Durante este mes varias delegaciones del PIT-CNT viajaron a la capital argentina para plantear la preocupación de la central sindical por las fuentes de trabajo afectadas debido a las medidas proteccionistas del gobierno de Cristina Fernández. Pero uno de los viajes no tuvo como objetivo reunirse con dirigentes sindicales argentinos, sino establecer un encuentro con altos jerarcas del gobierno directamente implicados en la toma de decisiones con respecto al comercio.
Gracias a la gestión de un “viejo dirigente político uruguayo que vive un poco acá y un poco allá”, los coordinadores del Secretariado Ejecutivo (SE) del PIT-CNT Juan Castillo -que lo fue hasta ayer, ya que pidió licencia para dedicarse a las elecciones por la presidencia del Frente Amplio- y Fernando Pereira lograron reunirse con el ministro de Economía y Finanzas Públicas argentino, Hernán Lorenzino, y con el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio de Vido. La reunión fue mantenida en reserva debido a un compromiso asumido con los jerarcas argentinos y el intermediario uruguayo.
Para que el encuentro se concretara, además de la gestión, también ayudaron las “relaciones históricas con Argentina y la buena opinión que tiene la presidenta de ese país del movimiento sindical urguayo”, dijo Pereira, uno de los participantes en esa reunión. De regreso del encuentro, los dirigentes del PIT-CNT informaron en primer lugar al SE de la central y posteriormente lo comunicaron a Presidencia de la República. Según Pereira, se trató de una gestión “que apunta a que las relaciones con Argentina son mucho más que económicas, y a que lo que le vendemos tiene un valor agregado mucho mayor que lo que les vendemos a otros países, son relaciones privilegiadas”. “Uno puede hacer muchas cosas menos mudarse o creer que puede vivir sin el Mercosur”, aseguró. El diálogo aceitado “con las centrales sindicales de allá y el que deberían tener los empresarios uruguayos con sus pares argentinos tiene que ser una política de Estado”, señaló Pereira.
En la reunión los dirigentes del PIT-CNT manifestaron su preocupación por la suerte de los puestos de trabajo en las industrias afectadas y transmitieron su postura favorable a profundizar la integración regional. Marcelo Abdala, del SE del PIT-CNT, dijo que surgieron algunas ideas para “destrabar rápidamente los flujos comerciales”, como la implementación de un sistema de intercambio que no sea en dólares sino en una relación entre el peso argentino y el uruguayo, y la necesidad de que Uruguay responda a la demanda argentina sobre los movimientos de capitales “que en algún caso pueden no estar pagando las contribuciones establecidas” por el vecino país.
Paro y movilización
Varios sindicatos industriales afectados por las medidas argentinas se concentraron ayer en el centro capitalino. El eje de los reclamos fue la diversificación de la matriz productiva del país, apuntar a un mayor desarrollo industrial, y el mantenimiento de los puestos de trabajo de las 1.500 personas en seguro de paro a causa de las trabas comerciales.
Abdala, orador del acto, expresó en diálogo con la diaria que “no hay una salida industrial del país al margen de América Latina” y que se debe “fortalecer la institucionalidad del Mercosur, los flujos de comercio industrial de la región y aspirar a una complementación productiva”.
Los problemas puntuales con el vecino país “no se resuelven al margen de la región sino con soluciones políticas”, expresó. En este sentido proponen cuatro medidas adicionales a las del gobierno: instalación de una mesa tripartita de valoración en la Aduana “para desestimular la competencia desleal y el dumping”, porque se ha constatado que hay “productos armados que salen más baratos que la materia prima que requieren”; la mayor integración nacional y regional posible en los procesos productivos; solicitar a la inversión extranjera directa “un papel mayor a través de sus compras armando redes de proveedores nacionales”; e implementación del sistema de compras públicas que permita utilizar la demanda del Estado “para promover una mayor industrialización”, concluyó Abdala.