La sede del POR está en la calle Guayabos, a pocos metros de Carlos Roxlo. El brindis no era sólo para cerrar 2012: ese día también cumplía 90 años el histórico militante del sector Roberto Araújo, homenajeado con una torta al final del festejo.

La convocatoria es a las 20.30, pero a esa hora apenas 20 personas están dentro de la casa. En las paredes hay fotos de Tabaré Vázquez y de Hugo Chávez y entre la gente, varias caras conocidas; además del líder del POR, Raúl Campanella, están el vicepresidente del Frente Amplio, Juan Castillo, la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, y el embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Chirino.

Chirino, de camisa roja, mira con atención un mapa de Uruguay y en un momento marca con su dedo índice el poblado de Vichadero, en Rivera. Eso, explica el embajador, porque unas horas antes había estado allí, en la inauguración de la escuela Nº 93, que pasó a llamarse Simón Bolívar.

Así se daban las conversaciones de pasillo, hasta que en un momento se invitó a formar una ronda en uno de los cuartos principales de la sala. Tomó la palabra una de las invitadas de lujo, la intendenta Olivera. Comenzó recordando sus años de militancia con Campanella: “Raúl siempre nos ubicaba en lo que pasaba en el mundo y en la región”.

La jefa comunal, que se retiraría minutos más tarde para ir a la entrega de los premios Florencio en el Teatro Solís, quería conocer el nuevo local del POR a pesar de su “poco tiempo”. También quería “manifestar el reconocimiento” al sector fundador del FA, en 1971, ya que “en este momento la permanencia no es cosa menor”. Para Olivera es importante “saber que están siempre”.

Luego le tocó hablar a Chirino, reconocido con un fuerte aplauso. Hizo referencia a la salud del presidente Chávez y a los resultados de las elecciones regionales de su país, donde el oficialismo obtuvo 20 de las 23 gobernaciones.

Una vez terminado el discurso, y ya sin la presencia de estos tres invitados de lujo, llegaron más militantes, muchos de otros sectores frenteamplistas, como el Partido Socialista, y hasta una militante de la lista 5005, liderada por el prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa. También se ven varios sindicalistas, sobre todo de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (FUECYS), que discuten de política y estrategias sindicales.

Ya cerca de las 22.00, Campanella repartió vino rosado entre los invitados. Circuló por el local con una damajuana bajo el brazo y la soltó para atender a un vecino. “No puedo salir así a la calle”, comentó. Los sólidos: sándwiches, papas chips y una tarta de pescado. Como postre, la torta de Roberto Araújo, con canción de feliz cumpleaños incluida, aunque no le dejaron soplar las velas. Una de las militantes tomó su lugar en el célebre momento y las apagó por él. Araújo tiene reparo con cómo está haciendo las cosas el gobierno del FA. “No están cumpliendo en nada con el programa”, se quejó.

Etiqueta blanca

La cita con los jóvenes blancos es a las 20.00, pero terminará empezando recién una hora después. Es 20 de diciembre y la Juventud de Concordia Nacional, sector que encabeza la diputada Ana Lía Piñeyrúa, se dispone a cerrar el año.

El lugar es el club Nautilus, en la rambla Mahatma Gandhi, en Punta Carreras, y el clima parecería ser inmejorable. A la hora de la puesta de sol, con una temperatura agradable y una vista de la zona este de Montevideo.

Pero hay una cosa que altera el clímax: el salón está al lado de un espacio de musculación del club y, por lo tanto, las charlas al aire libre entre la militancia blanca tienen como telón de fondo la imagen de varios jóvenes que rematan la tarde a puro sudor y fierro.

En el festejo hay unos 100 militantes y la figura estelar es la diputada Piñeyrúa, que está junto a su suplente Hernán Bonilla y al principal referente juvenil de la agrupación, el edil suplente Felipe Paullier. Luego se sumarán otras figuras reconocidas blancas como el diputado suplente Martín Elgue, el edil capitalino Álvaro Viviano y el presidente de la Juventud del Partido Nacional, Gonzalo Baroni (estos dos últimos son de Alianza Nacional).

Pero no todos son jóvenes, en la celebración hay también varias personas de más de 40 años. Un muchacho, hermano de un militante, hace de DJ y ambienta la tarde-noche con un chill out. Mientras tanto, otros jóvenes preparan las hamburguesas para la cena.

El “acto” comenzó con un video de fin de año de la lista 2012, el número que identificó al sector en las últimas elecciones juveniles del PN. En esa presentación suena la canción “We Are Young”, de la banda estadounidense Fun, mientras van apareciendo fotos y videos de militantes del sector. “Que somos un grupo hermoso, que venimos trabajando súper bien y que tenemos que seguir trabajando así porque eso da sus frutos”, dice una de las militantes en el material audivisual. Después le tira un beso a la cámara y remata con un: “¡Arriba, Concordia!”.

