A seis días de las elecciones internas del Frente Amplio (FA), los candidatos a la presidencia de la fuerza política fueron invitados por la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) y la Coalición por una Comunicación Democrática (CCD), con el apoyo de la fundación alemana Friedrich Ebert, a debatir sobre políticas de comunicación. El evento se planificó antes de la aprobación del decreto que regula la asignación de frecuencias de televisión digital y pretendía ser un ámbito para que los candidatos marcaran posición sobre la norma, pero ayer el interés de los presentes en la sede de APU se terminó centrando en la eventualidad de que el gobierno y el FA en particular impulsen una ley de servicios de comunicación audiovisual.

El Ministerio de Industria, Energía y Minería proyecta elevar a Presidencia un borrador de ley (ver http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/5/comprame-charona/). En ese marco, los candidatos Mónica Xavier, Enrique Rubio y Ernesto Agazzi, y uno de los responsables de prensa de Juan Castillo, Gabriel Mazzarovich -el candidato se demoró por una actividad en Metzen y Sena-, opinaron que sería prioritario aprobar la ley en este período. Rubio incluso recordó que el 3 de mayo, en una actividad que tuvo lugar en la Torre Ejecutiva con motivo de la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el presidente José Mujica afirmó que había que dar luz verde al proyecto. El senador de la Vertiente Artiguista advirtió, no obstante, que queda un año hábil de labor legislativa antes de que la campaña electoral haga que sea “poco realista” pensar en la aprobación de la ley.

Las oratorias de los candidatos estuvieron precedidas por un balance positivo respecto de la aprobación del decreto de televisión digital que realizaron tanto el secretario general de APU, Ruben Hernández, como Edison Lanza, integrante de la CCD. Luego el docente e investigador argentino Martín Becerra, especialista en medios de comunicación e industrias culturales, hizo un repaso del papel que han jugado los gobiernos denominados “progresistas” en materia de regulación de medios y los ejes sobre los que han girado los debates a la hora de regular. Señaló que, en general, ha habido un acuerdo “tácito” entre gobernantes de distinto signo ideológico y los medios de comunicación para convertir la regulación de los medios en un “tabú”. “Es como retrotraernos a la monarquía absoluta el hecho de que haya gente de sangre azul que nunca rinda cuentas de lo que hace con el espacio público” y que utilice las frecuencias indefinidamente, consideró Becerra. Apuntó que los únicos países que poseen leyes integrales sobre medios en América Latina son Venezuela y Argentina, y que en el primer caso se “pone en crisis” la libertad de expresión y en el segundo caso no sucede esto, pero no ha habido tampoco una “apropiación social de la norma”.

El ex titular de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones y actual asesor del Poder Ejecutivo en la materia, Gustavo Gómez, también reflexionó sobre esta ausencia de regulación en un artículo denominado “Gobiernos progresistas y políticas públicas de comunicación”, que integra un libro que circuló durante la actividad. “Luego de varios años de gobiernos progresistas en la región, el dato fuerte es que no se ha modificado la gran concentración de medios e incluso en algunos casos se amplió. Los avances en materia de democratización de las comunicaciones han sido muy pobres”, evalúa Gómez en ese trabajo. Advierte que las políticas de comunicación no han estado presentes en los programas de los partidos y que muchas veces se teme hipotecar triunfos electorales por plantearlas. También entiende que hay “desinformación e incomprensión de la mayoría de los dirigentes progresistas” sobre la “importancia estratégica” del tema. “La ausencia de estudios previos, así como la falta de reflexión y elaboración de propuestas previas a asumir la administración del Estado, sólo condujo al primer rasgo que han tenido los gobiernos progresistas: no hacer nada y dejar que todo siga como está, lo que es una forma de política al respecto”, considera. En el caso de Uruguay, Gómez reconoce la aprobación de la ley de radiodifusión comunitaria y no menciona, por ser muy reciente, la aprobación del decreto de televisión digital. Finalmente, entiende que el país debe avanzar hacia un modelo intermedio entre la “convivencia pacífica” y la “confrontación hegemónica”.

Guerra sucia

A su turno, los candidatos del FA y el representante de Castillo 
coincidieron en la necesidad de democratizar las comunicaciones y reconocieron que en este tema la fuerza política no ha avanzado lo suficiente. También advirtieron que es un tema en el que tendrán una fuerte resistencia de los dueños de los medios y en el que habrá que dar una “dura batalla”, e hicieron referencia al recurso que está evaluando presentar Andebu en contra del decreto de televisión digital. “Los canales de televisión privados están en contra porque se niegan a pagar cánones, se niegan a presentarse a concursos. No es quitarles lo que tienen, si hasta somos tan buenos que reconocemos derechos adquiridos”, deslizó Mazzarovich. “Esto tiene que ver con el tema de la redistribución de la riqueza, estamos hablando de un gigantesco negocio. No sólo defienden ideas, defienden unas cuentas bancarias muy grandes”, acotó. “Acá parece que hay que tener mucho cuidado con el sacrosanto derecho de la propiedad”, comentó Agazzi y acotó que aparentemente el único derecho de propiedad que se tiene en cuenta es el de los dueños de los medios.

Rubio remarcó que no cree en “la teoría de la sola autorregulación”. Xavier introdujo el debate sobre la regulación de contenidos, a conciencia de que existe el “riesgo de que cualquier regulación sea calificada como una medida para coartar la libertad de expresión”. Hizo mención a la “guerra sucia” de los medios en el caso La Pasiva y enfatizó que genera “indignación” la “impunidad” con la que los medios difunden tal “grado de violencia” y obligan a niños a presenciar varias veces por televisión el asesinato de su padre. También recordó la “censura” que impusieron Canal 4 y Canal 10 al spot de Ovejas Negras, en el que se besaban parejas homosexuales. “Los medios actualmente nos están avasallando en nuestra libertad”, evaluó. “A algunas cosas habría que colocarles la tolerancia cero”, acotó. Reclamó que se transparente “qué cosas son opiniones y qué cosas son posturas políticas”, y que se sepa si determinado medio “tiene dependencia con un partido político o no”.