La idea vertida ayer por el presidente José Mujica al diario La República de que integrantes de las Fuerzas Armadas se hagan cargo del control interno de las cárceles no pareció tener demasiado eco en la interna del Frente Amplio (FA) ni en el Ministerio de Defensa Nacional ni en el propio gobierno.

El mandatario dijo ayer a La República que antes de que termine este período de gobierno las cárceles saldrán de la órbita del Ministerio del Interior, pero además confirmó que hay personal del Ejército que se está capacitando para actuar ya no sólo como custodia del ingreso a los establecimientos, sino también como guardiacárceles. Mujica dijo que es fundamental en esta área “la capacitación de profesionales para hacerse cargo” y relató que en dependencias del Ejército ya se están aplicando cursos para la formación de carceleros profesionales.

Pese a estas declaraciones, sobre la noche de ayer, en rueda de prensa, descartó que esta medida se pueda aplicar a la brevedad. El presidente dijo que la intervención del Ejército será “por ahora” en la “puerta de determinadas cárceles”.

Reconstrucción

Ayer el prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, comentó a la salida del Consejo de Ministros que el equipo que coordina Presidencia y que integran también los ministerios de Defensa e Interior está resolviendo la situación de los 540 presos que todavía permanecen en los patios del Complejo Carcelario de Santiago Vázquez desde el motín del 25 de abril. El jerarca dijo que se está evaluando realizar un sistema de techado del patio con aislación térmica para lograr una solución “transitoria” al tema. Además, dijo que en los próximos días se conocerán los plazos concretos de reconstrucción de los módulos 4 y 5 del Comcar, que fueron destrozados durante el motín. Por su parte, Mujica agregó que el gobierno recibió ayer los escáneres para controlar el ingreso a los centros penitenciarios e informó que hasta ayer al mediodía ya se habían encontrado ocho armas en las ruinas de los módulos 4 y 5. En los próximos días el comisionado parlamentario penitenciario, Álvaro Garcé, entregará a la comisión bicameral sobre el sistema carcelario su informe sobre los recientes motines.

Formación militar

La formación de militares para ejercer la tarea de guardias carcelarios no tiene mucha popularidad. El subsecretario del Ministerio de Defensa, Jorge Menéndez, se limitó a señalar que no está trabajando en el tema y no confirmó que la cartera estuviera coordinando la formación de militares como guardiacárceles. En tanto, el ex ministro de Defensa y actual senador de la CAP-L Luis Rosadilla afirmó que durante su administración, que culminó en julio del año pasado, no se coordinaron este tipo de tareas de formación y acotó que no sabe si se están desarrollando en este momento. Para el legislador el control de las cárceles por parte de militares puede aceptarse en una situación de “emergencia” como la que actualmente vive el sistema carcelario, pero no debe ser un “norte estratégico”. “El norte de la política debe ser otro. Debe encargarse una institución independiente de la Policía y de los militares”, consideró.

En una línea similar opinó el senador de Asamblea Uruguay Luis José Gallo, que afirmó que “llama la atención” que las Fuerzas Armadas tomen el control de las cárceles. “Desde nuestro punto de vista no es la mejor solución. Sería una salida transitoria. La solución definitiva es crear un instituto penitenciario fuera del Ministerio del Interior para tomar el control de las cárceles”, dijo el legislador, que opinó que en función de la “urgencia” del tema “estamos de acuerdo en que las Fuerzas Armadas se hagan cargo”.

En tanto, el diputado del Partido por la Victoria del Pueblo Luis Puig dejó muy clara su postura: “No lo compartimos en absoluto. El Ejército no está capacitado para cuidar presos, sino para matar. Sería un retroceso”. A su vez, la diputada del Partido Socialista y ex ministra del Interior Daisy Tourné no quiso opinar sobre la idea, pero recordó que votó la ley 18.717 por disciplina partidaria: “Creo que ni los militares ni los policías están formados para el trabajo de recuperación o recapacitación. Entiendo que hay un problema con el ingreso de drogas y por eso me avine a votarlo como la mayoría entendió pertinente. Creo que, como dijo el presidente, no hay más remedio que hacerlo, pero va a traer problemas”.