En la noche del miércoles dos camionetas de la embajada de Estados Unidos se aproximaron al presidente de la Juventud del Partido Nacional, Gonzalo Baroni, que retornaba a su casa en el barrio de Carrasco. Un hombre vestido de particular bajó la ventanilla y le pidió los documentos. Baroni le solicitó que se identificara y el hombre mostró una placa que el dirigente nacionalista no pudo ver bien por la falta de luz. Le dijo que era un oficial de la Policía de Montevideo al servicio de la Embajada de Estados Unidos y que estaba haciendo un procedimiento para “complementar el patrullaje en la zona”. Se aproximaron dos hombres, que a juicio de Baroni parecían “claramente extranjeros”,
 y una mujer.

El joven les preguntó por qué viajaban en camionetas diplomáticas y le contestaron que estaban trabajando para la embajada. Le tomaron los datos, anotaron su dirección y se marcharon. “No me trataron mal en ningún momento, pero me parece raro que el Ministerio del Interior tenga que apoyarse en un cuerpo diplomático extranjero para realizar operativos de seguridad”, señaló Baroni.

Cuando llegó a su casa habló con la seccional 14 y un oficial le dijo que podía tratarse de un procedimiento de Inteligencia.

Ayer, Baroni recibió una llamada de la secretaría de la Jefatura de Policía de Montevideo. Le aseguraron que no estaban al tanto del procedimiento y tomaron nota de lo sucedido. También lo llamaron de la Embajada de Estados Unidos y le aseguraron que la embajadora Julissa Reynoso se comunicaría con él, pero hasta última hora de ayer no lo había hecho.

El diputado nacionalista Pablo Iturralde se interesó por el tema y habló con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, que le dijo que no estaba en conocimiento de la existencia de un procedimiento de ese tipo y que investigaría. En la seccional 14 le aseguraron a Baroni que la Policía no había solicitado apoyo a la Embajada de Estados Unidos para realizar un operativo de seguridad.

Una fuente de la embajada dijo a la diaria que este tipo de procedimientos son habituales y que los realizan otras embajadas además de la estadounidense. “Es un servicio 222 que tiene contratado la embajada, como otras embajadas acá en Montevideo. Es personal de la embajada que va con policías contratados”, explicó la fuente. Consultado respecto de quién resuelve cómo y dónde se realizan los operativos y en función de qué criterios se solicita documentación, la fuente sostuvo que esa decisión queda a cargo de las embajadas. En Carrasco reside la mayor parte del personal diplomático de la representación estadounidense.

En función de la respuesta que reciba de las autoridades, Iturralde evaluará si amerita incluir este tema en la interpelación que el Senado hará a Bonomi en los próximos días.