El prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, confirmó ayer que el gobierno estudia ofertas de distintos grupos empresariales para resolver “la conectividad aérea del país y las fuentes de trabajo” de los ex empleados de Pluna. Cánepa agregó que el ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, y el de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, son quienes están trabajando directamente en el análisis de los planes de negocio presentados al Poder Ejecutivo.

La empresa Cosmo Líneas Aéreas le anunció al gobierno que no cerrará el negocio por los siete aviones de Pluna que adquirió en la subasta del 1º de ocubre. Según publicó ayer el semanario Búsqueda, basado en fuentes del Poder Ejecutivo, Cosmo argumentó la caída del negocio debido al “ruido mediático” generado en la última semana, algo que le habría impedido conseguir financiamiento para completar el pago de la compra.

También ayer, Miguel Castro Marín y Miguel Valentín Martín Lucas, propietarios del 50% de las acciones de Cosmo, confirmaron al diario El País que se enteraron por la prensa de la compra de los aviones y que no conocen a Hernán Calvo, la persona que se presentó en la subasta como su representante. Sin embargo, se aclaró que el actual administrador, Antonio Álvarez, puede tomar decisiones sin el consentimiento del resto de los propietarios.

Cosmo no cumplió con el pago de la comisión de la subasta que debía abonar este martes a la Asociación Nacional de 
Rematadores.

Búsqueda informó que el gobierno ya sospechaba que el negocio se caería antes de la confirmación y que algunos integrantes del Ejecutivo están molestos con el empresario argentino Juan Carlos López Mena, porque consideran que él contactó a la empresa Cosmo para dificultar la subasta. Ahora el Poder Ejecutivo estaría estudiando proyectos de varios inversores, dos de los cuales manifestaron su interés en adquirir el boleto de compra de Cosmo por los siete aviones.

Esta posibilidad haría innecesario que el gobierno iniciara la ejecución de la garantía que la empresa presentó ante el Banco República para obtener el aval que lo habilitó a ofertar en la subasta.

Una de las empresas sería Alas Sudamericanas, del grupo de ropa deportiva Macri y Molinari Group de Argentina, propietario de empresas constructoras, cuyos representantes se reunieron el miércoles con el presidente José Mujica para manifestarle el interés en participar en el negocio aéreo. También se reunieron con Mujica representantes del grupo vasco Mondragón.

Sin embargo, según publicó El Observador ayer en su portal, el asesor presidencial Pedro Buonomo consultó a una empresa del grupo en Uruguay sobre la identidad de los representantes que se reunieron con el presidente y éstos no pudieron ser identificados. Posteriormente el grupo Mondragón envió un comunicado desde el País Vasco, para ratificar que no tiene ningún “interés ni ha manifestado a ninguna institución su intención de participar” en un proyecto de negocios relacionado con la ex Pluna.

El otro grupo inversor interesado es la firma española Air Nostrum, línea aérea regional de Iberia con la que el PIT-CNT y la Organización de Funcionarios de Pluna mantuvieron conversaciones. Mediante un comunicado, la empresa expresó su disposición “a colaborar con las autoridades uruguayas como proveedor operativo, a través de las diferentes fórmulas de alquiler de aviones con o sin tripulaciones y otros servicios de valor añadido para la empresa que finalmente explote el mercado aéreo de Uruguay”.

La empresa informa que tomó contacto el ingeniero Ignacio Patricio Reges, como intermediario con las autoridades uruguayas, para interesarse por la posible operación de la aerolínea en el país.

Por su parte, el presidente José Mujica encargó iniciar el estudio de los mecanismos para establecer una política de cielos abiertos en el país, que permita restablecer la conectividad antes del comienzo de la temporada estival. Esto significaría que cualquier aerolínea puede obtener el uso de frecuencias en Uruguay con rapidez.