Con préstamos emitidos por el propio Frente Amplio (FA), aportes de los sectores, colaboraciones y cenas organizadas para recaudar fondos se financian las campañas de los candidatos a la presidencia de la fuerza política. Dejando de lado los gastos de publicidad en el caso de Ernesto Agazzi -ya que el Movimiento de Participación Popular (MPP) no quiere hacer públicas las cifras-, la campaña más costosa es la de Enrique Rubio.
Además de las cuatro campañas particulares, el FA realiza una institucional promoviendo las elecciones de la fuerza política. El presupuesto, según explica el presidente de la Comisión Nacional de Finanzas del FA, Nelson Macedo, es levemente mayor al que se implementó en 2006, que fue de alrededor de 130.000 dólares. En aquella oportunidad “no había campañas de la presidencia nacional ni de las departamentales”. La novedad en lo político supone un mayor presupuesto, indica Macedo.
El Partido Socialista (PS) maneja un presupuesto de 100.000 dólares para promocionar sus candidaturas a los plenarios y la de Mónica Xavier a la presidencia del FA. Según explicó el secretario nacional de Finanzas del sector, Gabriel García, la inversión en publicidad para la campaña de la senadora asciende a 50.000 dólares, y se financiará con un préstamo que el FA le hizo al PS y que el sector luego amortizará. “La candidatura de Xavier por ahora ha sido financiada por el PS, y los otros sectores han contribuido con publicidad en sus propios grupos y hemos hecho materiales en conjunto”, explicó el dirigente, que destacó que “acá todo se hace a pulmón”. Incluso destacó que durante la campaña “Xavier no maneja el dinero”, sino que lo hacen quienes están a cargo de la parte financiera de ésta.
El MPP decidió no hacer pública su inversión en publicidad para la candidatura de Agazzi. El dirigente Raúl Speroni explicó que tanto la campaña del Espacio 609 como la de Agazzi “se manejan con los mismos fondos” y dijo que es una “política del sector” no dar a conocer este tipo de datos. No obstante estimó que “seguramente todos los sectores estén gastando lo mismo”.
Sin tener en cuenta el apoyo económico que recibe Agazzi, el senador Enrique Rubio es el que cuenta con mayor cantidad de dinero para su campaña. El presupuesto asignado ronda los 100.000 dólares, según especificó Alejandro Steineck, integrante del comando electoral de campaña del senador de la Vertiente Artiguista (VA). El dirigente especificó que los fondos tienen varios orígenes: el aporte de las listas que lo apoyan, el endeudamiento bancario y con el FA, el aporte de compañeros “comprometidos ideológicamente con la candidatura” y actividades tradicionales de finanzas, como la venta de bonos y cenas de recaudación. La campaña cubre publicidad básicamente en “televisión, radio y algún esfuerzo de vía pública”, más “la logística” del traslado y desplazamiento del candidato. Steineck destacó que a diferencia de Agazzi o Juan Castillo, que son candidatos “del MPP y del Partido Comunista del Uruguay (PCU) respectivamente”, la de Rubio es una candidatura transversal. Lo apoya su sector, la VA, la lista 5005, Compromiso Frenteamplista, el grupo Claveles Rojos, así como otros grupos departamentales. “Entre todo ese colectivo se definió un presupuesto que es de 100.000 dólares, que es el presupuesto de la candidatura”, especificó.
En tanto, en el caso de la candidatura de Castillo, cada departamental comunista se encargó de la publicidad en los medios de cada departamento, explicó Jorge Gota, secretario de Finanzas del PCU, que estimó un gasto de alrededor de 1.000 dólares por departamento. A nivel central el financiamiento se consiguió con una cena que se hizo en Che Montevideo (y que costaba 250 dólares por persona), de una cuenta en Abitab y mediante bonos. “Llegaremos como mucho a 50.000 dólares; en televisión no hemos estado todavía”, especificó Gota, que describió que “es una campaña más abocada al trabajo de la gente con el volante y la lista, con mucha pintada en los barrios”. Para este dirigente, Montevideo es más ventajoso, ya que “si se compara la cantidad de gasto que se hace y el apoyo que se consigue, el voto es muy barato aquí, pero en otros lados, como no hay militancia, hay que apostar a los medios y allí el voto se encarece”. En tanto, estimó el gasto de la campaña de la lista 1001 en 30.000 dólares. “Sin desmerecer la importancia de esta instancia, me parece que para este tipo de campañas se ha invertido mucho, demasiado”, consideró.