La “nueva agenda” en las políticas de izquierda fue el centro del intercambio ayer en el bar El Farolito, en el ciclo de charlas organizado por la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad. La presidenta del Frente Amplio (FA), Mónica Xavier, admitió que la coalición de izquierda “dejó de debatir internamente algunos temas”. “Nos ha ganado una importante parálisis”, opinó. También consideró que hay en el FA “una cultura del secretismo que hay que irla quebrando”.

Xavier afirmó que el FA debería debatir políticamente temas que hoy son centrales, como el papel de la economía social y el tema del ambiente. “El debate ambiental no tiene centralidad en nuestra política y lo necesitamos, para sacarnos muchos baldes, para tener confianza, para transmitirla. Si uno se plantea un país productivo, para hacer una tortilla algún huevo hay que romper”, evaluó. Consideró que otro tema que debería estar sobre el tapete es el de las misiones de paz. “La izquierda uruguaya estuvo siempre comprometida con la paz en el mundo y hay temas que son polémicos como nuestras misiones de paz. ¿No nos estarán faltando los debates que antes eran muy importantes en materia de compromiso con la paz en la izquierda uruguaya?”, preguntó.

Otro asunto para profundizar el debate, según Xavier, debería ser el de la convivencia. “Estamos teniendo un problema del cuidado de nuestras vidas. Seguimos esperando desde el gobierno y desde la dirección del FA que nos bajen la línea, y no sentimos que tenemos la capacidad nosotros de ir generando alternativas”, estimó.

En el horno

Xavier evaluó en forma “muy crítica” la sesión parlamentaria de interpelación a los ministros Fernando Lorenzo (Economía) y Enrique Pintado (Transporte) por el tema de Pluna. Opinó que la modalidad del debate y su extensión alejan a los parlamentarios de la gente y que se perdió “la oportunidad de discutir alternativas posibles”. “Uno no puede bajar al griterío, porque no se convence a nadie. Hay gente que cree que los votos se ganan con griteríos y yo creo que no. Ya estamos en campaña electoral para unos cuantos y en eso no tenemos que caer. Nadie nos tiene que marcar la agenda”, sostuvo Xavier. Rubino fue más allá: “Estamos en el horno con eso [con el tema Pluna]. Si me preguntan, voy a correr para el otro lado. Estuvimos mal, por inexpertos, inútiles, por malos políticos o por lo que sea”, afirmó.

Xavier evaluó que el FA “no encaró desde el vamos” la discusión sobre la baja de la edad de imputabilidad. Valeria Rubino, integrante de Ovejas Negras, y otra de las expositoras ayer, opinó que en este tema se juega “la batalla ideológica más importante” y que la oposición le saca más votos al FA “con esta agenda que con cualquier otra cosa”. “Nos convencen de que la inseguridad es provocada por las personas que viven en la pobreza y no por este sistema. Y uno escucha a algunos gobernantes y parece que se hubieran olvidado de algunas cosas”, cuestionó.

Distintos tiempos

Rubino manifestó que el FA está “ocupado gobernando y abandonó el movimiento social”, y que sólo recurre a él cuando piensa que “puede ganar puntos”. En ese caso, “va y les da una orden a los compañeros que están militando en determinada organización”. “El gobierno utiliza la excusa de que los movimientos están fragmentados y de que están todos peleados, y hace lo que quiere, hace una cagada”, consideró, y llamó al FA a “abrir las puertas” a los movimientos sociales.

Xavier coincidió en que el FA “se alejó de los movimientos sociales”. Respecto de los temas de la “nueva agenda”, lamentó que “hay compañeros que siguen creyendo que las únicas contradicciones que existen son las de clase” y “subsumen la discusión en cierta pureza ideológica” que no incorpora otras contradicciones, como las de género o las de raza.

Rubino opinó que el FA “está ignorando bastante la nueva agenda” y cuestionó el planteo de Xavier de que hay que ordenar la agenda legislativa y tratar un tema después de otro; por ejemplo, tratar el proyecto de ley de matrimonio igualitario luego del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. “Si el FA no toma esta nueva agenda, pierde la izquierda. El FA no puede seguir diciendo: ‘esperá’”, consideró. También opinó que hubo “muchas compañeras feministas” que “arruinaron el mayor logro que teníamos” al cuestionar y oponerse al proyecto de interrupción voluntaria del embarazo aprobado semanas atrás. “Es una solución machista, medicalizada, pero es un logro que va a transformar la vida de muchas mujeres”, evaluó.

Rubino advirtió también que el FA debe admitir el disenso con el gobierno, y no, por ejemplo, calificar como “niñería” la oposición con fundamentos técnicos al emprendimiento minero de Aratirí, o de “herejía” el rechazo a las misiones de paz. “Creo que efectivamente aplastamos los disensos durante mucho tiempo y eso no contribuye”, reconoció Xavier.