-¿Qué aportes podrían hacer los jóvenes en el debate interno del PN?

-Nosotros como jóvenes damos una perspectiva distinta, parte de un proceso modernizador. Éste es el primer congreso de nuestra generación. Le llamamos “la generación de la victoria”, porque realmente creemos que podemos aportarle al partido un “viento nuevo”, ganas de realmente creer que podemos ganar.

-¿Cuáles fueron las principales definiciones políticas que tomó este congreso?

-Uno de los principales temas fue la agenda de esa “generación de la victoria”. Los congresales plantearon los temas que creían necesario tratar y ahora pasarán a estudio de los 15 directores que fueron electos. Los temas van desde el tratamiento de la problemática de las drogas, la pasta base y todo lo que ha hecho con los jóvenes, la legalización de la marihuana. También se trató el matrimonio igualitario, con lo que no hay una posición definida. Vamos a armar debates en comisiones de estudio para resolver, porque ni siquiera nuestros legisladores tienen una posición al respecto.

-Hace unas semanas consultamos a militantes de la Juventud del PN acerca de la iniciativa de los jóvenes de Propuesta Batllista (Proba) de Rivera de bajar la edad de votación a 16 años y no habían tomado postura. ¿Se discutió este tema en el congreso?

-Para tomar una definición hay que estudiarlo detenidamente y en este congreso no tomamos partido. Vamos a hacerlo a la brevedad, porque está en la agenda política. De todos modos, tenemos una diferencia grande con los jóvenes de Proba, porque no lo planteamos como una pata de la baja de la edad de imputabilidad, nosotros ya los hacemos participar activamente.

-En una nota con Montevideo Portal dijiste que “la victoria es posible” y resaltabas la importancia de que los propios integrantes del partido así lo crean. ¿A qué te referís con eso?

-Insisto con el lema de la campaña: “La generación de la victoria”. Hoy estamos convencidos de que somos la segunda fuerza. Somos la principal fuerza de oposición, pero tenemos que estar convencidos de que podemos ganar. Más allá de que venga Tabaré Vázquez o ponga el candidato que ponga el partido de gobierno podemos ganar. Pero eso hay que prenderlo en la gente, desde los que estamos recién comenzando hasta los que están como directores, ocupando cargos, legisladores, todos. Tenemos que lograr que todo el mundo se convenza. Podemos ganar y el país necesita que nosotros ganemos.

-Se ha instalado un debate sobre el tratamiento de la juventud y la infancia en los medios, ¿es válido el cuestionamiento que se les hace a los medios?

-El tema de los medios es delicado. Puedo hablar a título personal porque no lo hemos discutido. Algunos tratan el tema desde la perspectiva de la censura y habría que verlo. Yo no estoy muy de acuerdo con legislar el tratamiento de la información con una ley de medios ni nada por el estilo. Pero como no tenemos una postura no estoy capacitado ahora para hablar mucho del tema.

-¿Cuál es la posición de los jóvenes del PN sobre el debate en torno a la creación de una universidad tecnológica?

-No tenemos postura. Igual, el PN fue de los primeros que planteó el tema de la universidad en el interior, tanto de la Universidad de la República como de la universidad tecnológica. La que está trancada es la discusión sobre el cogobierno. ¿Hasta qué punto queremos que el cobogierno ponga las mismas trabas que hoy en día? La Facultad de Enfermería hoy es un claro ejemplo, no avanzan, no eligen decano, hay un montón de problemas, y nosotros no queremos que suceda. El cogobierno podría ser más flexible.

-¿En qué sentido más flexible?

-Que no tenga las trabas absolutas que tiene la Universidad de la República, en la que pasás de autonomía a una independencia absoluta que dista mucho de ser la típica autonomía.

-Existe en el imaginario colectivo un estereotipo de los jóvenes blancos, ¿cómo lo toman?

-El tema es el estereotipo. Yo estuve en el congreso y no vi el estereotipo de joven blanco de la camisa a cuadros y el “agroboy”. Vi jóvenes de cangurito, de morral, de alpargatas y de championes. El estereotipo se ha querido imponer desde afuera. Soy un convencido de que el estereotipo es algo que se usa para simplificar, y si pienso en el término “joven blanco”, me acuerdo del “agroboy”, de la camisa a cuadros. Es un desafío que tenemos que superar, porque cualquier joven que está en la vuelta puede ser joven blanco y no necesariamente tiene que ponerse una camisa a cuadros.