El perfil de Cosmo

La empresa que remató los Bombardier que pertenecían a Pluna es una firma de capitales españoles llamada Cosmo Líneas Aéreas. Se dedica al negocio de los vuelos chárter en el norte de Europa y actualmente se encuentra en una etapa de expansión comercial. Este grupo se registró con este nombre en España a mediados del año pasado y quien figura como uno de sus apoderados es Antonio Álvarez Hernández, reconocido como gerente comercial de la firma por el presidente de Audavi, Sergio Bañales. En 2012, Cosmo comenzó a trabajar con un avión Airbus A320, que se puede observar en varios videos promocionales en internet. La sede de la empresa está en Pozuelo de Alarcón, en Madrid, y tiene un sitio web que está en construcción. Como resultado de adquirir los aviones en la subasta al alza, la firma adquirió el derecho a disponer de las aeronaves Bombardier sin condicionamientos, por lo que podrían terminar volando en el espacio aéreo europeo.

El gobierno consiguió subastar los siete aviones Bombardier CRJ 900 que pertenecían a Pluna por un monto de 137 millones de dólares. El único oferente en el remate al alza fue el representante de la empresa de capitales españoles Cosmo Líneas Aéreas. La subasta se realizó en cumplimiento de la ley 18.931, aprobada el 17 de julio, la cual constituyó el fideicomiso que adquirió los bienes de Pluna con el objetivo de preservar los activos, viabilizar el mantenimiento del transporte aéreo regional y mantener las fuentes de trabajo. También estableció que en 60 días se debían subastar públicamente esos bienes, consistentes en los siete aviones Bombardier, con una base equivalente al monto de los pasivos de Pluna Sociedad Anónima, que luego quedó estipulada en 136.885.156 dólares. En caso de que no hubiera oferentes por este monto, la ley establecía que los aviones fueran subastados a la baja, aceptándose ofertas por un mínimo de 100.000.000 dólares. El Poder Ejecutivo por medio del fideicomiso determinó que la subasta se realizara el 12 de setiembre en el Aeropuerto de Carrasco, pero ésta fue suspendida pocas horas antes de comenzar y postergada para ayer.

En aquella oportunidad, el ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Enrique Pintado, explicó que la suspensión se debió a “razones de oportunidad” y para “promover una mayor participación a los efectos de defender los intereses de los beneficiarios”.

La subasta también cambió de lugar y esta vez se efectuó en el pabellón España de la Rural del Prado. Durante los dos meses de proceso previo a la subasta, en el cual los interesados podían comprar los pliegos y adquirir el derecho a inspeccionar las aeronaves estacionadas en el Aeropuerto de Carrasco, el gobierno mantuvo completa reserva sobre los posibles oferentes.

“Todas las puertas”

Luego de la subasta, y antes de la conferencia de prensa del ministro Enrique Pintado, los trabajadores nucleados en la Organización de Técnicos Aeronáuticos del Uruguay-Organización de Funcionarios de Pluna (OTAU-OFP) se reunieron en la sede de la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay para analizar este nuevo contexto.

Los funcionarios no conocían a la empresa Cosmo y en los próximos días intentarán tener algún contacto para saber qué destino les darán a los aviones. “Sobre eso por ahora no tenemos más que trascendidos. Ahora lo importante es saber qué quiere el gobierno, si tiene intenciones de contar con una compañía aérea, no sólo por nosotros sino por la importancia de la conectividad, por todo lo que implica para el país”, comentó en diálogo con la diaria uno de los referentes del sindicato, Nicolás de los Santos, quien evalúa que, si eso es tenido en cuenta, la subasta “no debería ser el fin de nada”.

Luego de la jornada de ayer, según el sindicalista, el gobierno puede seguir adelante con el “plan B” que tenía pensado ejecutar en caso de que la subasta quedara desierta, pero todavía en “mejores condiciones”. “Y con un dato que no es menor: tenés un pasivo con 137 millones menos, o sea, reactivar una empresa no era lo mismo con una subasta desierta y la deuda de los aviones, que hacerlo ahora, con este nuevo escenario. Ahora se abren todas las puertas. Pero lo central es tener una nueva aerolínea, después hay que ver cuáles son las fórmulas posibles”, evaluó el representante de OTAU-OFP. En ese sentido, De los Santos identificó al menos tres posibilidades: una empresa gestionada por los trabajadores, que el Estado asuma el control de la nueva aerolínea o que el Estado se asocie con privados. “Todo en la hipótesis de que se vayan los aviones; en este escenario lo único preocupante sería que el gobierno no tenga intenciones de crear una nueva aerolínea”, opinó. El jueves, entrevistado por la diaria, el presidente José Mujica había señalado que si el Estado decidía embarcarse en la aviación tenía que “conseguir gente” porque “casi todas las empresas aéreas son clavos”.

