En una extensa sesión parlamentaria de la Cámara de Representantes, en la que se interpeló al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, el Partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC) acordaron presentar una moción de censura contra el ministro, que deberá dirimirse en una nueva sesión de la cámara en los próximos días.
La jornada empezó tensa, porque antes de comenzar la interpelación, el miembro interpelante, el nacionalista José Carlos Cardoso, pidió el ingreso a sala del comisionado penitenciario parlamentario, Álvaro Garcé, pero la bancada frenteamplista desactivó esta iniciativa, alegando que no debe exponerse al comisionado al debate político entre el gobierno y la oposición.
Páginas amarillas
En el cuarto intermedio tras la palabra de Bonomi hubo tres breves conferencias de prensa. El ministro, rodeado de la bancada frenteamplista, criticó a los nacionalistas por su “falta de seriedad y de capacidad para llevar adelante una interpelación” y cuestionó que “mucho antes de terminar la exposición ya se estuviese planificando la censura”. Bonomi cuestionó directamente a Cardoso, que “no cree” en “su capacidad de interpelante”. “Están tirando abajo el recurso de la interpelación por no saber utilizarlo”, agregó. En tanto, Cardoso dijo junto a su bancada que “el debate está concluido” con el ministro. “Para nosotros está liquidado esto, no existe diálogo posible”, explicó, tras cuestionar sus “largas exposiciones en las que parece que leyera la guía telefónica”. Por último, el diputado colorado Aníbal Gloodtdofsky también calificó de insuficientes las respuestas de Bonomi y dijo que “no aportaron ningún elemento nuevo”.
Tras un cuarto intermedio, Cardoso expuso en alrededor de 40 minutos sus 25 preguntas al ministro. El diputado puso especial énfasis en que mientras el ministro había informado a la prensa que en el motín del 29 de abril en el Centro Metropolitano de Rehabilitación Femenina (CMRF) se estableció contacto con la jueza Gabriela Merialdo, quien según Bonomi dijo en ese momento “que no se intervenga y que se llame al comisionado parlamentario para negociar”, la magistrada informó a la Suprema Corte de Justicia que “en ningún momento prohibió el uso de la fuerza o impidió el ingreso del personal actuante para sofocar los motines desplegados en un sector del piso 3 del CMRF y en los módulos 4 y 5 del Comcar”. Esto último en referencia a que Bonomi también había dicho que una situación similar a la vivida en el CMRF se dio en el motín del 25 de abril en el Complejo Carcelario de Santiago Vázquez (Comcar). “Eso que dijo es falso. Usted le mintió a la opinión pública del país”, acusó Cardoso.
El legislador criticó que el Ministerio del Interior (MI) haya intentado responsabilizar “al comisionado parlamentario [ya que el MI alegó en su momento que no se lo había podido contactar cuando la jueza lo solicitó], a las políticas de la oposición y a la Justicia”. También cuestionó si estaba en conocimiento de la opinión del ex coordinador metropolitano del Instituto Nacional de Rehabilitación, Eduardo Pereyra Cuadra, respecto de que existía un legislador de la oposición cercano a los motines.
Por último, denunció un círculo criminal en las cárceles uruguayas. Según dijo, en algunos de los establecimientos hay “verdaderos capos que organizan el delito” y “la comida, los celulares y las armas son bienes comercializables”. “Las familias necesitan darles dinero a sus presos, sufren porque necesitan juntar plata, y cuando no lo tienen, salen a robar”, culminó Cardoso.
Histórico
La oratoria de Bonomi duró casi cinco horas. El ministro comenzó haciendo un repaso de los motines carcelarios que hubo después de la salida de la dictadura, en el intento de demostrar que los problemas por el ingreso de armas a las cárceles, de falta de infraestructura y de hacinamiento no son novedad de los gobiernos frenteamplistas. Denunció que estos problemas están instalados en el sistema carcelario desde hace más de diez años, que el deterioro del Comcar comenzó en 1990, y que entre 1994 y 2004 no hubo inversión en infraestructura en las cárceles, mientras que la población reclusa pasó de 3.403 a 7.140 personas. “¿Cómo no va a haber problemas de hacinamiento?”, se preguntó, para luego anunciar que hasta el momento, durante la gestión frenteamplista, se crearon 3.478 plazas nuevas. Además, sostuvo que el incremento de la población carcelaria se disparó en 1995 con la Ley de Seguridad Ciudadana y destacó que 65% de los actuales 9.450 presos no tienen condena, lo cual “da cuenta de una excesiva utilización de la prisión preventiva”.
Respecto de las solicitudes de la jueza Merialdo, Bonomi dijo que si bien la magistrada no tiene potestad de dar órdenes es de suponer que “de producirse alguna muerte quien fuera a juzgar fuese la jueza, que había solicitado que no se ingresara”. Sobre sus declaraciones, dijo que estuvieron basadas en los policías que se contactaron con la jueza, por lo que “no es a mí a quien se me acusa de decir algo falso, sino a toda la cadena de mando”. No obstante, entendió que “es un problema de la Justicia determinar cuál de las dos versiones es la correcta”. De cualquier manera, rechazó “cualquier reproche de una intervención más rápida frente al motín” y declaró que a diferencia de otros motines de décadas anteriores en éste “no hubo muertos”.
Tras cuatro horas y media de oratoria, Bonomi procedió a responder las preguntas de Cardoso. Según informó, el motín del 25 de abril en el Comcar se produjo, “no sólo” porque en televisión se pasó una nota con reportaje al comisionado parlamentario anterior a la negociación entre los presos y las autoridades carcelarias, sino entre otras cosas porque “algunos presos contradijeron lo que había negociado Pereyra Cuadra módulo por módulo” respecto de la suspensión de las visitas. En relación a la afirmación de Pereyra Cuadra sobre actores políticos en los motines, dijo que “no quiere decir nada”; “que los presos quieran entregar un arma a cambio de un traslado a un legislador no implica la voluntad de éste”, consideró, y ejemplificó con un acontecimiento similar ocurrido en el gobierno anterior con Víctor Vaillant, ex senador del Espacio 609.
Sobre la investigación judicial de los hechos en la cárcel de Rocha, dijo que aún “la Justicia competente no ha deducido responsabilidad penal a ninguna persona”.
Se veía venir
Durante las últimas dos horas de la oratoria de Bonomi, la bancada del PN ya no tenía dudas de que iba a ingresar una moción de censura contra el ministro. La hoja con la moción acumuló las firmas de los blancos, pero cuando llegó al PC surgió una inquietud. El PN quería acabar con la sesión tan pronto como Bonomi terminara de usar la palabra, mientras que el PC quería poder manifestar su postura en la cámara y seguir el debate.
Para ellos la presentación de la moción de censura debería ser después de finalizada la discusión, y no cuando Bonomi terminara de hablar. Finalmente, el PN optó por presentar la censura apenas terminó de exponer Bonomi, lo que molestó a los legisladores colorados. Una vez anunciada la censura por Cardoso, hubo un cuarto intermedio, y una vez reiniciada la sesión, los legisladores nacionalistas se retiraron de sala. En 48 horas la cámara baja deberá volver a convocarse para definirse sobre la moción de censura.