“El Partido Nacional tiene una Secretaría de Asuntos Sociales y todos los sectores del Frente Amplio operan por intermedio de sus frentes sindicales. Entonces, si nadie lo esconde, ¿por qué nosotros lo vamos a esconder?”, se pregunta José Luis Ituño, militante del Sindicato Único de Telecomunicaciones (Sutel), uno de los impulsores de la conformación de un ala gremial del Partido Colorado (PC).

La fecha que eligieron para instalar esta “mesa de trabajo sindical” dentro del PC resulta significativa: será el 21 de mayo, la fecha de nacimiento de José Batlle y Ordóñez. El acto tendrá lugar en la sede partidaria ubicada en la calle Andrés Martínez Trueba -que “también es nuestra casa”, según Ituño- y se espera la asistencia de unos 50 sindicalistas “de extracción batllista” de Sutel, El Correo, UTE y gremios municipales del interior, entre otros.

Ituño explicó que la idea apunta a capacitar militantes, consolidar una “filosofía de la actividad sindical desde una perspectiva batllista” y reflexionar sobre la “necesaria independencia” del trabajo sindical, independientemente de “los lineamientos partidarios”.

“Hay una gran cantidad de compañeros batllistas afiliados a sus sindicatos, que no están organizados, no tienen elementos para militar en sus gremios. Nosotros tenemos que partir de una base: quien reglamentó los sindicatos en Uruguay y aprobó la ley de ocho horas fue Pepe Batlle. Ésos son nuestros mayores argumentos”, reflexionó Ituño, quien además es columnista del semanario colorado Opinar.

Reconoció que el PC nunca tuvo una participación gremial “trascendente” ni apostó a formar cuadros políticos desde ese ámbito, algo que sí ha sido una seña de identidad de la izquierda. “Siempre fue la política por un lado y los sindicatos por otro; eso ha quedado marcado a fuego. Pero es incluso un error político, porque entre el total de afiliados al PIT-CNT seguramente 15% o 20% sean votantes colorados o se definan como batllistas, además de los que no están afiliados al PIT-CNT”, continuó.

Entre los colorados, según Ituño, siempre fue más importante la carrera dentro de la propia estructura política, y eso dificultó la inserción en las organizaciones.

“El trabajador de extracción batllista no lo dice, porque lamentablemente si lo planteás en un sindicato terminás siendo ninguneado. A mí me han dicho hasta ‘colorado facho’. Frente a eso cuesta asomar la cabeza, y si no tenés fortaleza terminás optando por pasar inadvertido”, opinó. Ituño graficó esta situación con una anécdota de su trabajo: “En Antel me ha pasado que me entero de que un compañero es colorado después de tenerlo diez años al lado. Hace poco, una compañera, gran militante del sindicato, me dijo que era colorada y yo estaba convencido de que era del Partido Comunista”.