-¿Qué le dijo el presidente cuando le comunicó su decisión?
Que tenía que resolver un cambio en la vicepresidencia de ASSE atendiendo cuestiones políticas y que para eso era necesario que diera un paso al costado. No hubo un cuestionamiento al trabajo que había realizado, en ese sentido fue muy claro. También conversamos sobre el proyecto de ASSE, fundamentalmente sobre su descentralización. Es necesario buscar procesos de gestión que permitan que los responsables de los hospitales puedan tomar las decisiones en el lugar y generar mayor poder de resolución. No es lo que sucede hoy, ya que las decisiones están centralizadas en Montevideo y la demora muchas veces distorsiona bastante la administración de un sector de salud que debe tener una rápida resolución. En muchos casos los pacientes, por falta de capacidad de resolución, tienen que pasar desde Artigas a Montevideo. El proceso de descentralización no está desarrollado. Es necesario que haya mayor resolutividad en el interior y una descentralización en el manejo de los recursos, que es muy importante para que los directores de los hospitales puedan gestionar.
-El ministro Jorge Venegas dijo que su renuncia ya había sido acordada cuando se removió al ex presidente de ASSE Mario Córdoba...
-Fueron versiones que se manejaron en su momento, pero no fue así. Cuando se cambió a Córdoba fue por un planteo sobre la base del presupuesto de ASSE en la Rendición de Cuentas. En aquel momento, él planteó una solicitud presupuestal mayor a la prevista por el Poder Ejecutivo. Además de ser un planteo que no se alineaba con la política general, desde el punto de vista práctico no se podía llevar a la realidad. El presidente [José Mujica] no me manifestó que esto venía de esa etapa, sino que obedecía a razones políticas.
-¿Las nuevas autoridades pueden realizar estos cambios?
-Tengo confianza en que la nueva presidenta e incluso el nuevo vicepresidente, a quien conozco desde hace poco, tienen condiciones para llevarlos adelante.
-¿Cambió mucho la gestión de ASSE con Beatriz Silva?
-Teníamos un proceso de planificación estratégica pendiente. Hoy, como organismo descentralizado, ASSE tiene que sujetarse a otra normativa y eso implica una nueva construcción de normativa y de gestión para cumplir sus cometidos. Eso está pendiente, no se ha hecho. La llegada de Silva aceleró el plan estratégico para definir las líneas de trabajo que necesita una organización de este porte y con estas características. Eso lo que concretamos recién a fines de 2011. Este año se va a tener que bajar a tierra todo eso y ponerlo en práctica.
-¿Cómo evalúa la participación social y de la oposición en el directorio?
-Sigo creyendo que la representación social es un marco institucional muy importante, tanto la de los trabajadores como la de los usuarios en el sector salud. Luego cada uno asumirá las responsabilidades en cuanto a si lo cumple bien o no. La participación de la oposición ha sido un factor importante porque ayuda a que uno tenga que ordenarse rápidamente. Me parece que la oposición no tiene que tener sólo un rol fiscalizador, sino un compromiso con la gestión y con el gobierno. Estar en un directorio es gobernar y también gestionar y asumir riesgos. La oposición [en este caso el nacionalista Alejandro Draper] ha tenido un punto de vista importante desde el punto de vista del control y para contribuir a que las cosas se hagan bien. Pero todavía no se ha madurado lo suficiente la relación con la oposición en varios organismos. La oposición tiene que asumir riesgos y gestión en los distintos ámbitos donde tiene que estar.
-¿Por qué se han demorado los mecanismos de elección de los directores sociales?
