La posibilidad de crear esta herramienta aparece detallada en el artículo 26 de los estatutos del Frente Amplio (FA): allí se explica que los comités de base “funcionales” estarán integrados por militantes “en su lugar de trabajo o estudio”, y que luego se integrarán a la Coordinadora o Departamental “en cuya área geográfica esté ubicado el establecimiento que los nuclea”.

Hasta ahora es la alternativa que manejan con mayor fuerza entre un grupo de “docentes frenteamplistas” de Secundaria, molestos con las prácticas que han impulsado algunas corrientes de opinión en sindicatos de la enseñanza, y que anoche mantenía otra reunión en el local del Frente Izquierda de Liberación.

El dirigente Juan de Marsilio, ex presidente de ADES-Montevideo y uno de los participantes en este espacio, dijo que esta iniciativa surge a raíz de la compleja situación educativa y que pretende ser un espacio para analizar los planteos del gobierno y de la oposición. Según De Marsilio, puede ser también una herramienta para que los profesores de todo el país contribuyan en la elaboración programática, aunque, en cualquier caso, mantendrá una posición crítica respecto de los planes del gobierno, ya que no hacerlo “sería suicida”. “Sería un insulto plantear que porque están en un cargo de gobierno no se puede disentir con estos compañeros”, continuó.

Hay comités de base “funcionales” entre trabajadores de la Intendencia de Montevideo, del Ministerio de Desarrollo Social y también en UTE, Antel y la DGI, entre otros organismos. Según Jorge Galzerano, responsable de prensa del FA, se trata de una herramienta que tuvo su momento “de mayor auge” en ocasión de las elecciones de 1984 y 1989.