“En realidad, son clavos si lo asumís como un negocio aislado, porque el margen de ganancia es bajo. Pero lo que hay que pensar es que las compañías dan ganancias para el país y qué tipo de repercusiones tendríamos en materia de conectividad. Nosotros vemos que el gobierno eso lo está viendo y entendiendo, porque el impacto de todo este proceso se sintió”, replicó el sindicalista de OTAU-OFP.

Por medio de versiones de prensa se manejaron como interesadas la empresa Sol Líneas Aéreas, la aerolínea BQB del argentino Juan Carlos López Mena, la estatal venezolana Conviasa y la española Iberia. También se habló de capitales alemanes, paraguayos y hasta la empresa de transporte Cutcsa.

Sin embargo, ayer, minutos antes de comenzar el remate, el hermetismo seguía siendo total y recién poco después de finalizado se pudo comprobar la identidad del grupo comprador y la ausencia de otros oferentes.

Tres minutos

La subasta estaba prevista para las 15.00, pero comenzó con unos 20 minutos de atraso. El pabellón España de la Rural del Prado estaba repleto de pilotos de Pluna y periodistas. No había autoridades de gobierno, salvo el ministro frenteamplista del Tribunal de Cuentas, León Lev. Al otro lado de la cinta que dividía el salón al medio se ubicaron las autoridades de Pluna Ente Autónomo, de la comisión fiscal, del fideicomiso y los oferentes.

El subastador fue el rematador público Mario Stefanoli, presidente de la Asociación Nacional de Rematadores, que estrenaba un martillo nuevo para la ocasión. Con pocas palabras realizó la apertura: informó que se trataba de un único lote, compuesto por siete aviones adquiridos por Pluna a la empresa Bombardier de Canadá, y luego detalló modelo, especificaciones técnicas y número de matrícula de cada uno.

De inmediato, Stefanoli dio comienzo a la subasta y explicó que se realizaría bajo la modalidad de “remate al alza”, con una base de 136.885.156 dólares. Agregó que el precio ofertado sería el único costo de estos aviones, al que se le debería agregar el equivalente a 0,5% más IVA por concepto de comisiones. Stefanoli recordó que “quien resulte ganador de la subasta al alza podrá usar los aviones en la forma que estime adecuada para sus intereses”. Luego solicitó ofertas para comenzar “la puja” y puso una base redonda de 137 millones de dólares. Inmediatamente una persona sentada sobre la derecha de la tarima del martillero levantó la tarjeta en señal de oferta.

Stefanoli continuó pidiendo nuevas ofertas, como se estila en cualquier remate, pero los minutos empezaron a pasar y no había novedades. El rematador pidió nuevamente oferentes y ganó tiempo diciendo: “Sabemos que es una subasta de características especiales, vamos a esperar para que ustedes puedan mejorar esta oferta”. Pero nadie más levantó la mano y Stefanoli anunció que iniciaría el “mecanismo de las tres últimas”. Entonces empezó el conteo, “137 millones a la una, 137 millones a las dos...”, hasta que a las tres bajó el martillo con fuerza y anunció: “Está vendido, señores”. Desde que Stefanoli le dijo al público “ustedes tienen la palabra” hasta que bajó el martillo trascurrieron sólo tres minutos. Pocos instantes después, el esperado remate había terminado y todos se retiraron rápidamente del pabellón.

Ahora el plan

Quien adquirió los Bombardier fue un representante de la empresa de capitales españoles Cosmo Líneas Aéreas, dedicada al negocio de los vuelos chárter en el norte de Europa y actualmente en expansión comercial (ver recuadro).

Al finalizar la subasta, el fiduciario del fideicomiso Javier Liberman informó sobre el exitoso resultado de la subasta y reveló oficialmente el nombre de la empresa compradora. El funcionario dijo desconocer “cuál es el plan de negocios” y el destino de los aviones, y aclaró que la única condición para participar en la subasta era la presentación de un aval correspondiente a 10% del monto de la base del remate (13 millones de dólares) y que éste “fue depositado” por los compradores “en tiempo y forma”. “No se pedía la presentación de un plan de negocios”, agregó.

Liberman informó que desde ayer comenzaba a correr el plazo de 30 días “para confirmar la compra” y completar el pago de las aeronaves, y “en ese mismo período” la empresa compradora podrá negociar con el Poder Ejecutivo las condiciones para establecer una empresa de navegación aérea en el país, si así lo decide. Liberman se negó a revelar si hubo otros interesados que hayan abonado el monto del aval para participar en la subasta. También explicó que el fideicomiso no tuvo ningún contacto con interesados previo a la subasta, pero anunció que la información de las actas del proceso se conocerá en los próximos días. Sobre la empresa Cosmo, dijo que “el mecanismo de depositar un aval previo de casi 14 millones de dólares le da seguridad al proceso y despeja dudas sobre la calidad financiera del comprador”. De no concretarse el negocio, Cosmo “pierde el monto del aval”, agregó.

