Las segundas jornadas sobre “prospectiva de la integración regional en América Latina” empezaron ayer en la sede de Cefir y continúan hasta hoy. Mujica llegó al mediodía, en medio de los anuncios de alerta roja, con una herida en la nariz y otra en la mano. “Estuve ayudando a unos vecinos a poner unas chapas que se habían volado”, explicó a los periodistas.
IRAE fijo
Mujica descartó ayer que el gobierno analice un incremento progresivo de 25% a 30% del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas Empresariales (IRAE), como aseguró el asesor presidencial Pedro Buonomo. “Nosotros nos expresamos a través del impuesto a la renta”, afirmó, y acotó que “de momento” no está pensando ningún impuesto a las ganancias empresariales.
Los orígenes “fenicios” del Mercosur y la importancia del acceso a mercados al interior del bloque fueron objeto de debate en casi todas las exposiciones. Mujica afirmó que en los comienzos del Mercosur había una expectativa “casi mágica”, pero “empezaron a pasar los años y la magia no vino y empezó el camino de los reproches”. Dijo que hay quienes consideran que la integración es casi “una ofensa a la patria”. “Yo creo que es al revés, la existencia de nuestras patrias tiene sentido si tenemos un alero protector común”, manifestó.
Cerca del Pacífico
Mujica ahondó en los motivos de Uruguay para ingresar a la Alianza del Pacífico -conformada por Perú, Colombia, México y Chile- e incluso pareció recriminar a Brasil por no hacer lo propio. “Si no me gusta la Alianza del Pacífico porque tira para aquel lado [en referencia a que la mayoría de sus países tienen gobiernos conservadores], o porque tiene un socio poderoso [en referencia a México], cuanto más lejos estemos, más a favor de esa visión jugamos”, afirmó. “Yo sé cómo piensa Piñera, pero es el presidente de un gran país, entonces trato de ser su amigo”, acotó. Sostuvo que Uruguay “tiene que estar como observador en el Alba, y si mañana hay algo en la Antártida tiene que estar en la Antártida, aunque sea para reprocharle a Brasil: ¿por qué no vas tú?”.
También detalló los motivos de Uruguay al aprobar el ingreso de Venezuela al Mercosur. “Todos sabíamos que [Hugo] Chávez, estaba muy enfermo, [y pensamos en] qué se puede venir si él no está en un país petrolero, porque a los países petroleros se las dan. En cambio, si entra al Mercosur, algún grito tenemos que dar”, indicó. “El Mercosur fue a respaldar a Venezuela, no es que juntos seamos más potentes, pero tenemos mayor poder disuasivo”, expresó. Aclaró que no “toda la sociedad norteamericana” es intervencionista”, pero “hay que ayudar a las partes no fascistoides para que tengan manera de evitar” las intervenciones a otros países.
Advirtió que “en todos los gobiernos existen brotes de carácter nacionalista; en los momentos de crisis, brotes hiperproteccionistas” y “nos cuesta razonar como un todo”. Apuntó que hay gente en Rio Grande do Sul que “se ofende” cuando llega un cargamento de arroz proveniente de Uruguay. A esa gente habría que decirle que “es de otras cosas que nos tenemos que defender”, ya que “ahora somos uno”, manifestó el presidente.
El vicecanciller Roberto Conde advirtió que “las cosas en el Mercosur no van bien”. Cuestionó a quienes entienden que debe privilegiarse la Unasur por ser un proceso político y denostan al Mercosur por pretender la integración económica. “No le quito nada de la grandeza geopolítica que tiene la Unasur, pero no tiene respuestas al proceso de integración económica. Si no resolvemos la integración económica, vamos a tener una magnífica Unasur como foro de debate político pero en el mundo van a seguir mandando las transnacionales y el capital”, remarcó. “Lo que no estamos abordando es la construcción del poder económico propio”, enfatizó. Indicó que actualmente hay “políticas de inserción internacional y estrategias diferentes en materia económica” entre los propios países del Mercosur.
En cambio, las autoridades argentinas que expusieron o asistieron al encuentro de ayer rechazaron el modelo del libre comercio al interior del Mercosur (ver entrevista relacionada). Cecilia Nahon, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina, sostuvo que los modelos de integración basados en el libre comercio y la unión aduanera “hacen agua por todos lados” y “están fuera de época”. “Evidentemente ese modelo de integración fracasó. Tiene los límites que el mercado establece”, sentenció.
Conde le respondió en su exposición. “Comparto que hemos cometido la desviación en algunos momentos de imitar a Europa”, apuntó, pero señaló que “hay una idea central que yo he recogido de Europa, y es la existencia de un espacio común estratégico de desarrollo”. Enfatizó que hay que “salvar la agenda de integración mercosuriana”. “Si fracasa el Mercosur, vamos a ver a algunos países recomponiendo sus vínculos con Estados Unidos. No me resigno a perder el espíritu de Asunción”, manifestó.
Señaló que la “hipersensibilidad” de Uruguay a los problemas comerciales se debe a que, a diferencia de Brasil y de Argentina, no tiene mercado interno sino que se integra para tener acceso a mercados. “Si no estamos dispuestos a discutir acceso a mercados, la integración para Uruguay no tiene ningún sentido”, sentenció. “Tenemos que evitar la guerra, la arbitrariedad, los hechos consumados. Si precisamos excepciones, vamos a pactarlas, y vamos a establecer reglas”, convocó. Propuso una reunión de cancilleres y ministros de Economía para debatir estos temas, ya que es “inconcebible” que la discusión “estalle en la mesa de los presidentes”. Anunció que la próxima presidencia pro témpore del Mercosur, que desempeñará Uruguay, tendrá este tema como prioritario.
Otra estructura
Mujica opinó que el Mercosur vive “una crisis de carácter jurídico” porque construyó “un andamiaje al cual hoy no respetamos, es como si no existiera”. “Y tendríamos que preguntarnos por qué”, señaló, y respondió: “Porque no nos sirve”. “Hay que hacer nuevas cosas y no vivir a regañadientes con una realidad que no va a cambiar por los rezongos que tengamos”, evaluó. Luego dijo a la diaria que a su entender tendría que cambiarse la estructura del bloque hacia una “menos pretenciosa”, con “menos funcionarios, menos ínfulas” y “más efectiva”.
Para Mujica, hay que afianzar la integración en el plano cultural, involucrando a las “grandes masas” en ese proceso. “El Mercosur es apenas un tránsito para una cosa que tiene que progresar. Andará bien cuando hagan cola para entrar”, señaló. Advirtió que “los que son más grandes tienen que entender que el que es más grande paga la cena, pero en el largo plazo construye poder, no del poder que se arranca sino del que se concede”.