“Pareciera que nos detuvimos nosotros mismos, que nos encapuchamos y que nos autotorturamos”, planteó ayer, sin disimular indignación, uno de los ex presos políticos denunciantes en el Juzgado Penal de 7º Turno. De esa manera, planteó su fastidio ante la jueza Mariana Mota y la fiscal Ana María Tellechea, que durante una audiencia de cinco horas interrogaron a tres militares en el marco de la denuncia por torturas en la base Boiso Lanza de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU).

En esta causa participaron más de 40 denunciantes y deriva del caso de Ubagésner Chávez Sosa, detenido en 1976 y trasladado a esa unidad aérea, donde murió como consecuencia de la tortura. “Es vergonzoso; los indagados negaron cualquier tipo de responsabilidad o participación, incluso contradiciendo los informes de la FAU”, coincidió el abogado patrocinante, Óscar López Goldaracena.

Algunos de los militares que declararon son el teniente aviador Enrique Ribero, procesado con prisión por Mota en calidad de autor de homicidio en el caso Chávez Sosa, y el coronel Uruguay Araújo Umpiérrez, imputado como coautor. En la audiencia de ayer participaron también tres ex detenidos y torturados denunciantes: Baldemar Taroco, Gustavo Turco Gómez y Álvaro Jaume.