Los sectores que apoyaron la candidatura de Enrique Rubio en las últimas internas del FA (VA, 5005 y 711) y el MPP tienen un diagnóstico común; en palabras de Rubio, el FA tiene “niveles de fragmentación muy grandes” y deben crearse “espacios de convergencia y de síntesis”. El diputado emepepista Julio Battistoni opinó en la misma línea que la coalición de izquierda tiene “un número excesivo de grupos” y que “debería haber mayor coordinación y tal vez reducción”.

En este contexto, la VA emitió el lunes una declaración en la que propone “avanzar en la construcción de una corriente política amplia, unitaria y frenteamplista, de profunda renovación programática, estratégica y generacional”. Rubio aclaró a la diaria que esto no supone acumular necesariamente hacia una “tercera vía” como la que se definió tanto en las últimas internas como en las de 2009, cuando se postuló a Marcos Carámbula como candidato del FA a la presidencia de la República.

“Esto es algo un poco distinto: no sabemos si termina en terceras vías o segundas vías, también hay que tener un aprendizaje del pasado”, advirtió. En ese sentido, consideró que una conclusión que pueda extraerse de las últimas internas es que la “tercera vía” tenía “una base muy estrecha” en materia de infraestructura y de medios como para disputar con chances la presidencia del FA. Opinó que fue “útil” de todos modos porque “contribuyó a amortiguar la interna” pero, por otro lado, tuvo “costos sectoriales importantes”. Más allá de esto, Rubio sigue creyendo que existe “otra sensibilidad” que hoy “no se expresa en la nueva conducción del FA”.

La VA ya está articulando en esa dirección con la 5005. “Una premisa fundamental es tratar de contribuir a que el FA tenga una expresión de la mayor síntesis posible. No concebimos que haya tantos sectores, consideramos que hay que ir hacia mayores agrupamientos y que se pueda compartir las grandes líneas”, dijo a la diaria el dirigente de la 5005 Eduardo Pereyra.

Más al capital

La 711 le transmitió a la VA que prefería esperar un poco, sobre todo porque su principal dirigente, Raúl Sendic, está inhabilitado para la acción política mientras ejerza la presidencia de ANCAP, a la que renunciará en agosto de 2013. No obstante, comparte los postulados sobre los que se tejería esta eventual alianza: renovación del FA, defensa del gobierno y profundización de los cambios. “En materia programática, la izquierda tiene tres desafíos: redistribución del poder, redistribución de los ingresos y redistribución de la propiedad. Un modelo de izquierda debe dar un paso más en la profundización de esos tres grandes objetivos”, sostuvo Marcos Otegui, dirigente de la 711 y director del área de Políticas Territoriales de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. En esa línea, ubicó por ejemplo la implementación del Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR) y del Fondo de Desarrollo (Fondes), y a esos efectos también consideró que el sistema tributario debería ir en la línea de gravar más el capital y menos el trabajo. Señaló que en 2004 el FA presentó una “primera generación de reformas” y que de cara a 2014 debería definirse una “segunda generación”. Aclaró además que desde su sector no se promueve un “tercer polo”. “No nos parece que el FA necesite una nueva organización política en esta etapa, sino un marco de construcción de acuerdos muy amplio, que tenga sustento programático”, precisó.

La VA y la 5005 planean hacer tres encuentros regionales en el interior del país. El primero será el 29 de setiembre en Paysandú. Luego se organizarán actividades de concertación de carácter nacional. “La izquierda tiene que repensarse más en profundidad. Está en una zona de riesgo no sólo en Montevideo sino también a nivel nacional. No se puede dejar pasar las cosas y confiar en que va a haber un salvador. Está bien si Tabaré [Vázquez] juega, como parece que va a hacer, pero hay un distanciamiento con la opinión pública que no termina de registrarse”, evaluó Rubio.

Jóvenes y mujiquistas

La dimensión generacional es un factor de peso para la eventual alianza. En su declaración la VA habla de renovación generacional, y tanto la 5005 como la 711 están encabezadas por dirigentes jóvenes -Cánepa y Sendic-, quienes, además, desempeñan papeles centrales en el gobierno de José Mujica. “Estamos promoviendo a un grupo de compañeros que están muy identificados con la gestión del gobierno actual. Nos identificamos mucho con Raúl, es un compañero en el que tenemos cifradas expectativas”, señaló Pereyra.

Rubio aclaró que tiene una afinidad personal, no con el MPP, sino con algunos de sus referentes, y con Mujica. No obstante, remarcó que “es muy prematuro” afirmar que se puede concretar una alianza con ese sector. Las conversaciones con el MPP se producirán de todos modos después de que se logre consolidar el espacio de convergencia que se proyecta.

El diputado de la 711 Felipe Caraballo dijo la semana pasada a El Observador que la idea de su grupo es “acercarse a sectores como el MPP y el Partido Comunista [del Uruguay, PCU]”. Otegui consideró que “hay temas en los que claramente” coinciden con el PCU y con el MPP, con la 5005 y la VA coincidieron “en temas trascendentes como la candidatura de Rubio”, y “probablemente en muchos temas coincidamos con compañeros del Partido Socialista”. Pero apuntó que las “políticas de alianzas” se definirán en 2013, cuando Sendic ingrese en el ruedo. Otegui opinó además que el MPP “no termina de procesar su balance pos interna, donde tuvo un descenso electoral importante y una pérdida de posicionamiento político” y “no ha explicitado claramente su estrategia electoral de cara a 2014”. “En la medida en que lo haga, veremos la posibilidad de una alianza”, acotó. Battistoni, en tanto, opinó que constituir alianzas de este tipo “forma parte de la personalidad y de las ideas” del MPP.