-Lo primero que tiene que tener una organización es un reglamento de funcionamiento. ASSE fue creada en 2007, pero el reglamento de funcionamiento de su directorio recién fue aprobado a fines de 2011. Los procesos de construcción de las reglamentaciones han sido muy lentos en algunos casos. También la ley que creó ASSE dice que se reglamentarán los consejos consultivos, y eso está pendiente. Además, dice que se deberá reglamentar mejor la representación de los sectores sociales; ésa ha sido una construcción muy compleja, con distintos actores y visiones diferentes. Eso ha demorado la reglamentación de la elección, pero creo que se va a caminar bien y el ministro ha dicho que en pocos días va a presentar el proyecto. No es fácil porque hay muchos actores trabajando en el tema y no hay unanimidad de opiniones, pero en algún momento hay que laudar esas diferencias. Y ese momento llegó, porque a veces la falta de reglamento o de un marco de funcionamiento genera vacíos complejos de resolver. También hay que tener en cuenta la complejidad de una elección en estos niveles. Hay que recordar lo que fue el proceso electoral del Banco de Previsión Social.
-¿Durante la actual gestión de ASSE hubo luchas internas en algunos hospitales públicos?
-Fueron varias. Hubo dificultades de carácter político. Ocurrieron en distintas direcciones, donde hubo acuerdos y desacuerdos sobre todo en cuanto a los nombramientos en direcciones del interior. Muchas veces, cuando no hay mecanismos de evaluación como debería haber en ASSE, todo queda un poco librado a la situación política y a la controversia en esos aspectos, lo cual no sé sí es bueno para la organización. Hay que generar mecanismos de evaluación por los cuales la gente sea considerada por su desempeño y no por su vinculación política.
-Algunas versiones indicaban que Córdoba se alineaba con el representante de los usuarios y de los trabajadores para votar en el directorio...
-Algunas de las decisiones se tomaban en acuerdo por parte del ex presidente y los representantes de los trabajadores. En algunas ocasiones eran decisiones importantes y otras no tanto.
-¿Qué opina sobre la idea de darle doble voto al presidente de ASSE?
-Me parece muy importante que se dé el doble voto, que no permitiría la mayoría, porque serían tres contra tres, pero por lo menos permitiría equilibrar el peso que tiene el Poder Ejecutivo en el directorio. Son ámbitos de trabajo muy complicados y relativamente nuevos, en los que uno tiene que hacer experiencia y construir institucionalidad. Hay que construir medidas que perduren en el tiempo, y el doble voto deja un escenario bueno, gobierne quien gobierne.
-¿Qué le parece el reclamo de que empresas tercerizadas se integren a ASSE?
-Como organización del Estado ASSE debe mantener las fuentes de trabajo. En ningún momento estuvo en juego la fuente de trabajo en todos los pasos que se han dado con los tercerizados en ASSE, incluso con niveles salariales por encima del resto de las personas que trabajan en similares condiciones. De ahí a la forma de contrato que implicaría la incorporación de 4.000 funcionarios públicos más me parece que hay una distancia grande.
-¿Cómo evaluó la destitución del ex gerente general Enrique Buccino?
-Lo que se planteó en aquel momento, y lo pudimos comprobar recientemente, era la falta de previsión para dar cobertura a las vacantes del rubro 0, es decir, los sueldos. Le pedimos a la Auditoría Interna de la Nación una auditoría sobre el manejo de ese rubro y sabemos por informes extraoficiales que se constata que no hubo irregularidades administrativas. Lo que sí hubo fue una fuerte imprevisión en la gerencia y en la gerencia administrativa, y eso fue lo que le costó el cargo a Buccino.
-¿Está de acuerdo con que el Hospital de Clínicas pase al ámbito de ASSE?
-No tengo opinión formada todavía. Pero es muy complejo cuando a una institución tan grande se le siguen asignando responsabilidades cuando hay dificultades para gestionar. Lo mismo ocurrió con las cárceles: el Ministerio del Interior resolvió que ASSE se hiciera cargo de la salud en las cárceles y sólo lo hemos podido hacer en cuatro establecimientos. A priori diría que ASSE tiene que hacer bien lo que hoy tiene, antes de pensar en seguir aumentando las responsabilidades, porque sería multiplicar dificultades.