En la mesa de apertura del seminario organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo de las Telecomunicaciones y el Acceso a la Sociedad de la Información de América Latina estaba previsto que participaran el vicepresidente Danilo Astori y el titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Roberto Kreimerman, pero ambos panelistas se excusaron de asistir porque el presidente José Mujica les encomendó tareas en ese horario. Fue así que ofició como orador en sustitución de Astori el senador frenteamplista Rafael Michelini (Nuevo Espacio), quien bromeó con que ni siquiera llevaba puesta una corbata y llamó a “luchar por la libertad”.

No más crímenes pasionales

Televisión Nacional del Uruguay (TNU) presenta hoy las pautas para el tratamiento informativo de los casos de violencia de género. En ellas se afirma que la violencia de género no es una noticia policial, sino una noticia social, y como tal debe tratarse. Aclaran desde el inicio que “los crímenes pasionales no existen”, en alusión a una fórmula típica de cierto tratamiento periodístico. Se utilizará “asesinan a dos mujeres” en vez de “asesinan a dos prostitutas”. Se respetará “la identidad y el dolor de la víctima”, procurando no mostrarla en momentos de “tensión emocional”, y se buscará ser “cauteloso” en el uso de testimonios cercanos al agresor o a la víctima. Adjetivos como “celoso” o “alcohólico” para definir al agresor o el hecho de que la víctima “tenía un amante”, por ejemplo, “desvían el foco de lo verdaderamente importante y nos acercan a la disculpa o a la comprensión del maltratador”, señalan las nuevas pautas de TNU.

“Por suerte no estamos en la Argentina”, comenzó diciendo, lo que llevó a varios asistentes a salir de la posición de letargo que suelen propiciar las mesas de apertura. “Estar en Argentina no es fácil. El 7 de diciembre es como una fecha mágica, hasta me he preguntado si está en el calendario maya, porque algo va a ocurrir y todos aspirarían a que se postergara”, comentó, en referencia a la fecha que ha fijado el gobierno argentino para que el Grupo Clarín, el mayor multimedio del país, venda sus licencias, o de lo contrario las licitará. Clarín tiene 41% del mercado de radio, 38% de la televisión abierta y 59% de la televisión por cable, cuando el máximo en todos esos casos es 35%.

En esa fecha, consideró Michelini, “el conflicto va a pasar a otra situación, y me da la sensación de que ya Argentina tiene demasiados problemas para agregarse alguno”. “Pero por suerte no estamos allá”, reflexionó, y expresó su visión sobre los alcances que debería tener la regulación en Uruguay.

“No es la palabra regular, muchos gobiernos se tientan y se perfilan a lo que pueden ser regulaciones, y ahí nos metemos en otros líos por valores básicos como la libertad”, comenzó. “Puede haber regulación, pero el problema es que las regulaciones no afecten la libertad”, aclaró luego. Aseguró que cuando desde el actual gobierno se proponga regular -la intención del MIEM es entregar a Presidencia un proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) luego de que se procese el llamado a nuevos operadores de televisión digital comercial- estudiará la iniciativa “con lupa”, porque “el valor de la libertad no se puede afectar”.

Aclaró, no obstante, que está de acuerdo con las regulaciones respecto del horario de protección al menor y que la transmisión reiterada del asesinato del empleado de La Pasiva en mayo pudo ser en un momento “un poco pesada”. “Llegó un momento en que cambiábamos de canal porque era reiterativo”, manifestó.

Consultado por la diaria respecto de la conveniencia de regular mediante una ley de SCA aspectos como la concentración de medios, Michelini valoró que “hay ciertos aspectos de la legislación actual que están pacíficamente aceptados”. “Si fuéramos a un cambio de estatutos sobre esa regulación, el ideal sería que también se consensuara pacíficamente. Acá es más de convencer que de imponer”, estimó.

Contra los monopolios

En su exposición, el director nacional de Telecomunicaciones, Sergio de Cola, abogó por “desmitificar” la palabra regulación. “No olvidemos que regular significa establecer un conjunto de reglas” y que “el rol del Estado es el que permite resolver” las tensiones, indicó.

De Cola advirtió que la concentración de medios es “un peligro” para el ejercicio de la libertad de expresión y de la democracia, y recordó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomienda que se implementen leyes antimonopólicas en esta materia.

Por otra parte, De Cola recordó que el gobierno impulsa un modelo de corregulación y puso como ejemplo las recomendaciones que presentó ayer en la Torre Ejecutiva el Comité Técnico Consultivo sobre niñez, adolescencia y medios (ver la diaria de ayer).

En cuanto a los legisladores que expusieron ayer, el senador nacionalista Eber da Rosa se pronunció a favor de una regulación que evite la formación de monopolios pero en contra de la regulación de contenidos, el colorado Tabaré Viera hizo el mismo hincapié que Michelini en la “libertad” y el frenteamplista Daniel Martínez coincidió con Da Rosa en que el Estado no debería “meterse en los contenidos” pero sí “fijar criterios que aseguren la diversidad y la multiplicidad de opiniones”.

No es tan así

El semanario Búsqueda publicó el jueves que dos canales de televisión privados habían tomado la decisión de no presentarse al llamado a nuevos operadores de televisión digital comercial. El presidente de Andebu, Rafael Inchausti, fue quien realizó las declaraciones, pero ayer aclaró a la diaria que “no hay una decisión tomada” sobre la presentación al llamado, si bien recordó la posición contraria de los canales privados al decreto de televisión digital aprobado este año, que establece un plazo de 15 años para el usufructo de las frecuencias y determinadas contraprestaciones.

Inchausti reiteró que la posición de Andebu es que “no corresponde que los actuales operadores se presenten a un llamado” porque “tienen sus licencias” y porque “un cambio de tecnología no es motivo para que se instrumente un nuevo llamado y se establezcan nuevas condiciones”.

El decreto prevé que, en caso de no presentarse al llamado, los actuales operadores pueden operar un canal compartido. Cada uno operaría una señal HD, y no un canal (que puede albergar cuatro señales). “Eso es justamente lo que cuestionamos desde Andebu, a los actuales operadores se les debe permitir continuar operando en las mismas condiciones técnicas, o sea, con un canal completo. Con esta forma se aparta a los actuales operadores”, evaluó Inchausti.

Michelini se excusó de opinar sobre este llamado por no tener información al respecto.