Ayer comenzó en Montevideo la VII Reunión de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (Zopacas), un mecanismo de Naciones Unidas integrado por 24 países de América del Sur y África con costas sobre ese océano, representados por los ministros de Relaciones Exteriores. Se trata de un ámbito de cooperación económica, social y de defensa, creado en 1988 y que por primera vez se reúne en Uruguay.

El encuentro, que se viene desarrollando en el hotel Radisson Victoria Plaza, fue inaugurado por el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Luis Almagro. El canciller expresó que esta reunión representa “un nuevo paso en este fructífero camino de diálogo, la cooperación y el desarrollo de iniciativas conjuntas entre países sudamericanos y africanos”. Señaló que como el mundo desarrollado está en una situación de crisis económica y financiera, los países de la Zopacas “no deben dejar de reclamar una reforma profunda del sistema financiero internacional y un comercio internacional más justo y equitativo”, al mismo tiempo que deben “estrechar los vínculos” entre sí y “los esquemas de integración regional”.

El canciller destacó que Uruguay ha aumentado su presencia en África, fortaleciendo las representaciones diplomáticas, abrien- do nuevas embajadas y “estableciendo antenas sociocomerciales en diversos países subsaharianos”. Luego, refiriéndose a la Zopacas como un “proyecto de paz”, dijo que es una contribución para “preservar esta región de las acechanzas armamentistas y de la tentación militarista”, cambiando la “lógica” del Atlántico norte, que “tiene sus mecanismos de defensa y alianzas militares”. En este sentido explicó que el compromiso con la Zopacas implica “la responsabilidad de sus miembros de evitar toda presencia, tránsito o almacenamiento de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en el Atlántico sur”, e incorpora compromisos respecto “a valores esenciales para la convivencia pacífica: la democracia y el respeto de los derechos humanos”.

Almagro destacó que Uruguay ha formado parte de “contingentes multilaterales” desplegados en Mozambique, Angola y Congo para “contribuir a un esfuerzo colectivo” por “consolidar la paz y recrear condiciones de desarrollo en los países que lo están necesitando”, y anunció que el país “seguirá participando en las operaciones de mantenimiento de la paz dentro del marco multilateral de las Naciones Unidas”, algo que se “ha puesto de relieve para aspirar a ocupar un puesto como miembro no permanente del Consejo de Se- guridad para los años 2016-2017”.

El canciller dijo que “el gran desafío es convertir a la Zopacas en una verdadera plataforma de cooperación en todas las áreas” identificadas en el Plan de Acción de 7 puntos, entre los que destacó “el cuidado del medio ambiente y la conservación de los recursos vivos”. También destacó que otro tema a profundizar es el de “asegurar las garantías de seguridad en la zona a través del buen relacionamiento y una adecuada coordinación entre nuestras armadas”. En este sentido dijo que los ejercicios bianuales de Atlasur entre las armadas de Argentina, Brasil, Uruguay y Sudáfrica “son una demostración de coordinación y esfuerzos conjuntos a los que sería deseable que se sumen más países”. También expresó que se debería profundizar “la promoción de la libertad de navegación y del comercio marítimo, la seguridad de puertos y el combate a la piratería”.

Para finalizar, Almagro dijo que “hay que desterrar definitivamente la visión del Atlántico sur como un escenario de movimientos estratégicos de Estados potencialmente antagónicos y con intereses opuestos o competitivos”, porque se trata de un “escenario geoestratégico” que permite, por intermedio de la Zopacas, “contar con un nuevo instrumento para avanzar en los grandes objetivos de la comunidad internacional, que no son otros que los de la paz, la seguridad y el desarrollo para nuestras sociedades”.

En el encuentro de ayer se aprobó el Plan de Acción de Montevideo, que tiene como ejes temáticos la cooperación sobre el mapeo y exploración del subsuelo submarino; protección y preservación del medio ambiente marino y sus recursos vivos; transporte marítimo, aéreo y seguridad portuaria; seguridad marítima y defensa y seguridad pública, con énfasis en el combate al crimen organizado internacional. Con varias reuniones bilaterales y una declaración final, hoy finalizará el encuentro.