“No quiero ser candidato, en todo caso quiero ser intendente de Montevideo”, reconoció Fernando Amado, de Vamos Uruguay (VU). Anoche se presentó la rendición de cuentas del Comité Ejecutivo Departamental (CED) capitalino del Partido Colorado (PC) y los planes para los próximos 30 meses de gestión.
En pocas palabras
-¿Compartís que el éxito político del FA consistió en reformular al batllismo? -El FA interpretó bien y codificó cuáles eran las posiciones mayoritarias en la sociedad uruguaya, y sacó rédito electoral de eso. Todas esas posiciones mayoritarias están permeadas por el batllismo. Eso incluye hasta a los antibatllistas. Hasta Luis Alberto Lacalle, un ícono del antibatllismo en Uruguay, que además no lo esconde, llega a tener reflejos batllistas, por ejemplo cuando habla de laicidad.
-¿Te han hecho sentir en tu partido que en algunos temas, que incluso han generado fisuras en el oficialismo, estás más cerca del FA que de otros legisladores colorados? -Digo lo que pienso y me quedo tranquilo. Sé que a algunos compañeros puede no gustarle, pero en ámbitos como la Casa del Partido o en los clubes encuentro mucha gente que coincide con mis posiciones, por ejemplo, respecto de la despenalización del aborto.
En todo caso, quizá me sienta un poco más solo en la bancada, pero la interacción con el votante colorado es muy fluida y voy a seguir por ese camino, que es funcional a que el PC vuelva a ser lo que fue en un momento. Sí resulta significativo que dirigentes que se definen como colorados y batllistas se asombren por las posiciones que tengo.
El diputado Amado, secretario general del CED, dice estar dispuesto a trabajar para que el PC logre ser una alternativa en las elecciones de mayo de 2015 y está convencido de que los colorados pueden retomar el control de la Intendencia de Montevideo, luego de cuarto siglo de hegemonía del Frente Amplio (FA). “No es sólo una expresión de deseo, creo que es posible. El desgaste y la mala gestión del FA está desencantando a muchos montevideanos. Tenemos que construir una mística colorada en la capital”, reflexionó.
Por dos
• Interpelaciones - Lamentablemente se están desprestigiando como herramienta, y las culpas son compartidas entre el gobierno y la oposición.
• Campaña por la baja - La posición no es unánime en el PC, incluso hay gente en VU que no está de acuerdo con la campaña de firmas. Desde el punto de vista político, ha sido una campaña, pero creo que tiene que ir de la mano de otorgar derechos a los mayores de 16. No creo que bajando la edad de manera aislada vaya a mejorar la situación en materia de inseguridad.
Amado considera que el PC abandonó Montevideo como objetivo político, sobre todo a partir de aquella frase popularizada en 1994 por el ex presidente Julio María Sanguinetti, cuando planteó que para ganar la elección nacional hay que ganar en Canelones”. “Él tenía razón en ese momento. El problema es que se adaptó como política partidaria un descuido hacia Montevideo. Dejamos de dar la batalla en la capital, y eso tenemos que cambiarlo. Hoy Montevideo para nosotros es una obsesión”, manifestó.
Para el legislador el ciclo que inauguró Tabaré Vázquez en 1990 está “acabado” y ha generado que los frenteamplistas estén desmovilizados. “El FA en la capital ha perdido la mística y eso para nosotros es una oportunidad”, agregó. En el fondo, según su punto de vista, se trata de recuperar un segmento de la población de clase media y de familias trabajadoras de Montevideo, una “mayoría silenciosa” que tradicionalmente votaba al PC. “El colorado convencido puteaba frente a una crisis pero llegaba la elección y votaba colorado, hasta que un día se cansó. Eso pasó en Montevideo y en todo el país”, opinó.
El diputado de VU no está de acuerdo con la idea de que toda la oposición sume fuerzas para ganarle al FA en la capital, ya que “nada que nace contra algo tiene futuro político”. “No está en mi menú mental trabajar en función de una unión con el Partido Nacional, ni mucho menos”, aclaró. Según el titular del CED, el trabajo que llevan adelante blancos, colorados y frenteamplistas en los asentamientos de la periferia de Montevideo está basado en la prebenda y en el clientelismo. “Es tétrico, pero los tres partidos se mueven como pez en el agua ahí, porque la gente está dispuesta a aceptar soluciones inmediatas, sin importar quién se las da”, argumentó.
De dilemas
Actualmente Amado tiene cinco prioridades en su agenda política: otorgar derechos que “están amputados” -en ese orden coloca al matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y el autocultivo de marihuana-; pelear contra los corporativismos en todas sus expresiones (“hoy es la batalla batllista más importante, porque es pelear por los que no tienen padrinos”); que los colorados recuperen terreno en Montevideo; revertir las “injusticias” en la Universidad de la República (“en Facultad de Derecho se forman los hijos de las familias más ricas del país, sin pagar un peso”); y que se establezcan políticas de Estado referidas a las políticas de ascenso en las Fuerzas Armadas, un tema que se toca “con liviandad”.
La despenalización del aborto es uno de los temas que lo colocaron en el centro de la escena, debido a su postura aislada dentro del PC de acompañar la iniciativa del oficialismo. El 26 de diciembre de 2011, una reunión de bancada de VU mandató a todos sus legisladores a votar contra la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que por esos días se analizaba en el Senado, donde tuvo media sanción.
Amado asegura que la posición adoptada por su sector lo tuvo “amargado” en enero y febrero. “Sufrí mucho esos meses y la sigo pasando mal cuando se habla del tema, porque para mí la política no es una cuestión de tragar sapos y seguir adelante. Creo que mis compañeros están muy equivocados en este tema, pero voy a respetar esa mayoría circunstancial en mi sector, trabajando en paralelo para cambiarla”, detalló.
El proyecto que se discutió en la bancada de VU fue el aprobado en el Senado, pero seguramente en Diputados se analizará otro a partir de las negociaciones que llevan adelante por estos días el FA y el Partido Independiente. “Si es otro proyecto, es un tema que tendremos que volver a analizar en la bancada. No tengo idea de si VU puede cambiar su postura, pero es algo que voy a preguntar. En mi opinión, cualquiera de los tres proyectos que se han presentado [se refiere al suyo, al del FA y al del diputado Iván Posada] cumplen con el objetivo de despenalizar, a pesar de que tienen diferencias ideológicas”, manifestó.