La iniciativa se presentó en una de las reuniones de la comisión del Frente Amplio (FA) sobre participación no presencial, que debe presentar al plenario de la coalición de izquierda un informe con propuestas para incorporar las instancias virtuales a la estructura de participación y toma de decisiones de la fuerza política.

La agrupación 13 de Diciembre sugiere para ello dejar intactos los estatutos del FA y ampliar la noción de "territorio" para que ésta tome en cuenta no sólo las circunscripciones físicas. "Una de las grandes polémicas y trancazos que hay en esta discusión es la reforma del estatuto. Nosotros creemos que se puede ampliar la participación a los comités de base virtuales sin necesidad de modificarlo. En el siglo XXI existe un territorio que no existía en la segunda mitad del siglo XX, que es internet, donde suceden cosas, donde la gente interactúa", explicó Cristina Tello, integrante de la agrupación.

Señaló que uno de los fundamentos para elaborar la propuesta es la inquietud respecto de que el FA "tiende a convertirse en un partido de políticos profesionales, donde el papel de los movimientos y de los independientes, que tradicionalmente se movían a nivel barrial, se está perdiendo". "Las personas no van [a los comités], pero hay mucha gente que tiene cosas para decir. Puede ser una buena herramienta para probar", consideró.

Los integrantes de los Comités de Base Virtuales (CBV), al igual que sucede con los tradicionales, tendrán la obligación de adherirse y cotizar al FA. Se propone generar una plataforma tecnológica donde figuren todos los CBV, con información sobre adherentes, resultados de votaciones, etcétera. Cada adherente estará registrado e identificado y tendrá una clave de acceso. Se implementarán mecanismos de control para que, por ejemplo, se vote sólo una vez en las discusiones.

Sí en general

Tanto los sectores del FA como las bases aprueban en principio que se establezcan “asambleas virtuales”, pero todavía no se quiere opinar sobre ideas concretas. “En principio está el acuerdo con las asambleas virtuales, pero tienen que tener un anclaje orgánico”, aclaró María Ema Alba, integrante de las bases de Montevideo. Acotó, no obstante, que deben definirse los mecanismos para que quienes participen estén claramente identificados y para que “todos estemos en un plano de igualdad”. “Tiene que definirse dónde y cómo se hace la síntesis de lo que se está discutiendo, porque si no es todo muy anárquico”, consideró.

Algunos integrantes de la comisión del FA, como Federico Graña (Partido Comunista del Uruguay, PCU), Bertha Sanseverino (Asamblea Uruguay) y Paula Pellegrino (Partido por la Victoria del Pueblo), también se mostraron conformes con la idea de establecer mecanismos de participación virtual, pero no quisieron entrar en detalles sobre propuestas concretas. Graña recordó que el PCU se pronunció a favor de los CBV. Sanseverino, en tanto, dijo que se deben “desechar los temores de que un comité virtual puede generar manejos poco transparentes”, ya que éstos pueden tener “las mismas garantías que un comité presencial”. Raúl Speroni, integrante del Ejecutivo del Movimiento de Participación Popular (MPP) -sector que todavía no se ha integrado a las reuniones de la comisión pero que lo hará próximamente-, dijo que el sector todavía “no ha analizado una propuesta concreta, pero en general hay cabeza abierta con respecto a estas cosas”.