El presidente del directorio blanco, Luis Alberto Heber, inició la sesión informando sobre los acuerdos logrados y consideró que era un “éxito" del PN, porque había sido un dirigente blanco, el senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional), quien puso el tema en la agenda pública.

El senador Sergio Abreu, que se alejó de AN y formó su grupo, Dignidad Nacionalista, relativizó esa visión. En diálogo con la diaria dijo que en los puntos de acuerdo "no hemos descubierto la pólvora" y enfatizó en la necesidad de que el Frente Amplio asuma "compromisos" y ratifique su postura con votos en el Parlamento. Abreu considera que hay que alcanzar acuerdos "cuando corresponda": "Tampoco es cuestión de estar yendo en forma superficial en temas importantes, pero que después no concretemos al ritmo de la eficiencia que debemos tener en un tema prioritario".

"Terminemos con esto de los acuerdos políticos de carácter general", afirmó, y aseguró que los consensos en materia educativa "son mínimos, no van en profundidad". Abreu teme que el PN termine "confundiéndose en una solución que debía ser de fondo, que debía ser planteada por el gobierno, y ahora queda el PN como corresponsable". Los acuerdos, a su entender, deben ser en temas concretos y con el FA, no con el gobierno, y no pueden ser "un saludo del matrimonio en el atrio".

El planteo de Abreu fue respaldado por Beatriz Argimón, también ex AN, hoy una de las líderes de Concertación Republicana Nacional (CRN). "Para mí no fue un éxito, sino otra estrategia de Mujica", aseguró. Cuestionó algunos de los puntos de acuerdo e hizo énfasis en que la gente "nos pide ser una oposición más rigurosa". "En cada tema que el presidente no pueda tener el acuerdo de su fuerza política va a llamar a la oposición", consideró Argimón, que adelantó que su sector no va a respaldar la firma de otros acuerdos similares con el gobierno: "No voy a aplaudir más fotos con el presidente para darle apoyo en temas en los que no tiene apoyo interno", aseguró, y opinó que este tipo de consensos son positivos para Mujica, "porque si sale bien es un logro del gobierno y si sale mal es por nuestra culpa".

En el sentido de marcar una postura clara, Abreu propuso al directorio emitir una declaración en la que se evalúe los dos años de gobierno de Mujica y los siete años de gobierno del FA. "Hay que salir claramente a hacer esa evaluación, no en posición de destruir, porque hasta para ayudar quiero saber dónde están", explicó. Abreu focalizó en tres puntos que a su entender sintetizan el accionar del gobierno: la inestabilidad de las normas jurídicas, las contradicciones en el gobierno respecto del modelo de país y la "incoherente" inserción internacional.

La moción presentada fue respaldada por Argimón, el diputado Carmelo Vidalín (Soplan Vientos Nuevos), Carol Aviaga (Aire Fresco) y Juan Chiruchi (Herrerismo). El tema se volverá a discutir el lunes 5.

Colegiados en la sombra

En tanto, el directorio blanco resolvió ayer poner en marcha los comités de seguimiento gubernamental, una idea original de Luis Alberto Lacalle, que propuso formar “gabinetes en la sombra” al estilo europeo para controlar la gestión del gobierno. A partir de la segunda quincena de marzo se formarán comisiones especializadas en Educación, Seguridad, Medio Ambiente y Política Exterior, integradas por los legisladores de las comisiones respectivas en el Parlamento y por técnicos de los centros de estudio de cada sector. El objetivo, según explicó el senador Gustavo Penadés, es hacer “un seguimiento profesional de la gestión del gobierno y ejercer un control más estricto sobre la ejecución presupuestal”.