El cargo de presidente del Frente Amplio (FA), que se someterá a votación en las elecciones internas del 27 de mayo, es honorario. “Siempre lo fue, por considerarse que se trataba de un gran honor acceder a él”, explicó el presidente de la comisión de Propaganda del FA, Jorge Galzerano.

Ahora el Movimiento de Participación Popular (MPP) propone que exista una remuneración para quien ocupe la titularidad de la fuerza política, y ya ha hecho el planteo en el secretariado ejecutivo del FA y en los ámbitos donde se discuten las condiciones que deben tener los candidatos a la presidencia. “Estamos impulsando que tenga una remuneración para que pueda ser una dedicación full time”, explicó a la diaria el dirigente emepepista Jorge Meroni. Afirmó que todavía no se habla de cantidad, pero señaló que debe ser un sueldo que “dé para vivir”, sin llegar a los de los cargos ejecutivos o legislativos. “Si no [hay remuneración] no tiene sentido, porque tiene que dedicarse pura y exclusivamente a la función”, argumentó también el dirigente emepepista Heber Bousses.

En principio, no ha habido voces contrarias a esta propuesta dentro del FA. “No nos parece mal, y más si [el candidato] tiene que dejar algo para dedicarse a eso. Si no, sólo puede ser una persona jubilada”, evaluó el dirigente de la Vertiente Artiguista Marcelo Melo. “Si [el futuro presidente] no tiene otra forma de sustentarse, estarías marginando quién accede al cargo”, opinó Galzerano.

Este planteo del MPP va en la misma línea de otro que sí genera opiniones encontradas: que ocupar la presidencia del FA sea incompatible con desempeñar un cargo ejecutivo o legislativo -lo cual dejaría afuera, a no ser que renuncien a su banca, a algunos nombres que se han manejado como los de los senadores Mónica Xavier y Enrique Rubio-. Sobre este punto no hay acuerdo en la coalición y se someterá a decisión del plenario el próximo 17 de marzo.