Una vez descartada la aprobación en Diputados del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que tenía media sanción del Senado, el Frente Amplio (FA) estudia incorporar cambios en el texto para conseguir, por lo menos, la despenalización del aborto.

Tras confirmarse que los diputados del FA Víctor Semproni (Congreso Frenteamplista) y Andrés Lima (Agrupación Humanista Armando Aguirre de Salto) no acompañarían el proyecto aprobado por los senadores y tampoco dejarían su banca en el momento de la votación, el grupo de legisladores de la bancada que trabaja el asunto decidió buscar alternativas para evitar que se vuelva a posponer el tema hasta la próxima legislatura.

Una de las posibilidades es aprovechar la presentación -del diputado del Partido Independiente Iván Posada- de un proyecto alternativo al del FA pero que tiene puntos en común. La semana pasada, los senadores Mónica Xavier (Partido Socialista), Constanza Moreira (Espacio 609), Luis Gallo (Asamblea Uruguay) y el diputado canario Juan Carlos Souza (Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad), miembros del grupo de trabajo del FA, se 
reunieron con Posada. Se estableció que existen “posibilidades de encuentro para avanzar en un proyecto único”, dijo Souza, que quedó como responsable de realizar un análisis comparativo de ambos textos y elaborar un informe para el FA. El lunes 30, se volverán a encontrar con Posada para determinar definitivamente si se redacta un proyecto único de consenso.

Voto naranja

En una carta publicada ayer en el sitio web del grupo Ir, Alejandro Zavala propuso realizar una consulta sobre el tema en las elecciones del 27 de mayo. “¿Por qué no aprovechar la excelente ocasión que nos brindan estas internas para consultar la opinión de los y las frenteamplistas?”, se pregunta Zavala, y propone que se incluya una “hoja naranja” para manifestar el respaldo a lo “votado por nuestros senadores”.

Para Zavala, la consulta es una posibilidad no sólo para demostrar que la mayoría de los frenteamplistas se expresen sobre la aprobación del proyecto sino también para “cambiar y empezar a construir el Frente que queremos, el de hacer valer la unidad para que las cosas pasen”. La idea es que la propuesta puede ser considerada por el Plenario Nacional, y si bien “formalmente no tiene valor”, se genera “un hecho político”, dice Zavala, quien recuerda que la bancada del FA resolvió postergar hasta después de las elecciones del 27 la discusión, incluida cualquier modificación al proyecto original. “Despenalizar no es legalizar”, indicó y eso todavía “no fue discutido y tendríamos que estar todos de acuerdo”, agregó.

Para instrumentar este plebiscito interno, el FA debería convocar a un plenario que habilite la papeleta naranja, y si eso no ocurre, introducir esa opción en el sobre -sin ninguna lista sectorial- sería contabilizado como un voto en blanco.

Souza, que estuvo analizando junto con sus asesores las dos propuestas, considera que “en líneas generales hay muchísimos puntos en común”, pero en algunos artículos “deberemos hacer nuestro esfuerzo para encontrar una redacción que permita el acuerdo”.

De esta manera, se conseguiría el voto de Posada, pero también el de Semproni. “A partir de haber analizado las propuestas de Semproni para modificar el texto original, no tengo la más mínima duda de que estarán contempladas en el nuevo texto”, en consenso con Posada, dice Souza. De esta manera, quedarían asegurados los 50 votos necesarios para que la iniciativa sea aprobada por mayoría simple, sin necesidad de especular con la no asistencia de algún legislador.

Souza dice que si bien está totalmente de acuerdo con el proyecto elaborado por el FA que se aprobó en el Senado, dadas las circunstancias “hay una oportunidad de avanzar en el hecho central que es la despenalización”, y eso no se puede desperdiciar. La posibilidad de consagrar al aborto como un derecho de las parejas y de las mujeres está descartada. Como “no tenemos los votos para aprobar un texto con ese grado de madurez y profundidad, no me puedo quedar enarbolando la bandera de los derechos y seguir con la penalización y con las mujeres corriendo riesgos de vida”, explica. “O levanto esa bandera y me muero con ella en las manos o flexibilizo y saco un gran escollo del camino”, logrando al menos la despenalización, concluyó Souza.

Si se consigue un acuerdo con el diputado Posada y se elabora un texto de consenso, el proyecto continuará su trámite en la Comisión de Salud de Diputados para luego pasar al plenario de la cámara. El senador Gallo dijo que el nuevo proyecto podría estar pronto en “tres semanas”.

El proyecto de Posada establece que el aborto no será penalizado para las mujeres que lo realicen dentro de las 12 primeras semanas de gravidez y concurran voluntariamente a una consulta médica para informar de la situación que les impide continuar con el embarazo. Luego, deberán tener consulta con un equipo interdisciplinario, integrado al menos por un médico, un psicólogo y un asistente social. Posada establece en el texto que al menos uno de los integrantes del equipo “deberá pertenecer a la lista del personal con objeciones de conciencia”.

Según el senador Gallo, este último “es un tema discutible”, pero el resto de la propuesta es similar a lo previsto en uno de los artículos vetados por el entonces presidente Tabaré Vázquez de la ley de Salud Sexual y Reproductiva de 2008.