Una declaración del lunes del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista (PS) dejó en evidencia que, al menos la renuncia de Juan Silveira a la vicepresidencia de AFE, presentada el 14 de marzo, estuvo motivada por decisiones del Poder Ejecutivo y no fue voluntad del jerarca. Los socialistas se reunieron con Silveira, quien pertenece al partido, y luego emitieron la declaración, que destaca que los cambios en el directorio “generan una tensión” entre el Poder Ejecutivo y el PS en torno a la reforma ferroviaria.

La declaración también abarcó la “remoción” por parte del Poder Ejecutivo del gerente general de la empresa, el socialista José Nunes, a quien se había anunciado su separación del cargo el 29 de febrero, con el argumento de que se quería al frente de la gerencia general en la nueva estructura del ente a Jorge Setelich, hermano del presidente de ANCAP, Raúl Sendic. En ese momento, el gobierno ratificó a los directores frenteamplistas del ente, según recordaron los diputados socialistas Yerú Pardiñas y Gustavo Bernini y se reafirma en la declaración. Dos semanas después de haber sido nombrado gerente general, y junto con las renuncias de los directores, Setelich fue designado presidente de AFE.

Un amigo de Fierro

El futuro vicepresidente de AFE, Alejandro Fierro, es ingeniero mecánico y se desempeñaba asesorando a la Dirección Nacional de Energía. Trabajó en los talleres del ente durante la presidencia de León Lev, en el gobierno de Tabaré Vázquez. Según dijo Genta, este profesional acompañó al Ministerio de Transporte y Obras Públicas durante la formulación del modelo de reestructura ferroviaria, basado en una sociedad anónima entre AFE y la Corporación Nacional para el Desarrollo. Fue militante de la Juventud Socialista del Uruguay.

El cambio en el directorio fue explicado por el gobierno por la necesidad de contar con un “nuevo equipo” en “una nueva etapa”. En esa línea, el hasta ahora presidente de AFE, Alejandro Orellano, dijo el 14 de marzo a El Observador que había tomado la decisión por tratarse de “un ciclo cumplido”. Según el subsecretario de transporte, Pablo Genta, los directores tuvieron un “desgaste natural porque se estudiaron distintas alternativas para encarar este camino de reestructura del ferrocarril”, por lo que el gobierno evaluó que “la puesta a disposición de sus cargos permitiría al Poder Ejecutivo renovar las figuras y empezar con el ímpetu que requiere un trabajo muy fuerte en distintos ámbitos de AFE”.

Concretamente, desde Presidencia argumentaron que había habido un fuerte desgaste con el sindicato del ente, la Unión Ferroviaria. Pero la declaración del PS se distanció de esa visión: “El trabajo de los compañeros [en el caso de Silveira y Nunes] para nada dificultó la negociación con los trabajadores y buscó lograr avances en acuerdos necesarios con el sindicato, tema manejado casi en exclusividad -en este último tiempo- por el representante del Poder Ejecutivo”, el embajador itinerante Julio Baráibar.

La declaración del PS, emitida tras la reunión con Silveira, manifestó su “sorpresa” y “preocupación” ante la “precipitación de los acontecimientos que involucran a los directores frenteamplistas y al gerente general de AFE, que lleva a la presentación de sus renuncias”, así como su respaldo a la tarea realizada tanto por el vicepresidente como por Nunes.

En el PS molestó la remoción del vicepresidente, teniendo en cuenta que dos semanas antes había sido confirmado en el cargo. Según Pardiñas, a Silveira “lo tomó por sorpresa la decisión, no por disconformidad sino como sentimiento de que no le parecía lo correcto habiéndolo ratificado antes”.

No es la primera diferencia entre el PS y el gobierno respecto a la reestructura ferroviaria. Durante el proceso de discusión de la reforma, el partido se había mostrado contrario a la posibilidad de que AFE integrara una sociedad anónima y había impulsado un proceso de reestructuración basado en el fortalecimiento de AFE como ente autónomo.

Según relató Pardiñas, el mes pasado dirigentes del PS le presentaron al presidente José Mujica una iniciativa de inversión del entorno de 50 millones de dólares que se destinarían a la recuperación de los ramales “prioritarios”: Montevideo-Rivera, Montevideo-Minas, Piedra Sola-Fray Bentos y un tramo hacia el litoral uniendo el ramal Piedra Sola hasta los departamentos de Paysandú y Salto. Pardiñas recordó que la propuesta fue recibida con interés por parte del presidente.