En el ambiente político de Uruguay se ha puesto de moda proyectar el país hacia 2030. Al ya conocido debate que impulsa el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, "Uruguay logístico 2030", llamado a fomentar políticas nacionales en esa materia, y a la iniciativa del director de Fin de Siglo, Edmundo Canalda, del programa Dosmil30, se sumó ayer el ciclo iniciado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) bautizado "Uruguay 2030, proyecto de nación".

Los primeros invitados al ciclo fueron el vicepresidente Danilo Astori y los ex presidentes Luis Alberto Lacalle (Partido Nacional) y Jorge Batlle (Partido Colorado).

El principal tema de los discursos de los tres panelistas fue la educación y, en todos los casos, se abordó con un enfoque crítico. "Hoy día, en la educación no funciona la democracia, porque el gobierno elegido por la ciudadanía no gobierna la educación", sostuvo Lacalle. Para el líder herrerista: "Hay que derogar la parte de la ley que da a las corporaciones una medida demasiado grande. El Ministerio de Educación poco tiene que ver con la educación. Esta ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) está teñida de corporativismo". Según dijo, "la ilusión de que la educación se mejora con 4,5% del presupuesto es escapista"; "hay que llegar al gasto de calidad". Lacalle consideró que "nos falta flexibilidad en el sistema de educación pública", y expresó que "darle puntaje a los institutos sería saludable". Respecto a la Universidad de la República, manifestó que "está separada del país real". "Es un círculo cerrado con una autonomía que es autarquía, que es alienación del país", remató el ex presidente.

Batlle coincidió en que en la educación "manda el sindicato". El ex presidente manifestó que allí hay que poner "un poco de orden" y que, si bien "los niños de la escuela pública son iguales a los de la privada, en la privada hay obligaciones que cumplir, yo veo cierta disciplina en la privada, pero en la pública es un caos". "La idea genérica que se ha instalado es que la sociedad es la culpable de la injusticia y que todos tenemos derechos pero no obligaciones, lo que constituye un sistema destructivo de la sociedad", opinó el histórico líder de la lista 15.

Por último, Astori dijo que el país "debe superar resultados francamente malos" en materia de educación. "La sociedad ha hecho un gran esfuerzo fiscal, pero ahora falta, como decía Lacalle, falta alcanzar niveles de calidad más altos", sentenció el jerarca, que también manifestó que hace falta más "infraestructura física", ya que "hoy tenemos locales de enseñanza donde no se puede enseñar ni aprender".

Para salir de esta situación, según Astori, es "clave la descentralización, sobre todo, de la Universidad de la República", y también se hace necesaria "una evaluación general, sistemática, permanente y externa de los resultados". El vicepresidente llamó a una "conducción nacional de la educación", que permita articular "diversas áreas, de la primaria a la superior, especificando qué esperamos de cada una de ellas". Respecto a este punto, Lacalle coincidió con Astori y dijo que "allí hay un gran tema consensuado".

Mercosur y lucha de clases

Tanto Lacalle como Batlle cuestionaron la integración regional de Uruguay en el Mercosur. Al igual que la semana pasada en la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, el nacionalista volvió a cuestionar los procesos de integración política del Mercosur y las trabas comerciales con Argentina, en tanto que Batlle dijo que “el Mercosur no existe”. Además, dijo que Uruguay depende de Brasil desde el punto de vista industrial. “Los productos van con valor agregado a Brasil, porque en el resto del mundo no somos competitivos”, entendió el colorado, que se mostró preocupado porque “no estamos abiertos al mundo”.

El concepto de “apertura” fue, en tanto, destacado por Astori: “No hay futuro sin apertura al mundo, cada vez más importante. Y si el mundo está en crisis, más apertura”, ya que “el peor error estratégico de un país es cerrarse en situaciones críticas”. “Propongo un concepto que fue planteado por la Cepal, el regionalismo abierto, integrado con los países vecinos, consciente de las dificultades que citaban los ex presidentes, con todo tipo de restricciones, falta de coordinación entre las políticas económicas”. De todas maneras, para el ex ministro de economía “nuestro futuro es impensable si no seguimos luchando por la integración con los vecinos, pero eso es una plataforma de apertura al mundo en su conjunto”.

Lacalle y Batlle también se refirieron a una lucha ideológica en el país. “Veo dificultades para encontrar hoy un proyecto común a todos” ya que “diferimos en el ejercicio del presente. Algunos nos movemos por ideas, otros por ideologías. Las ideas son intemporales , las ideologías son un cassette que se adopta entero o se deja de lado. Creo que en ese sentido son contrarios a la eficacia gubernativa”, aseveró Lacalle. En tanto, Batlle entendió que para poder llegar a un acuerdo nacional “tenemos todos que abdicar un poco de nuestras ideologías, porque si no, no se van a poder resolver los problemas”. Para el colorado “hay una ideologización de la actividad sindical que quiere establecer un modelo de sociedad. Pero la vía adecuada para hacerlo no es el sindicato, sino el pueblo y la democracia; porque el sindicato, luego de controlar la salud y la educación, querrán hacerlo en todo el sistema nacional. Estas cosas terminan mal, porque no se puede tener la capacidad de autocrítica necesaria para salir del túnel”.