La última cumbre del Mercosur resolvió elevar de 100 a 200 la cantidad de productos en cada país que pueden tener los máximos niveles arancelarios aceptados por la Organización Mundial de Comercio (35%). En esto primó la posición de Brasil, a mitad de camino entre la suba generalizada del arancel externo común planteada por Argentina y la posición de Uruguay, que consideraba que 100 productos ya eran suficientes. Además, según destacó el presidente José Mujica, los primeros mandatarios autorizaron a los países del bloque a concretar acuerdos bilaterales con otros países de América Latina. “Para nosotros era fundamental esto que se logró, lo vinimos a buscar y lo dijimos antes”.

En la cumbre también se extendió la suspensión a Paraguay, pero una de las resoluciones más polémicas fue el ingreso de Venezuela al bloque, que se concretará el 31 de julio. La suspensión de Paraguay se funda jurídicamente en el Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático en el Mercosur, aunque el gobierno paraguayo alega que Brasil, Argentina y Uruguay no hicieron, previo a la suspensión, las consultas con el Estado afectado, como dispone el protocolo.

Más discutible es el ingreso de Venezuela, ya que el Tratado de Asunción dispone que el ingreso de países al bloque debe contar con la aprobación unánime de los Estados partes, y Paraguay no ha dejado de serlo, sino que está suspendido. El Parlamento paraguayo era el único que todavía no había aprobado la incorporación de Venezuela. Además, Venezuela aún no ha aprobado un cronograma de desgravación arancelaria para su ingreso al bloque.

El viernes, Mujica destacó que con el ingreso de Venezuela “se va a transformar el Mercosur”. “Venezuela es el cuarto cliente nuestro, a partir de ahora puede ser el tercero. Hay que entender la película entera antes de rectificar las decisiones”, aseguró, en referencia a las críticas que surgieron de la oposición ni bien se supo la decisión. En una entrevista con el diario Tiempo Argentino, Mujica dijo que otros países como Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador también “pueden entrar” al Mercosur, y destacó que eso aportaría “diversificación, peso político y complementariedad”.

Sin él

En Uruguay las repercusiones fueron inmediatas de parte de la oposición. Jorge Larrañaga (Partido Nacional, PN), presidente de la comisión de Asuntos Internacionales del Senado, recordó que el lunes se había reunido con el canciller Luis Almagro y le había manifestado que no se buscaría el ingreso de Venezuela en esta cumbre. En su cuenta de Twitter, Larrañaga opinó: “Una internacional ideológica aprovecha una situación para avasallar un país y violar el orden jurídico”. Los diputados nacionalistas Daniel Peña y Gustavo Borsari y el colorado Richard Sander, integrantes del Parlamento del Mercosur, emitieron una declaración en contra de la decisión y aseguraron que la posición del gobierno “rompe una rica tradición del país en el sentido de adoptar políticas de Estado en los casos de decisiones de importancia”, pese a que la oposición ya había votado en contra del ingreso de Venezuela en el Parlamento.

Desde Paraguay, adonde viajó para brindar su respaldo al presidente Federico Franco, el senador Luis Alberto Lacalle (PN) también cuestionó las resoluciones del Mercosur. En una entrevista con el diario paraguayo ABC, Lacalle aseguró: “La madre del borrego apareció muy rápido. Ni siquiera tuvieron el pudor de hacerlo en dos etapas”. Consideró la decisión como “un acto de patoterismo pseudodemocrático contra el Paraguay”, que se resolvió porque tanto Argentina como Uruguay le deben plata a Venezuela, y opinó que actualmente se vive “un momento patético de la historia de América”. Calificó al Mercosur de “club ideológico” y dijo que no lo reconoce como a su “hijo”.

Los legisladores blancos anunciaron que convocarán al canciller al Parlamento y que hoy en la reunión del directorio blanco resolverán bajo qué mecanismo lo harán. El Partido Colorado también analizará la situación hoy en sesión del Comité Ejecutivo Nacional.

En el Frente Amplio la resolución fue apoyada por el ex presidente Tabaré Vázquez. “Desde que yo era presidente de la República estábamos buscando el ingreso de Venezuela al Mercosur. Fue una oportunidad que se aprovechó, porque está permitido institucionalmente”, manifestó el sábado. En una columna publicada en Montevideo Portal, la diputada María Elena Laurnaga (Partido Socialista), integrante de la comisión de Asuntos Internacionales de la cámara baja, recuerda que la “postura histórica de Uruguay” siempre fue apoyar el ingreso de Venezuela, aunque reconoce que “el desarrollo del debate en la cumbre” generó “un cambio de postura” respecto del “momento de hacerlo”. “Hubiésemos preferido que las condiciones de su ingreso fueran otras para evitar discusiones con los siempre eternos adversarios de la integración política de los pueblos latinoamericanos, pero en el marco de las complejas negociaciones desarrolladas acompañamos esta postura”, agrega.