Ayer de mañana seis trabajadores de la citrícola Forbel de Paysandú llegaron hasta la puerta de la chacra del presidente José Mujica en Rincón del Cerro, para intentar montar un campamento hasta ser recibidos por el mandatario. Los integrantes de la Organización Sindical de Obreros Rurales (OSDOR) reclaman la reincorporación de unos 180 trabajadores zafrales que fueron despedidos a mediados de junio, razón por la cual mantenían ocupadas hasta ayer las dos chacras en las que recolectaban cítricos.
La delegación, integrada por tres mujeres y tres hombres, llegó a Montevideo la semana pasada para denunciar la situación e intentar reunirse con autoridades del gobierno. En ese marco, el jueves participaron en el acto por el paro general parcial convocado por el PIT-CNT, que incluyó el reclamo en la plataforma de la medida. Ese día dejaron una carta en la Torre Ejecutiva, solicitando una reunión con el presidente.
Sin embargo, como ese encuentro no se concretó en los plazos que pretendían, decidieron -con el apoyo de los demás trabajadores que mantenían ocupados los predios en Paysandú- instalarse frente al domicilio de Mujica.
Ayer sobre las 7.00 llegaron hasta la puerta de la chacra, pero la seguridad del presidente les pidió que se retiraran hasta una zona próxima, sobre camino O’Higgins, donde la Policía, alertada de la sorpresiva visita, había montado un vallado parcial, ya que camiones de carga y otros vehículos podían traspasarlo, previa autorización de los efectivos presentes. En ese lugar, los seis trabajadores, acompañados por un pequeño grupo de activistas de otras organizaciones sociales, colocaron sus pancartas y recibieron a la prensa. Si bien la intención era armar carpas en ese mismo lugar, la Policía no se lo permitió. Pero una vecina del lugar les ofreció un predio baldío a unos 50 metros, donde finalmente levantaron campamento. Entre los manifestantes estaba Irma Leites, de la Plenaria Memoria y Justicia, pero también llegaron otras personas que los trabajadores sanduceros no conocían, algunas cargando mochilas y sobres de dormir para instalarse en el campamento, y otras interrogando a los periodistas para saber de qué medios eran. Algunos de los recolectores despedidos admitían que estas personas llegaron al lugar con ánimo de “comerles la oreja” a los obreros rurales. Pero anoche el dirigente Suárez aclaró que “en el campamento solamente se van a quedar los trabajadores de OSDOR”. Camino a la concentración se veían varios vehículos particulares con personas de civil, que vigilaban desde lejos el campamento, incluso con binoculares.
El conflicto
Los trabajadores cítricos de Forbel SA, del grupo belga Univeg, decidieron ocupar el 2 de julio las chacras Constancia y Esperanza. Poco después montaron un campamento con olla popular en la planta de packing de la empresa, en la ciudad de Paysandú. OSDOR y Forbel venían firmando convenios anuales y desde diciembre venían negociando las condiciones salariales de la zafra 2012. Sin embargo, según Suárez, la empresa pretendía “una rebaja salarial” argumentando las dificultades que atraviesa el sector citrícola “para colocar la producción” en los mercados internacionales y OSDOR “no la aceptó”, por lo que no se logró un nuevo convenio. Ya sobre la zafra, Forbel hizo “firmar contratos individuales a los trabajadores que no contemplaban la media hora de descanso” y aquellos “que quisieron descansar” fueron despedidos. Nuevamente en conflicto, la empresa tercerizó la recolección por intermedio de la empresa Sercos, de Salto, que contrató a los trabajadores para terminar la cosecha de mandarina. Terminada esta etapa y cuando comenzaba la cosecha de naranjas, Forbel y Sercos no acordaron, se rescindió el contrato y Forbel recurrió a “contratistas que comenzaron a traer cuadrillas desde Salto”, dejando “sin fuente de trabajo a quienes hace años hacemos la cosecha”, dijo Suárez. La medida de acampar frente a la chacra de Mujica es “lo último que nos queda”. “Si el presidente nos recibe y escucha, nos vamos para Paysandú”, concluyó.
Forbel había presentado un recurso de amparo ante la Justicia pero el fallo de primera instancia fue favorable a los trabajadores, considerando la ocupación como una extensión del derecho de huelga. La empresa apeló y el miércoles el Tribunal de Apelaciones revocó la sentencia del juez Javier Gandini, disponiendo la desocupación de los predios, que fueron desalojados pacíficamente por los trabajadores en la tarde de ayer. Suárez dijo que van a continuar con la “olla popular y el campamento” frente a la planta de packing de Forbel.
El diputado por Paysandú Gustavo Rombys (MPP) dijo que hubo múltiples gestiones para destrabar el conflicto, principalmente desde el Ministerio de Trabajo. “Se buscaron ámbitos de negociación y trabajamos con los diputados sanduceros de los tres partidos y con el intendente generando espacios de diálogo”, agregó Rombys. Por este conflicto estuvieron en Paysandú “los diputados de la comisión de Legislación del Trabajo y hasta el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT”. En la última mesa de negociación “se abrieron expectativas de solución”, pero se esperaba “la desocupación de los predios como una señal de parte de los trabajadores”, pero eso no ocurrió, explicó Rombys.