-En el propio Frente Amplio (FA) se habla de La Camporita para referirse al grupo de asesores cercanos al presidente José Mujica. ¿Qué piensa de esa calificación?

-A mí no me molesta que digan La Camporita. Es una comparación que hacen con lo que pasa en Argentina. Hay muchas cosas que me gustan y otras que no me gustan del gobierno kirchnerista, pero básicamente me gustan. Ideológicamente comulgo bastante con las ideas del peronismo. No me molesta en lo más mínimo ese mote.

-¿En qué se diferencia el estilo de conducción de Mujica del de Tabaré Vázquez?

-Hay una diferencia grande, pero es por la impronta personal tanto de Tabaré como de Mujica. Mujica es un hombre que fue guerrillero, estuvo muchos años detenido, es un tipo ampliamente republicano, de los tipos más republicanos que yo he conocido. Él mismo dice que porque tenga el traje de presidente no va a cambiar su manera de ser y eso le da una impronta personal que de repente Tabaré no tenía.

-¿Cuáles deben ser las prioridades en esta segunda mitad del período de gobierno?

-Tenemos que solucionar los temas con Argentina, el dragado del canal Martín García. Un tema que nos interesa mucho es la descentralización; ahora se van a formar empresas para arreglar la caminería a partir de la recaudación del ICIR [Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales] y se van a ver los resultados en el correr de 2013. En los temas de seguridad se viene trabajando muy bien. Hay una corriente que dice que sólo con políticas sociales se arregla el tema y otra que dice que sólo con políticas represivas. Está totalmente demostrado en el mundo que con ninguna de las dos en forma aislada se arregla. Nosotros vamos por el medio: políticas de prevención, que es lo que más nos interesa, pero metidos en políticas sociales.

-¿Cree que la gestión de Eduardo Bonomi logró aplacar las críticas de la oposición en materia de seguridad?

-Críticas es normal que haya y va a haber siempre. Si fuera oposición las haría también. Esto es un juego democrático y político y dentro de dos años hay elecciones. La oposición tiene que buscar en lo que puede pegar y lo que es más sensible. En ese aspecto pegan en el tema de la seguridad. Cualquiera que ha viajado por el mundo se da cuenta de que Uruguay es un paraíso. Van a pegar en eso un poco por falta de información. Ahora, es cierto que el mundo ha cambiado, hay otros valores, hay algunos problemas en Uruguay como la pasta base, que cambió la manera delictiva y entonces es un poco más peligroso. No tengo duda de que no ha habido un ministro del Interior como Eduardo Bonomi. Está trabajando muchísimo, está habiendo resultados, la tendencia del incremento de los delitos se ha detenido. El Ministerio del Interior ha hablado con expertos, ha hecho políticas de intervención y viene trabajando muy bien y yo creo que la gente eso lo percibe. Además, el ministro del Interior no sólo es el ministro político del presidente sino que es el que debe mostrar autoridad, y yo veo que lo que molesta es que Bonomi muestra autoridad. Una cosa que a la ciudadanía le molestaba era la corrupción y Bonomi está demostrando que en la institución policial, cuando hay elementos de corrupción, se están depurando. Es muy destacable su gestión política, por ahí no lo pueden atacar.

Señas

Homero Guerrero vivió su niñez y adolescencia en Tacuarembó. Es militante del MPP y antes de que el FA asumiera el gobierno en 2005 participó como representante de ese sector en la comisión delegada interior del FA. Cuando Mujica asumió la titularidad del Ministerio de Ganadería en 2005 comenzó a asesorarlo en temas jurídicos y políticos. En 2008 ejerció la defensa de los miembros de la dirección del MLN -entre ellos Mujica- acusados por el diputado colorado Daniel García Pintos y el teniente general retirado Raúl Mermot por su participación en los episodios del Filtro, a raíz de declaraciones de Jorge Zabalza en el libro Cero a la izquierda, de Federico Leicht. Guerrero defendió también en otras instancias a dirigentes del MLN. En 2010 asumió como coordinador general de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. A mediados de este año fue designado director de la Oficina Nacional de Servicio Civil, cargo que dejó para ocupar la Secretaría de Presidencia.