Luego del video hablaron Paullier, Bonilla y Piñeyrúa. Coincidieron en destacar el resultado de la elección juvenil, en la que la lista 2012 fue la segunda más votada en la capital. Bonilla tuvo problemas con el micrófono, lo que le dificultó terminar su discurso, pero los mayores problemas los tuvo Piñeyrúa, que en determinado momento debió interrumpirlo. Cambio de pilas fue el mejor remedio. “No hay acto del PN en el que no haya problemas con el sonido”, bromea la candidata. Pero enseguida se puso seria y comenzó con los dardos contra los gobiernos frenteamplistas que han “dividido” al país. En un momento, recordó un presentimiento que tuvo en la victoria de Tabaré Vázquez en 2004, cuando pensó que “algo distinto iba a pasar” y el país “iba a cambiar”. Piñeyrúa insistió en ser candidata presidencial y pidió el apoyo de los presentes. Después llegaron las hamburguesas, la cocacola y la cerveza. Menos de dos horas después de la palabra de la diputada, el salón ya se convirtió en una fiesta juvenil; por los parlantes suena la cumbia de Agapornis.

Con la gente

En la esquina de 8 de Octubre y 18 de Julio, la sede de la Agrupación Amigos de Óscar Magurno está repleta. Es 26 de diciembre y hay dos consignas: despedir el año y felicitar a los jóvenes de la lista 102123, que lograron la máxima votación en las elecciones juveniles coloradas de Montevideo.

El faro de Astori

Mediodía del 27 de diciembre en el restaurante La Estacada, en el faro de Punta Carretas. El vicepresidente del país y presidente de la Cámara de Senadores, Danilo Astori, convocó a los periodistas que siguen la actividad parlamentaria a un almuerzo de fin de año. Era la primera vez que se organizaba tal encuentro, en el que participaron unos 30 comunicadores. Repartidos en tres mesas y con Astori al centro de la más grande, los periodistas comieron asado y tomaron bebidas sin alcohol, aunque en el aperitivo se ofreció whisky.

El perfil es variado: ejecutivos con traje, jóvenes con ropa deportiva, veteranos de camisas desabrochadas y cadena en el pecho, adolescentes de calzas, veteranas, enfermeras de la Asociación Española y paisanos del interior profundo. Todos ellos fanáticos de Pedro Bordaberry y de Magurno.

En algo sí coincidieron todos: debieron hacer un esfuerzo importante para escuchar a los que hablaban en el estrado. Además de la mala acústica del salón, por algún motivo se decidió utilizar un efecto de eco en el micrófono.

Hablaron Magurno, el ex presidente Julio María Sanguinetti, el senador Pedro Bordaberry, la secretaria general colorada Martha Montaner y el ex candidato a intendente de Montevideo Ney Castillo.

Montaner hizo una firme defensa de Magurno, que en los últimos años recibió cuestionamientos desde el propio Partido Colorado (el caso del diputado Fernando Amado es el más claro). “A Óscar no le van a enseñar lo que es el voluntariado. No le van a enseñar lo que es arrancar de abajo”, dice la diputada por Tacuarembó, que también afirma, enérgica: “Óscar es de la escuela de los valores”.

Magurno tomó la palabra y se disculpó por su limitada oratoria. La excusa fue que él “no es un orador, sino un hacedor”. Luego le tocó a Bordaberry, que describió a Magurno como un hombre de palabra, “de la época en que no había que firmar contratos”.

También destacó el apoyo del ex diputado en tiempos difíciles para el Partido Colorado y elogió su permanencia, al superar los problemas de salud que le hicieron renunciar a su cargo de diputado. “Qué carrocería la de Óscar”, elogió.

Cerró la oratoria Sanguinetti y retomó lo de la carrocería, para recordar que en algunos momentos Magurno “tuvo el motor desarmado”. “Es un milagro más. ¡Qué alegría que esté acá y sea el Óscar de siempre!”, festejó, para luego distanciarse de sus raíces políticas, al señalar que Magurno, pachequista, no perteneció a su “grupo político”. De todas maneras, para Sanguineti lo más importante es el aporte de Magurno a la “unidad partidaria”. Al finalizar el acto, la lista de Magurno oficializó el apoyo a la candidatura de Pedro Bordaberry para las elecciones de 2014.

Tras las palabras de los referentes, se entregaron diplomas de reconocimiento a los convencionales juveniles electos. El edil Andrés Ojeda se llevó uno, otro fue para la hija de Jorge Peluca Valdez, Fiamma Valdez, y otro para Juan Manuel Fagúndez, el convencional más joven del partido, de 15 años, que al recibir su diploma abrazó durante varios segundos a Magurno, que casi lo dobla en tamaño.

Al culminar el acto, Sanguinetti y Bordaberry saludaron y abandonaron el local, pero Montaner y Magurno se quedaron. En el patio del fondo había gaseosas, pizza fría y empanadas de jamón y queso, con masa de hojaldre. Tras compartir un momento con los invitados, Magurno se retiró, con notorias dificultades para moverse, siempre rodeado por un círculo de seguidores y secundado por el edil Mario Barbato, que lo acompañó permanentemente.