El 15 de junio culminó en Ginebra la 101a conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a la que asistieron por Uruguay el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, los coordinadores del PIT-CNT Fernando Pereira y Juan Castillo, el asesor jurídico de la central, Héctor Zapirain, el representante de los trabajadores en el directorio del Banco de Previsión Social, Ariel Ferrari, y el directivo de la Cámara de Industrias Nelson Penino. En la Comisión de Aplicación de Normas, representantes de la Organización Internacional de Empleadores (OIE) cuestionaron el informe de la Comisión de Expertos en Convenios, porque consideran que no representa la posición de la OIT en relación al derecho de huelga y la libertad sindical. Pereira dijo a la diaria que por esta razón la comisión permaneció bloqueada durante varios días, una situación “nunca vista” en la OIT. Los empleadores abandonaron la comisión, aunque después “pidieron disculpas”, agregó Pereira.

El jueves 14, al hablar ante la sesión plenaria, el delegado de los empleadores Christopher Syder, directivo de la OIE por Reino Unido, criticó el informe de los expertos y dijo que es una “mala interpretación” considerarlo como posición de la OIT. Según las actas de la conferencia, Syder agregó que se exponen “opiniones sumamente controvertidas” sobre el derecho de huelga a las que “nos hemos opuesto” porque “no tienen fundamento jurídico” en el Convenio 87 (sobre libertad sindical y la protección del derecho de sindicalización). Y en un pasaje de su informe, Syder señaló que una de las tareas de la comisión es examinar los casos de Estados miembros que “presuntamente han violado las normas internacionales”, y que los empresarios “hubieran deseado escuchar algunos”. Seguidamente dijo: “Los que me vienen a la mente son Serbia, Uruguay y también Uzbekistán”.

Esta alusión generó que tanto Brenta como Pereira pidieran la palabra para responder a Syder. El ministro de Trabajo expresó que había escuchado a Syder con “asombro y dolor” y aseguró que en Uruguay existe “la más amplia libertad sindical” y de expresión, que la negociación colectiva abarca al 100% de los trabajadores y que se busca un acuerdo tripartito para alcanzar una solución respecto de las recomendaciones del Comité de Libertad Sindical luego de presentada la queja por parte del sector empleador. “Uruguay ha tenido un proceso de crecimiento económico”, del que se han beneficiado empresarios y trabajadores, y la inversión extranjera, que “no viene al país si se producen violaciones a las normas”, se multiplicó por diez, argumentó Brenta. Luego señaló que el país vivió una dictadura militar y los trabajadores uruguayos “recibieron un tratamiento ausente de las mínimas relaciones laborales”: “No escuchamos en esos años ninguna referencia de los empleadores criticando las violaciones, asesinatos, muertes y desapariciones forzadas”.

Por su parte, Pereira repasó los avances en la negociación colectiva, los salarios y las libertades sindicales, y dijo que las palabras de Syder sólo eran explicables por “falta de estudio o rigurosidad”. Agregó que se van a hacer los máximos esfuerzos para “resolver las diferencias” que hay en el marco de la Ley de Negociación Colectiva con los empresarios uruguayos.

Penino intervino para explicar que a pesar de la queja que presentaron los empresarios uruguayos “la situación permanece incambiada” y que no pretenden una “legislación preferencial” sino que se cumpla con las indicaciones de la OIT sobre “aspectos legislativos y prácticos”. Finalmente confirmó que en Uruguay “continúan las negociaciones”.

En el marco de la conferencia, Brenta, Castillo y Penino presentaron la promulgación de la ley que ratifica el Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para trabajadores domésticos, convirtiéndose en el primer país en el mundo en refrendarlo.