Olesker fue con el subsecretario Lauro Meléndez y los directores de Secretaría, Graciela Mazzuchi, de Política Social, Andrés Scagliola, de Evaluación y Monitoreo, Juan Pablo Labat, y de la Unidad Coordinadora de Programas, Mariana Drago. A la sesión también concurrieron, como espectadores, el ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, y el de Turismo y Deporte, Héctor Lescano, quien presenció la exposición de Olesker desde una de las bancas, y los senadores blancos Luis Alberto Lacalle, Gustavo Penadés y Luis Alberto Heber, todos de Unidad Nacional.

Pineyrúa comenzó mostrando un video con testimonios de personas que criticaban los resultados de las políticas del Mides, con frases al estilo “los planes sociales han fracasado” o “el protosocialismo del gobierno sólo ha conseguido aumentar la informalidad, generar dependencia, frustración, falta de estímulos y esperanza”.

La pregunta clave con la que la diputada comenzó su intervención fue: “¿El ministro invierte o gasta?”. Además, rechazó la idea de que “la sensibilidad por los pobres sea un patrimonio exclusivo de la izquierda”. Dijo que la interpelación fue promovida porque “tenemos enfoques diferentes sobre las políticas sociales” y quieren saber “en qué se va el dinero de los que pagamos impuestos”. Advirtió que la aplicación de políticas sociales sin control conducen al clientelismo y acusó a Olesker de querer “capitalizar votos” para su partido.

Pineyrúa pidió al ministro que no respondiera haciendo referencia a las políticas de salud, vivienda o educación sino a las estrictamente propias del Mides y que evitara hablar del pasado porque esa alusión “es una muestra de la incompetencia e incapacidad de hacer frente al presente y al futuro”. Argumentó que la reducción de la pobreza y la indigencia se debe al crecimiento “sin precedentes de la economía” y no a una exitosa ejecución de las políticas sociales. Cuestionó los índices para medir la situación de pobreza, ya que el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabiliza como ingresos el monto de una cuota mutual del Fonasa (1.100 pesos) por cada integrante y “eso no entra al bolsillo y no debería ser tomado en cuenta”, y por esta causa muchos “han dejado de ser pobres en los números, aunque el hogar recibe menos dinero que antes”. Luego citó el informe “La masa salarial 1998-2010”, del Instituto Cuesta Duarte (ICD) del PIT-CNT, para cuestionar los resultados de las políticas distributivas del gobierno y sentenció diciendo: “Hoy los ricos son más ricos”. Para la diputada: “La gente se está acostumbrando a vivir de un subsidio” porque no consigue superar la situación de pobreza.

También dijo que no existen mecanismos de seguimiento de las trayectorias de las personas atendidas por las políticas, lo que dificulta evaluar sus impactos, y que no está claro cuál es la “población objetivo” del Mides. “¿Quién define la vulnerabilidad y la indigencia?”, preguntó Piñeyrúa, y agregó que si la pobreza y la indigencia están bajando, por qué no se reducen los programas de trasferencia monetaria.

Las respuestas

Por su parte, Olesker comenzó diciendo que era inevitable referirse al pasado porque “para los que venimos del movimiento sindical, los años 90 no se van a ir nunca de la memoria, porque fueron años negros”. Luego rechazó la idea de que las políticas sociales pudieran ser concebidas como “clientelistas” e hizo un análisis comparativo sobre distintos indicadores para demostrar que “no sólo con crecimiento económico se logra la inclusión”.

Olesker explicó que el cálculo de la cuota mutual no implicó un cambio metodológico en las estadísticas, porque antes de eso ya se tomaba la cobertura de DISSE como ingreso; lo que cambió es que “hay más seguridad social”, según Olesker. También recordó que fue director del ICD durante 15 años y que el informe citado por Piñeyrúa “es equivocado”. Explicó que el gasto público actualmente supera los 200.000 millones de pesos y que las transferencias realizadas por el Mides son solamente 4.000 millones -es decir, 2% del total-, y posteriormente evaluó los 13 programas del Mides.

“No se puede decir que haya desprolijidad en la presentación de los resultados”, dijo Olesker, quien defendió las “evaluaciones de proceso” que hace el Mides. Mientras Olesker describía los resultados de los programas, Piñeyrúa se retiraba de sala. El ministro señaló la ausencia de la interpelante, a lo cual el diputado Carmelo Viladín dijo: “Se fue porque estaba fuera de tema”. Piñeyrúa regresó al rato y continuó escuchando al ministro.

En la síntesis, Olesker concluyó que en su exposición “contrastó dos modelos de sociedad” y reiteró que hay que recordar lo que es un modelo de crecimiento con exclusión, como el de los años 90, y compararlo con el actual, de crecimiento con inclusión. Respecto a la encuesta de hogares del INE, dijo que no es cierto que los beneficiarios de transferencias tienen “más empleo, más formalidad y más ingresos”, así como se elevaron los niveles de inclusión en el sistema educativo. Concluyó que “hay una insistencia” en colocar las transferencias como una forma de “socavamiento” de la gente y como generadoras de “vagodependientes y sin hábitos de trabajo” y “eso es algo notoriamente falso”.