En su raíz latina, “prospectiva” viene de “mirar hacia adelante” o “mirar a lo lejos”. Supone imaginarse futuros posibles y vislumbrar los caminos para llegar a los escenarios deseables. En otros países de la región y del mundo, los estudios prospectivos ocupan un lugar relevante en la estructura del Estado y en la elaboración de planes de desarrollo. En Uruguay, los partidos políticos todavía no han incorporado esta herramienta y tampoco lo ha hecho el gobierno, con excepción de una experiencia durante la administración de Tabaré Vázquez, coordinada por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). Se denominó Uruguay tercer siglo y consistió en un estudio prospectivo de ocho sectores claves de la economía. Pero luego de que se publicaron los primeros resultados, en agosto de 2009, los estudios no continuaron por falta de recursos. El economista Gustavo Bittencourt, quien en ese entonces era asesor de la OPP y coordinador del proyecto, opinó que “en el gobierno y en la mayoría de los sectores [del Frente Amplio] predomina una visión de corto plazo”. Advirtió que “más allá del discurso”, a la hora de asignar los recursos no hay interés en la planificación de largo plazo, y puso como ejemplo que “no quedó nadie” en la OPP del equipo que trabajó en Uruguay tercer siglo.

Aprendiendo de otros

Los estudios de prospectiva en América del Sur se han incorporado en dos modalidades, dentro de la estructura del Estado y aplicados a planes de desarrollo. Cecilia Alemany, magíster en Prospectiva Internacional por la Universidad de la Sorbona, recordó que en la región esta perspectiva se ha incorporado, por ejemplo, en el Ministerio de Planificación de Brasil y en el Ministerio de Economía de Chile. En el mundo este tipo de estudios es utilizado mayormente por las agencias de inteligencia y los ministerios de Defensa y de Economía, pero también por empresas privadas.

Alemany explicó que existen estudios de prospectiva enfocados en el largo plazo, como los que incorporan algunos planes de desarrollo, y otros de corto plazo, que consisten, por ejemplo, en monitoreos para prever crisis de gobernabilidad. El Programa de Análisis Político y Escenarios Prospectivos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) llevó a cabo en este sentido un monitoreo de la situación política en Bolivia en algunas etapas de la gestión del presidente Evo Morales. También analizó la situación política en Argentina a raíz del conflicto agropecuario en 2008, así como los primeros 100 días del gobierno del presidente Daniel Ortega en Nicaragua, entre otros casos.

A mediados de marzo, el Partido Socialista (PS) creó un Grupo de Estudio Prospectivo que será supervisado por el secretario general del partido, Yerú Pardiñas, y estará abierto a académicos que no sean miembros del PS. “En el PS ha sido siempre una inquietud tener espacios de discusión y de pensar en los futuros posibles, y de delinear el posicionamiento del partido a partir de eso”, señaló Pardiñas. Explicó que los insumos que surjan del debate se utilizarán para “nutrir la discusión programática del partido” y para la formación de los nuevos militantes.

En vías de desarrollo

Si bien en Uruguay los partidos políticos no han reunido aún a este tipo de herramientas, hay intentos de construir visiones de largo plazo. La comisión de programa del Frente Amplio centrará este año sus debates en la noción de desarrollo. A fines del año pasado conformó un grupo de trabajo, integrado entre otros por los ex decanos de Ciencias Sociales Luis Bértola y Diego Piñeiro, el ex ministro de Economía y Finanzas Álvaro García y el ex director de OPP Carlos Viera, que tendrá como cometido elaborar un documento con una mirada estratégica del país a mediano y largo plazo, que se presentará públicamente en octubre. “La idea es generar algo que al país le falta: pensamiento estratégico”, explicó el dirigente Eleazar de León, integrante de la comisión de programa.

El Partido Colorado prevé realizar en mayo de este año el plenario de su congreso ideológico, donde se debatirá una serie de documentos elaborados por secretarías técnicas. Una de ellas tiene el cometido de pensar sobre “prosperidad y desarrollo”.

El diputado colorado Fernando Amado (Vamos Uruguay) opinó que este congreso es “un paso desde el punto de vista de aggionar ideológicamente una cantidad de lineamientos”, pero lamentó que el PC está “muy lejos de tener un centro de estudios o estar involucrados con imaginarnos el Uruguay de 2040”. “Los partidos políticos en Uruguay viven del inmediatismo político-electoral, y nos cuesta hacernos tiempo para pensar en esa perspectiva. Nos cuesta ambientar ese espacio, porque paga mucho más el inmediatismo y el corto plazo, y eso es preocupante”, consideró. El Partido Nacional sí tiene un centro de estudios, conformado a mediados de 2011 y coordinado por Luis Alberto Lacalle, pero todavía no ha concretado documentos o actividades con esta tónica, más allá de un curso para la formación de dirigentes. El senador Sergio Abreu, que integra el centro, buscará promover una discusión con técnicos de otros partidos sobre una visión a largo plazo de la integración regional, en sus dimensiones política y económica.