La posición del diputado salteño del Frente Amplio (FA) Andrés Lima, contraria al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, tiene una explicación que trasciende lo personal. Lima es representante de una camada de militantes del Partido Democrata Cristiano (PDC), colectividad política que desde su fundación ha tenido una influencia fundamental en Salto, obteniendo una banca en Diputados en varias legislaturas y colocando a uno de sus dirigentes como intendente, Ramón Fonticiella, en el anterior período de gobierno. Poco antes de las elecciones de 2009, un grupo de militantes liderado por Lima se desligó del PDC y formó la Agrupación Humanista Armando Aguirre.

Juan Pablo Cesio, presidente de la departamental salteña del PDC, explica que el quiebre se debió a "diferencias en la política de alianzas" hacia esas elecciones. La discusión era si el PDC presentaba como candidato a diputado a Lima o hacía "un acuerdo electoral más amplio presentando a otra persona", dice Cesio. Ésta fue la decisión principal que precipitó el alejamiento de Lima y sus seguidores. El PDC apoyó la conformación de la lista 393 que presentó la plancha al Senado del Frente Liber Seregni y a Alejandro Domostoj (Partido Socialista) y Enrique Cesio (PDC) para Diputados. Por su parte, la Agrupación Humanista Armando Aguirre se presentó con la lista 888 (casi igual que la lista histórica del PDC, la 808) que presentó al Senado la plancha del Espacio 609 y a Lima a Diputados. La 888 fue la más votada dentro del FA con 13.861 votos, mientras que la 393 obtuvo 13.040. Por una diferencia de 821 votos, Lima se quedó con la banca del FA en Salto.

Según Enrique Cesio (padre de Juan Pablo y veterano dirigente del PDC), Lima "se formó políticamente" dentro de su partido y "gran parte de sus electores" son votantes históricos del PDC.

Cuestión de alianzas

El PDC, que cumplió 50 años en febrero, fue uno de los sectores fundadores del FA. En 1971 y 1984 la coalición se presentó a las elecciones bajo ese lema para poder participar. Ya en el 71, el PDC salteño logró que Carlos Texeira saliera electo diputado por la 808, en una alianza con la Unión Popular de Enrique Erro. Ese año el PDC lograba una histórica votación, consiguiendo un senador y siete diputados.

En 1984 el PDC no logra recuperar la banca en Salto y en 1989 se escinde del FA y se presenta bajo el lema Partido por el Gobierno del Pueblo, apoyando como candidato a presidente a Hugo Batalla, pero tampoco consigue una banca. Algunos militantes decidieron continuar en el FA y formaron el grupo Artiguismo y Unidad, que se integró a la Vertiente Artiguista. En 1994 el PDC vuelve a hacer una alianza con el FA y se presenta bajo el lema Encuentro Progresista. En Salto la 808 presenta las candidaturas a diputados de Enrique Cesio y Ramón Fonticiella y consigue recuperar la banca. En 1999, en alianza con el Movimiento de Participación Popular, conforma la lista 303 y consigue nuevamente colocar a Fonticiella como diputado. La plancha al Senado en esa ocasión era encabezada por José Mujica (MPP), seguido por Héctor Lescano (PDC).

En 2004 el PDC salteño realiza una alianza diferente y apoya la plancha al Senado de Democracia Avanzada (liderada por Marina Arismendi), en Diputados lleva a Fonticiella y Alba Cocco (Partido Socialista) y mantiene la presencia en la cámara baja. Al año siguiente, Fonticiella es el candidato común del FA a la intendencia y al resultar electo deja su lugar en Diputados a Cocco.

Cesio dice que esta tradición democristiana en Salto surge porque "había un grupo muy homogéneo de militantes, un núcleo duro que lograba comunicarse bien con la sociedad salteña". Pero, además, el PDC se mantuvo mediante "una acertada política de alianzas electoral y buenos candidatos", agrega.

Explica que comparte la posición de Lima contra la legalización del aborto y asegura que cualquier diputado del PDC "votaría lo mismo", poniendo como ejemplo a Juan Andrés Roballo (electo en Montevideo por la lista 738 de Alianza Progresista en 2004), que se opuso a la ley de Salud Sexual y Reproductiva en 2008. "Coincidimos con los argumentos que dio Tabaré Vázquez cuando vetó esa ley", expresa.

Tradición cristiana

Enrique Cesio, retirado actualmente de la actividad política, cuenta que en Salto su partido tiene una historia de protagonismo desde los años 50, cuando los católicos militaban en la Unión Cívica (UC). En 1962, se produce una escisión en la UC y se forma el PDC, pero en Salto los cívicos ya tenían un edil en la Junta Departamental. Luego, como PDC, obtendrán otro y en 1971, ya dentro del FA, el primer diputado. Cesio dice que, además de “inteligentes acuerdos electorales”, había un grupo de gente “acostumbrado a trabajar con los sectores populares”, y el partido tenía una fuerte inserción en los sindicatos bancario y ferroviario, que fueron conducidos durante años por dirigentes del PDC. También en Salto surgió la primera cooperativa de vivienda (Cosvan) bajo el impulso de la ley de cooperativas impulsada por el entonces diputado del PDC Juan Pablo Terra.

La influencia de las corrientes progresistas de la Iglesia Católica fue un factor que también influyó en la sociedad salteña. La Iglesia hacía “sus viejas pastorales recomendando disimuladamente un voto por la Unión Cívica”, cuenta Cesio, que añade que luego del Concilio Vaticano II y el surgimiento de la Teología de la Liberación coincide en Salto “un clero con una fuerte filiación a esa tendencia”. Sin embargo, aclara que el PDC ha funcionado en los últimos 40 años como una fuerza con “una base ideológica cristiana” pero sin apoyo de la Iglesia. Luego de “la renovación de las ideologías”, el PDC adoptó el “humanismo cristiano” que difundió Terra, que ahora representa “la matriz ideológica de nuestra fuerza”, dice Cesio.

En ese clero progresista influyó de manera determinante el obispo Marcelo Mediharat, partícipe de la Conferencia Episcopal de Medellín de 1968 y firme impulsor de sus resoluciones renovadoras. Las resistencias a su trabajo pastoral dirigido a las comunidades de base y los pobres lo llevaron al exilio durante la dictadura, aunque continuó dirigiendo la diócesis desde Argentina hasta su regreso en 1984.

Cesio, que es católico, aclara que ahora en el PDC hay gente con su mismo credo pero también “mucha gente que no”.