Pabellón España

El representante de la empresa española Cosmo Líneas Aéreas que participó en la subasta de los aviones Bombardier y levantó la tarjeta circular para ofertar 137 millones de dólares se llama Antonio Sánchez. Se trata de un ciudadano español, menor de 40 años, que llegó al país para completar el pago del aval y ofertar en la subasta a nombre de Cosmo.

Pero Sánchez llegó a la Rural del Prado sobre la hora de comienzo del remate y se encontró con el operativo de seguridad combinado de la Policía y la empresa Roig, que no permitía entrar a quienes no tenían acreditaciones. Sánchez llegó solo y un poco perdido, no presentó acreditación y, por lo tanto, no le fue permitida la entrada. A pesar de sus explicaciones, debió permanecer esperando tanto en la entrada de la calle Buschental como en la de Lucas Obes, ya que los guardias no sabían muy bien por dónde debían entrar “los oferentes” como él. Así, pasó un rato en cada uno de los portones de la Rural hasta que le fue permitida la entrada, luego de que los guardias consultaron en el interior del recinto.

Ya en el pabellón España, Sánchez se sentó en uno de los extremos de las filas de sillas, a la derecha del rematador, y ni bien escuchó que éste le daba la palabra a la platea, levantó sin dudar el círculo de cartón y se quedó con los aviones. “El caballero de la derecha”, al decir del presidente de la Asociación Rural de Rematadores del Uruguay y martillero de la subasta, Mario Stefanoli, fue saludado por los rematadores y autoridades presentes ni bien se escuchó el golpe del martillo, permaneció un breve lapso de tiempo conversando con éstos y al rato escapó de la Rural por la puerta contraria a donde estaba la prensa.

Stefanoli dijo que la comisión que se va a cobrar será repartida entre los 455 socios de la entidad que preside y que haber participado en este remate “constituye un hito” porque fue “el más importante en la historia de Uruguay en lo que a monto se refiere”.

Los otros aviones

Finalmente, Liberman se refirió a los otros seis aviones de Pluna que permanecen en la modalidad de leasing y que también han sido transferidos al fideicomiso. Para el fiduciario estas aeronaves “están disponibles” y pueden “quedarse en Uruguay” para la compañía que quiera instalarse y ampliar su flota. En caso contrario, “se van a devolver” a la entidad financiadora del leasing, en este caso, el IBC (Imperial Bank de Canadá), “con una importante ventaja para la masa acreedora porque el banco ha resuelto no cobrar los montos que ésta tiene adeudados”.

Por su parte, el presidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viajes (Audavi), Sergio Bañales, fue uno de los primeros en saludar y conversar con el representante de Cosmo en la subasta. Bañales dijo que la compañía española “trabaja en conjunto” con los agentes de viajes de Uruguay “hace años” y se trata de “una firma muy seria”. Explicó que el rubro de Cosmo es “rentar aviones y están pensando en llevarse las aeronaves” adquiridas en la subasta y “quizá dejar en Uruguay algunos para hacer operaciones de chárter y algún otro negocio que pueda aparecer”. Bañales agregó que, según lo expresado por el representante de Cosmo, la firma española “está viendo” de montar “un negocio” similar al de Europa, pero en Sudamérica. Además, informó que se dedican a ir a dónde “tienen oportunidad de comprar aviones”, luego “los arreglan y los rentan”. “El mercado de la aviación es vasto y no solamente se utilizan las líneas regulares sino que también hay otros negocios como los chárter y emprendimientos privados que mueven un volumen importante de pasajeros”, explicó Bañales sobre el perfil de negocios de Cosmo.

La historia oficial

Por otra parte, ayer de noche el titular del MTOP, Enrique Pintado, brindó una conferencia de prensa, junto al subsecretario Pablo Genta y el director general Pablo Ferrer, en la que comunicó oficialmente el resultado de la subasta y confirmó el nombre de la empresa compradora. Pintado agregó que “se cumplió una etapa y comienza otra”, y ahora “estamos a la espera de las decisiones del adquiriente respecto del destino de las aeronaves”. El ministro agregó que a partir de hoy se continuará “trabajando” para “alcanzar los objetivos” planteados en este proceso y, de esa manera, “recobrar los niveles de conectividad, defender los intereses del Estado, mantener la mayor cantidad posible de puestos de trabajo y proteger en la medida de lo posible los intereses de la masa de acreedores”.

Agradeció al Parlamento por aprobar “la herramienta de la subasta” y resaltó lo positivo de la decisión de postergarla porque “se defendió el valor de las aeronaves”. “Estamos satisfechos, pero la tarea aún continúa y empezamos una nueva etapa”, finalizó Pintado.