“Todo el mundo está tanteando, y eso se refleja en las reuniones entre los sectores políticos. Hay muchos esfuerzos para ver si se puede consensuar un candidato, pero va a ser difícil encontrarlo. Seguramente en la segunda quincena de enero y en la primera de febrero se termine resolviendo la situación”, describió un dirigente de un sector político respecto a la situación que se está viviendo en la interna del Frente Amplio (FA), de cara a la elección del o los candidatos a la presidencia de la fuerza política en las próximas elecciones internas a celebrarse el 27 de mayo.
El jueves, el presidente José Mujica marcó la cancha al comentarle al vicepresidente Danilo Astori que “añora” que personas independientes de los sectores del FA ocupen lugares de dirección en la coalición de izquierda, según publicó el matutino La República, el viernes.
La postura del presidente es compartida por su antiguo sector, el Movimiento de Participación Popular (MPP). El senador Ernesto Agazzi explicó a la diaria que su sector cree que el candidato a la presidencia del FA debe ser “un tipo capaz de conducir la fuerza, que no sea de ninguno de los sectores, para que represente al demos frentamplista”.
Esta postura también fue apoyada por varios comités de base de Montevideo, que presentaron hace dos semanas un documento con el perfil del eventual futuro presidente de la coalición, destacando que debe ser “en lo posible joven” y que no debe estar alineado con ningún sector político para “contribuir a un desempeño comprometido solamente con los altos intereses comunes del FA”.
En tanto, el Partido Comunista del Uruguay (PCU) está buscando consenso para lograr una candidatura única en el FA. El dirigente Daniel Marsiglia confirmó que su sector buscará intentar llegar a ese acuerdo, aunque admitió que no será fácil. La senadora del Partido Socialista Mónica Xavier explicó que su sector tomará postura en un comité central a realizarse en febrero, aunque advirtió que la eventual polarización que pueda darse en la elección (entre el Frente Liber Seregni -FLS- y el MPP) es “negativa para el FA” y que “difícilmente estemos alineados con uno de los polos”. “Todos pensamos que una candidatura unitaria sería lo mejor, pero no podemos adelantar una postura final”, resumió.
En cambio, Agazzi cuestionó la candidatura única: “No creo que sea una buena idea. Llamar a elecciones del presidente del FA a padrón abierto y proponer una candidatura única sería traicionar el espíritu del plenario”. Además, el MPP ya había decidido en su dirección nacional que la presidencia del FA no debía ser un “trampolín” hacia la candidatura presidencial en 2014.
Desde el grupo mayoritario del FLS, Asamblea Uruguay, la diputada Daniela Payssé explicó que su sector no está “cerrado a nada” y no descartó acordar una candidatura “por consenso”. A diferencia de Agazzi, consideró: “No hay nada que nos obligue a competir”. También agregó que “no es la postura de Asamblea Uruguay que el FLS deba tener necesariamente un candidato del sector”. “No lo estamos mirando sectorizando las candidaturas, sino en función de aportarle al FA un nombre, que puede ser propuesto por el FLS, por otros sectores, por acuerdos o por intercambios”, aseguró la diputada.
En cambio, desde el Nuevo Espacio evaluaron como “muy difícil” la posibilidad de que se aplique la candidatura única, y se apuesta a que todo el FLS vaya atrás de un mismo candidato.
Por su parte, el dirigente de la Vertiente Artiguista Marcelo Melo opinó que el candidato debería ser “medianamente joven y con conocimiento de la interna del FA”, aunque aclaró que su sector “no tiene pensado proponer ningún nombre, lo que no quiere decir que en su momento no lo vaya a hacer”. Si bien evaluó que es “bueno hacer esfuerzos para consensuar un candidato”, también cree que en la elección interna “está claro que habrá un escenario de polarización” entre los dos sectores más fuertes del FA (el MPP y el FLS), pero sostuvo que es necesario “ver cómo se presenta esa polarización en la candidatura a la presidencia”, algo que dependerá de la manera en que se conforme la o las candidaturas. Según dijo: “El objetivo es que voten más que la última vez, en 2006, y la elección debe ser una competencia, pero también unitaria, porque donde haya mucho lío la gente se va a terminar apartando”.