El Comité Ejecutivo del Partido Comunista del Uruguay (PCU) expresó ayer su apoyo al ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, y a su equipo en la decisión de remover al también comunista Yamandú Bermúdez de la Dirección General de Salud. En una declaración de cinco puntos, los comunistas señalan el compromiso del partido de continuar avanzando en la reforma de la salud y expresan su apoyo al rumbo programático e ideológico de profundización de la reforma que sigue el equipo ministerial.
Durante el encuentro, Venegas, quien integra el Ejecutivo, explicó que tomó la decisión de remover a Bermúdez por su “sobrecarga de responsabilidades”, que le impedía dar un impulso mayor a la descentralización de la atención en salud. Bermúdez no asistió al encuentro ya que, según manifestó a la diaria, no fue citado.
El Ejecutivo también cuestionó -aunque este punto no integró la declaración- el hecho de que Bermúdez haya manifestado sus diferencias con la decisión en la prensa y que la dirigente comunista Marina Arismendi se hubiera sumado al debate en Facebook. “Una cosa es informar y que toda la población esté al tanto de las cosas que suceden; otra es discutir temas de la interna de un partido, que no deben discutirse a través de un intermediario como es un periodista, porque se puede prestar a malentendidos”, señaló Gerardo Núñez, integrante del Ejecutivo.
En entrevista con la diaria, Bermúdez afirmó que tiene “diferencias ideológicas” con Venegas. Sugirió que el ministro no está convencido de la reforma de la salud y consideró que debe dar un paso al costado. Arismendi, por su parte, respaldó a Bermúdez. En Facebook compartió lo escrito por otra persona sobre el ex director general de Salud: “Postergó su carrera a nivel particular para trabajar en un proyecto de todos. Yamandú Bermúdez es un comunista que se juega entero por un proyecto colectivo, que no engulla ni ideas ni principios. Yo te banco, Yamandú”.
“Como dirección del partido, yo espero que los militantes del partido, y más si ocupan un cargo público, hagan sus declaraciones dentro de la dirección. Esto vale tanto para él [Bermúdez] como para Marina [Arismendi]. Nosotros tenemos una forma de actuar que es característica, y quien pasa por arriba de esas normas está por fuera de las reglas partidarias”, sentenció la dirigente Alicia Pintos en diálogo con la diaria. “Si hay gente que discute para afuera tiene otras aspiraciones que no tienen que ver con las partidarias”, agregó.
Respecto de la remoción de Bermúdez, Pintos opinó que hay “algunas cosas” del Sistema Nacional Integrado de Salud que “no van al ritmo” que ella esperaba y que la reforma es una cuestión programática “esencial” para el PCU. Una de las razones esgrimidas desde el Ministerio de Salud Pública -aunque no públicamente- para remover a Bermúdez fue su escasa dedicación al cargo. Se trata de la misma razón que se planteó en ocasión del alejamiento de Bermúdez del Hospital de Ojos, en 2010. En aquella ocasión, Pintos manifestó que Bermúdez dejó el cargo “por su propia incapacidad, dado que tiene varias tareas, como la atención de todas las clínicas de Florida”. Bermúdez denunció en aquel momento una “caza de brujas” contra su equipo de gestión, liderada por la emepepista Sandra Menotti, directora del Saint Bois, mientras que allegados a Menotti aseguraron que el PCU le había quitado el respaldo a Bermúdez. El senador Eduardo Lorier negó esto último.
Susana Muniz, también comunista y hasta el momento directora del Segundo Nivel de Atención de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), será quien sustituya a Bermúdez en la Dirección General de Salud.