La comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Diputados, que estudia el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, recibió ayer a las autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería. Los artículos más discutidos fueron los relativos a los medios de comunicación. La rendición prevé que los titulares de emisoras radiales y de canales de televisión abierta y para abonados deberán habilitar el uso gratuito de hasta 15 minutos diarios de sus emisiones para realizar “campañas de bien público por parte de organismos públicos y personas públicas no estatales”. En el artículo siguiente incluye a las radios y los canales de televisión abierta en el artículo 147 de la ley 18.719, que establece que los concesionarios de frecuencias radioeléctricas y “demás bienes escasos necesarios para las telecomunicaciones” deberán abonar un precio. La redacción original de la ley los excluía. Con esto el Poder Ejecutivo queda habilitado para fijar un canon por el uso de las frecuencias, que se prevé que sea un porcentaje de la facturación de los medios.

El Partido Colorado se opuso a ambos artículos, el Partido Independiente planteó que debería elegirse entre uno u otro (de lo contrario sería mucha carga sobre los medios) y el Partido Nacional se opuso al canon pero planteó un artículo sustitutivo respecto de las campañas de bien público. “La mayoría de los medios hacen campañas de bien público o ceden espacios, no nos parece correcto que sea el Estado el que monopolice ese espacio. Nos parece que esos medios deberían dedicar 15 minutos diarios acumulables mensualmente a fines de bien público cuya iniciativa pueda ser del Estado o de la comunidad”, planteó el diputado nacionalista Jorge Gandini. Los blancos proponen que los medios informen mensualmente al Ministerio de Economía y Finanzas cuántos fueron los minutos destinados a campañas de bien público y qué organizaciones fueron las beneficiarias.

Respecto del canon, Gandini señaló que su partido considera que una disposición de ese tipo determinaría la “inviabilidad económica de los medios más pequeños”, que deben competir por una escasa “torta publicitaria”.