-El gobierno apostó por los trabajadores en el tema Pluna. ¿Se evalúan alternativas?

-El presidente optó por darles prioridad a los trabajadores por una cuestión ideológica y filosófica. Sería como un desafío hacia el capitalismo. El proyecto de ley autoriza al fideicomiso a contratar en forma directa, ya sea mediante enajenación, arrendamiento o leasing, las aeronaves. Eso se hará en forma total o parcial en favor de sociedades comerciales o cooperativas, o una asociación de cualquier título de los trabajadores. No necesariamente debe ser una cooperativa. El proyecto que están manejando los trabajadores también habilita a que se asocien con privados. Si esto no sale con los trabajadores, la ley deja la puerta abierta a arreglar con un privado y ahí tenemos que hacer un pequeño proceso competitivo, porque ya cuando es con un privado hay que dar las garantías.

-¿Está definida una cifra para el préstamo del Fondo de Desarrollo (Fondes) a la asociación de trabajadores?

-El plan de negocios de los trabajadores plantea un capital de giro inicial de 15 millones de dólares. Esto sin contemplar la asociación con privados; si se asocian, es distinto. Después hay otros insumos y evidentemente capaz que hay que poner un poco más de dinero.

-¿Se definió otro tipo de ayuda, como subsidios al combustible?

-En función del plan de negocios que ellos nos traen se puede manejar cualquier tipo de acuerdo. Puede ser el subsidio al combustible, puede ser un arrendamiento un poco más bajo, lo que tratamos es de que sea sustentable.

-¿Se conversó con ANCAP sobre un eventual subsidio al combustible?

-No, hasta que no tengamos el plan arriba de la mesa no vamos a conversar con nadie.

-¿Cómo evalúa el estado actual de las relaciones con Argentina?

-Como lo ha dicho el presidente: es negociar, negociar y negociar todos los días, punto por punto. La historia de nuestros países, sobre todo de las ciudades -Montevideo y Buenos Aires-, es la historia de la lucha por los puertos. Yo creo que viene bien, se está manejando. Es dificultoso pero la clave está en negociar.

-¿Coincide con lo que ha dicho el canciller Luis Almagro respecto de que la oposición perjudica la posición de Uruguay?

-Sí, porque buscan hacerlo, porque es el juego político y está bien. Cuando Tabaré Vázquez tenía una relación mucho más dura con Néstor Kirchner la oposición lo criticaba, si bien hay que reconocer que en un momento lo apoyó y se puso atrás de Tabaré, pero también lo criticaba. Y cuando Mujica conversó y se levantaron los puentes, también lo criticaron. La vida política es así, están para criticar y no me molesta que critiquen.

-¿Cómo ve la relación de Mujica con los intendentes?

-Es una realidad excepcional, incluso fuera de lo común. Mujica se ha despojado de intereses propios y partidarios porque es claro que su interés es que le vaya bien a Uruguay y es un tipo totalmente descentralizador.

-¿Lo ha condicionado el FA en su gestión, como señala la oposición?

-Obviamente, el presidente responde a un partido y eso condiciona. Esto no es monárquico, el presidente tiene atrás una fuerza política y se alimentan mutuamente, porque también la fuerza política está en el gobierno porque Mujica es el presidente. Mujica le dijo adiós a la barra pero va a ser siempre tupamaro, eso lo lleva en el corazón, en la manera de pensar, es algo que no se lo puede sacar.

-¿Cuáles deben ser las prioridades del FA para un próximo gobierno?

-Tiene que seguir avanzando en estas reformas, apuntando a la redistribución de la riqueza, y en infraestructura, hay que concretar el puerto de aguas profundas y preparar el país para lo que se viene.