El 12 de octubre, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió prorrogar por un año la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah, por su acrónimo en francés). Se acordó también reducir 15% su número de efectivos -de 10.581 a 8.571, entre militares y policías- para facilitar la “transición del poder” hacia las autoridades locales. La misión se creó en 2004 con el objetivo de contribuir a la estabilidad del país tras una serie de levantamientos militares, y luego del terremoto que sufriera Haití en 2010 se le encomendó ayudar a reconstruir el país, el más pobre de América Latina.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) había resuelto en setiembre de 2011, en una reunión de sus cancilleres y ministros de Defensa realizada en Montevideo, “profundizar la reflexión sobre el futuro de la misión, incluyendo un retiro gradual de tropas” hasta alcanzar “los niveles autorizados previos al terremoto, sin que signifique menoscabo a la seguridad y estabilidad del país”. La reducción de 15% definida a mediados de octubre dejará el número de efectivos aproximadamente en la cifra previa al terremoto.

Este año coincidieron dos denuncias sobre abuso sexual en la misión de paz en Haití. La primera de ellas, en setiembre, terminó con el procesamiento por “violencia privada” de cuatro marinos uruguayos por el abuso a un haitiano de 18 años; la segunda se conoció la semana pasada. Las autoridades de gobierno evitaron dar detalles y hablaron de “seria inconducta” de los militares, pero según señalaron fuentes de cancillería a la diaria, se trata de denuncias sobre violación reiterada de mujeres.

Para el senador comunista Eduardo Lorier, estas situaciones deberían llevar al Frente Amplio a “reabrir” el debate sobre la participación del país en las misiones de paz de Naciones Unidas, y en particular en Haití. Consideró que el estado de “cierta ociosidad” y de “poca actividad” que tienen las tropas uruguayas en ese país “generan con mayor fuerza la posibilidad” de que se produzcan casos de abuso sexual, y evaluó que las denuncias sobre abusos que se conocieron en los últimos días prueban el “fracaso” de las misiones. “Esas misiones no iban a producir la paz, no podía esperarse otra cosa”, manifestó.

Lorier recordó que el Partido Comunista ha mantenido históricamente una posición discrepante con el envío de tropas a misiones de paz. “En vez de enviar militares, enviemos técnicos de las más diversas naturalezas, para dar ayuda real”, señaló. Una posición similar había expresado la senadora del Espacio 609 Constanza Moreira, quien se preguntó la semana pasada en entrevista con la diaria qué están haciendo las Fuerzas Armadas uruguayas en Haití (http://ladiaria.com.uy/UBi) .

Doreen Ibarra, diputado del Frente Izquierda de Liberación, afirmó que el FA debería “hacer una evaluación a nivel político” sobre si “amerita que permanezcan tropas uruguayas en Haití, más con estos dos acontecimientos que han pasado recientemente [en referencia a las denuncias por abuso]”. “Me da la sensación de que en Haití lamentablemente no se ha solucionado el tema político”, opinó.

Lugar para debatir

La comisión de Defensa del Frente Amplio no funciona desde hace más de seis años, luego del retiro de su presidente histórico, el general Víctor Licandro. La presidenta de la coalición, Mónica Xavier, pretende conformar una unidad temática que discuta el tema Defensa en el marco de la comisión de programa, dijo a la diaria su asesor en temas internacionales, José Bayardi.

Para Bayardi, sostener que los casos de abuso sexual en este tipo de misiones son “esperables” -como lo hizo Moreira la semana pasada- es un “disparate”. “Las inconductas han sido juzgadas. Cerca de 10.000 militares pasaron por Haití y ha habido un número limitado de denuncias”, consideró. Opinó que la permanencia de las tropas es necesaria para “fortalecer la institucionalidad haitiana” y que la elección de Michel Martelly como presidente en 2011 fue posible gracias a la presencia de las tropas. Respecto de los reclamos de que se envíen técnicos y profesionales, lo consideró “correcto”, pero alertó que “si no hay seguridad, no va a ir nadie”. “El lirismo fuera de la realidad es desacertado”, sentenció. El retiro de las tropas podría significar el inicio de “un ciclo de corrupción, de delito y crimen organizado”, pronosticó. Consideró que las tropas recién podrían retirarse dentro de diez o 15 años.

El presidente de la comisión de programa del FA, Héctor Lescano, manifestó que siempre ha acompañado la presencia de Uruguay en las misiones de paz, ya que se trata de una “oportunidad para tener presencia institucional” y para que la tropa pueda adquirir experiencia. “Lamentablemente, algún episodio que me parece muy aislado ocupa los titulares de la prensa y se juzga por ese episodio en particular”, consideró.