“La idea es trabajar con este proyecto y poder complementarlo con el de autocultivo”, explicó el diputado socialista Nicolás Núñez, que interpretó que ambos proyectos, el del gobierno y el de autocultivo presentado por la bancada del Frente Amplio (FA), el diputado colorado Fernando Amado y el del Partido Independiente (PI) Daniel Radío son compatibles. Según dijo, el articulado que surja “debería tener el apoyo de los diputados de la oposición que han sido críticos con las políticas prohibicionistas que están siendo aplicadas y que han firmado el texto del autocultivo”.

Pero los opositores que respaldaban la iniciativa de autocultivo cuestionaron el texto del Ejecutivo. El diputado Luis Lacalle Pou (Aire Fresco, Partido Nacional), que no suscribió el proyecto de autocultivo de los demás legisladores pero presentó uno propio, consideró que “el Estado no puede ni debe ser vendedor de drogas” sino “velar por la salud pública individual y colectiva, y dedicarse a la prevención de adicciones”.

Para Amado la iniciativa del Poder Ejecutivo es una “tomadura de pelo”: “No salgo del asombro que desde el día que anunciaron las medidas ha pasado más de un mes y ayer se presentó este proyecto con un solo artículo”. “Tanto se hizo desear [el texto], uno esperaba algo bien pensado, pero esto lo podrían haber mandado al otro día de la conferencia de prensa en la que anunciaron las medidas”, opinó.

Pablo Iturralde, de Alianza Nacional (PN), destacó la exposición de motivos elaborada por el gobierno, que “plantea determinadas políticas y filosofías que son adecuadas y compartibles”, y “reconoce que el consumo es negativo”. Incluso dijo que el autocultivo “puede ser una buena solución”. Sin embargo, afirmó que el proyecto del gobierno es un “cheque en blanco”, en la medida en que “hay una cantidad de cuestiones que hay que clarificar de mejor manera”.

En el PI tampoco cayó bien. Para su líder, Pablo Mieres, “independientemente del debate sobre el tema, que queda a un lado”, el texto “tiene tantos vacíos normativos que es un artículo programático”. “Un proyecto de ley serio, que legaliza una droga, no puede tener esas características”, consideró el ex diputado, que interpretó que el gobierno “lanzó al voleo la propuesta ya que no tiene consenso en su interior”: lo “tira” al Parlamento y “es muy posible que termine en nada”. Sin embargo, explicó que su partido todavía no definió qué postura tomará.

Las reticencias también alcanzaron al propio oficialismo. Además del rechazo anunciado por el diputado Darío Pérez (Liga Federal Frenteamplista), el senador Rodolfo Nin Novoa (Alianza Progresista), que ya había expresado diferencias con la propuesta de autocultivo, se mostró aún más reacio al proyecto del Ejecutivo. “No me gusta mucho. Me gustaba más el del autocultivo. El de Lacalle [Pou] era más completo”, dijo el ex vicepresidente, quien, sin embargo, manifestó que todavía no tiene una postura final sobre el tema.

Debate abierto

El presidente José Mujica afirmó en una entrevista que le realizó ayer Televisión Nacional del Uruguay que le importa “el debate casi más que la decisión, porque la decisión en frío, aunque fuera positiva, no es lo que perseguimos”, y reafirmó que el interés es cortar el narcotráfico por su incidencia en los delitos. Respecto de la aplicación de la eventual ley, para el mandatario es necesario “tener identificado al que consume”. Además, advirtió que hay que evitar que la marihuana sea contrabandeada al exterior: “Si te vendo 20 cigarros, te tengo controlado para que esos cigarros no vayan a Brasil. Tenemos que tener todas esas piolas atadas, pero puede haber mejores ideas que la nuestra”.