Ayer el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, advirtió que si los programas sociales implementados por el gobierno “no están bien focalizados” podrían convertirse en una “limitante para el ingreso al mercado de trabajo”. También sostuvo que ha conversado con el titular de Desarrollo Social, Daniel Olesker, sobre la necesidad de avanzar hacia “una nueva focalización” que permita “hacer descender los niveles de pobreza e indigencia y, al mismo tiempo, promover el ingreso al mercado de trabajo”. “Hubo claramente algún problema de focalización en su momento”, reconoció el jerarca.
El ministro fue el último orador en la presentación de los acuerdos, avances y conclusiones del cuarto eje temático del Diálogo Nacional por el Empleo, denominado “Políticas de empleo para las diferentes fases del ciclo económico”, y realizado en la Rural del Prado.
Contracara
Brenta se refirió al conflicto que mantiene el gobierno con la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay. Según dijo, el Poder Ejecutivo está pensando propuestas para destrabar el conflicto, pero advirtió que todavía no se harán públicas. No obstante, se refirió a la situación y dijo que el gobierno pretende “eliminar aquellos mecanismos de ascenso permanente que se producen por antigüedad”. "Esto es un mecanismo que no premia al trabajador que más se capacita y se esfuerza”, dijo el jerarca en referencia a la escala GEPU. Adelantó que la “clave” estaría en “encontrar un equilibrio entre ir reduciendo este proceso e ir incorporando elementos vinculados al salario variable asociados a la evolución y al crecimiento de la actividad de los bancos estatales, buscando fórmulas que no perjudiquen a los que están a punto de retirarse”.
En su discurso también hizo referencia a la necesidad de acompasar las políticas sociales a la nueva realidad del país para evitar que "constituyan un impedimento para el acceso al empleo”, algo que entendió que “puede llegar a ocurrir si efectivamente no tenemos una adecuación permanente de las políticas sociales a la realidad del país cambiante”. “De la misma manera que necesitamos una evaluación permanente en las políticas de empleo, tenemos que tener una evaluación permanente de los programas sociales para hacerlos compatibles con la realidad”, sostuvo el ministro. Luego, en declaraciones a la prensa, detalló que el Mides está evaluando "buena parte de sus programas para ponerlos a tono con una realidad que ha venido cambiando”.
Hay acuerdo
Durante la presentación se expusieron los acuerdos alcanzados en este cuarto eje, entre los que se incluían acuerdos en fases expansivas de la economía y en períodos recesivos. Entre los entendimientos alcanzados, se destacó la necesidad de realizar la “evaluación de las políticas como práctica sistemática, procurar un manejo contracíclico de la política fiscal y generar programas de capacitación que contemplen oficios y competencias generales para el trabajo”.
En fases de crecimiento se acordó, entre otras cosas, promover políticas de formalización del trabajo y del incremento de su oferta, mientras que en recesión se intentó procurar que no se realicen recortes de inversión, priorizar proyectos de mayor retorno social, “definir alternativas en materia de programas de redistribución del tiempo de trabajo en acuerdo entre trabajadores y empresas”, y “evaluar y rediseñar la utilización del mecanismo del seguro de paro parcial”.
El coordinador del PIT-CNT Juan Castillo destacó que los acuerdos remarcan la vigencia del ámbito tripartito que, según dijo, permiten recuperar “algo que venía herido desde hacía mucho tiempo”: la “confianza” entre los actores para poder llegar a los acuerdos. “Es muy difícil negociar en un conflicto cuando hay desconfianza”, sostuvo Castillo.
En tanto, el representante de las cámaras empresariales, Horacio Bafico, también hizo hincapié en la confianza “que todos hemos ido ganando” y destacó la importancia de las políticas contracíclicas, el fomento a la capacitación, la existencia de mecanismos de evaluación de las políticas y que éstas tengan “la adaptabilidad de adecuarse al ciclo”. Según dijo, estos acuerdos satisfacen al sector empresarial y apuntan, desde su perspectiva, a la “sustentabilidad del empleo”.
Brenta cerró la oratoria recordando que en 2002 la crisis nos encontró “sin herramientas”, en 2008 “mucho más preparados y armados, con escenarios de diálogo social y políticas que se implementaron desde el gobierno”, y entendió que seguramente, si en algún momento se produce una situación de este tipo, habrá “aun más posibilidades de implementar estas herramientas”.