La asamblea general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM) convocada ayer para ratificar el convenio colectivo firmado el 13 de enero con la Intendencia de Montevideo (IM) fue suspendida por el presidente del sindicato, Emiliano Planells, “por falta de garantías” ante una seguidilla de incidentes y escaramuzas en el momento en que se procedía a votar. Por eso, el sindicato “no pudo expedirse sobre la resolución de ratificación o no” del convenio, dice un comunicado emitido ayer por el Consejo Ejecutivo.

Si bien los incidentes comenzaron a la hora de implementar la votación, porque no había acuerdo en cómo presentar las opciones al plenario, las escaramuzas recrudecieron en el momento en que la escribana del sindicato recolectaba los votos respecto a si aprobar o no el convenio. Esto generó que Planells suspendiera la asamblea, pero integrantes de las listas minoritarias permanecieron en el recinto del Palacio Peñarol intentando continuarla. Sin embargo, poco a poco la mayoría de los asistentes se fueron yendo y la asamblea quedó disuelta.

Había dos mociones en discusión: la que proponía la ratificación del convenio, apoyada por la lista 2011, que tiene la mayoría en el Ejecutivo, y otra que no lo convalidaba, planteada por las tres listas minoritarias de la dirección (1980, 17-19,74 y 307). Los sectores en minoría argumentan que la firma del convenio con la intendenta Ana Olivera fue decidida de forma “unilateral” por la mayoría del Ejecutivo, “violando” las resoluciones de la última asamblea gremial en noviembre. El convenio, hasta 2015, establece ajustes salariales semestrales por el 100% del IPC, que se cobrarían por adelantado según lo proyectado por el Banco Central.

El dirigente de la lista 1980, Pablo González, dijo que es “falso” que la asamblea haya sido “levantada” por el presidente del sindicato por falta de garantías: “Hizo un tanteo de la votación y como vio que perdían planteó el levantamiento”, afirmó. El resultado de la votación “estaba garantizado por el conteo en una caja, al cuidado de la escribana del sindicato”, agregó. Por su parte, Camilo Clavijo, secretario general del gremio, electo por la 2011, dijo que la asamblea no pudo culminar debido a “unas escaramuzas” que hubo a la hora de poner a votación las propuestas. Clavijo consideró que cuando se dio la primera votación, a mano alzada, “para nosotros desde la mesa” había una “clara mayoría” a favor de ratificar el convenio, pero eso “generó varias escaramuzas y tuvimos que suspender la asamblea porque no había garantías suficientes”, explicó. Según Clavijo, tras la primera votación a mano alzada se “vio que el convenio salía”, pero se pidió un conteo y “se pusieron urnas y a la escribana como garantía, pero siguieron los insultos, los agravios y así la gente no podía votar con tranquilidad”.

El martes se reunirá el Consejo Ejecutivo, la idea de la mayoría es proponer “un mecanismo que garantice la mayor participación y democracia para ratificar el convenio” por lo que se piensa en “una consulta a través de diferentes formas, como ir con una urna sector por sector”, dijo Clavijo. La convocatoria a otra asamblea general está descartada porque “los ánimos quedaron crispados” y los “sectores minoritarios” no cumplieron el acuerdo de “trabajar para que hubiese seguridad y garantías suficientes” porque “empezaron con estas escaramuzas”.

Para Aníbal Varela, miembro del Ejecutivo por la lista 307 y ex secretario general del gremio, “ambas posiciones defendían que tenían la mayoría” por lo que se pasó a votar “con urnas” y en ese momento se produjeron “forcejeos” que hicieron que el presidente del sindicato “utilizara facultades estatutarias para suspender la asamblea”, lo que admitió que “puede hacer”. En relación a la propuesta de votar la firma del convenio mediante un plebiscito, Varela adelantó que el tema se debe “saldar con otra asamblea” porque que es el “máximo órgano de dirección” del gremio. Para Varela “un plebiscito” no es una opción porque “no está en los estatutos”.