expresiones. Una de ellas, que hoy tiene representantes en los órganos directivos, es la 724, encabezada por José Luis Ghiones, quien integra la Secretaría de Asuntos Sociales (SAS) del Partido Nacional. Ghiones aclaró que su lista no está vinulada a la SAS y que su militancia en el Sunca tiene 20 años. "Nuestra propuesta se basa en los planteos históricos del sindicato: independencia, participación y transparencia es nuestro lema. Porque cuando se pierde la independencia pasa lo que pasó ahora", dijo, en referencia a la fractura.

Por primera vez, habrá dos expresiones diferentes. El presidente del Sunca, Pedro Porley, encabezará la lista 58-4 Agustín Pedroza por la corriente sindical Manuel Barrios, mientras que el secretario general Óscar Andrade compite con la lista 658 bajo el lema “Sunca nos une”. La fractura en el sindicato se produjo luego de que se celebrara a fines de julio el 14º congreso en el que más de 1.000 delegados votaron por unanimidad la plataforma y el plan organizativo.

“No fue posible mantener el proceso unitario de cara a la elección. A nuestro entender no había razones para no mantenerlo y se cortó esa posibilidad por una lucha interna por los cargos”, valoró Porley. Según explicó, la “única condición” que puso su corriente en primera instancia es que los órganos del sindicato se integraran “en forma equilibrada” y “eso no se aceptó”.

“Ellos recordaban que tenían mayoría, por lo que admitimos una distribución de 16 y 15 para el consejo y de ocho a siete para el comité ejecutivo, asumiendo la minoría y el riesgo de perder más cargos en la elección. Pero tampoco fue suficiente, pese a nuestro interés supremo por la unidad, lamentablemente. Ellos comparecieron con lista propia, no es lo mejor. Nosotros asumimos una actitud de grandeza para mantener el proceso unitario”, indicó Porley.

Andrade, por su parte, coincidió en que “ésta no es la campaña que queríamos” pero aseguró que el hecho de no armar una única lista no significa la ruptura definitiva de la unidad. “Buscamos posibilidades de acuerdo, pero la corriente sindical había venido atravesando dificultades muy importantes. Estuvimos cerca de seis meses sin reunirnos, algunas veces por diferencias tácticas y otras no tanto”, señaló Andrade.

El dirigente puso como ejemplo que la corriente liderada por Porley no acompañó el impulso y la promoción de la vivienda sindical, ni la creación de un organismo intermedio para llegar al interior del país, ni tampoco la campaña rosada. “Hubo gente que no sólo no hizo campaña para anular la Ley de Caducidad sino que ni siquiera firmó la papeleta”, dijo. Andrade aclaró que mientras duraron los consejos de salarios el sindicato resolvió, pese a estas diferencias, “cerrar filas” para no debilitarse frente a esta instancia de negociación.

Para Porley “evidentemente” no existen razones de fondo. “Tengo que pensar que hay alguna razón que trasciende la realidad política del sindicato”, apuntó al ser consultado acerca de si esta fractura tiene vinculación con las diferencias que existen dentro del Frente Amplio (FA). “Esto no se vincula a las diferencias dentro del FA”, aseguró Andrade. Y añadió: “Algunos apoyaron a [José] Mujica y otros a [Danilo] Astori, pero eso no tiene que ver. Tratar de decir [como se dice] que esto es una puja entre comunistas y ex comunistas es reducir el debate a la más mínima expresión. Como dice nuestro lema, 'El sunca nos une'”.