Rousseff y Mujica acordaron ayer, luego de un encuentro en el Palacio de Planalto, lo que definieron como “un nuevo paradigma para la relación bilateral”. Consiste en la creación de un grupo de alto nivel, conformado por autoridades de Presidencia y cancillería de ambos países, con el cometido de diseñar un “plan de acción para el desarrollo sostenible y la integración”. El grupo tendrá reuniones semestrales y trabajará fundamentalmente en las áreas de integración productiva, energética y de infraestructura; ciencia; tecnología e innovación; comunicación e información; y libre circulación de bienes, servicios y personas.

Entre otras iniciativas, el grupo buscará concretar un tratado bilateral sobre integración de los sistemas electroenergéticos; identificar oportunidades de complementación industrial en la cadena productiva del petróleo y el gas, en la construcción naval, en la energía eólica y en biotecnología; implementar un Centro Binacional de Tecnologías de la Información y de la Comunicación; profundizar la cooperación en televisión digital y radiodifusión pública; y fortalecer los mecanismos de consulta y de facilitación del comercio bilateral.

En materia de infraestructura, las prioridades serán la construcción de un nuevo puente sobre el río Yaguarón, la restauración del Puente Internacional Barón de Mauá, restablecer la conexión ferroviaria por Rivera-Santana do Livramento, e implementar la Hidrovía Uruguay-Brasil. En diciembre se hará un primer balance general del funcionamiento del grupo.

Por otra parte, los presidentes anunciaron ayer que se cerró el acuerdo sobre intercambio de información tributaria entre Uruguay y Brasil (el suscrito con Argentina fue enviado la semana pasada al Parlamento) y que en dos años a partir de su entrada en vigencia debería concluirse un tratado para evitar la doble tributación de la renta y del patrimonio.