El lunes el Senado concedió por unanimidad la venia a los doctores Pablo Chilibroste, Rodolfo Silveira y María Antonia Grompone para integrar el Consejo Directivo Central (CDC) provisorio de la Universidad Tecnológica (Utec), que tendrá sede en el interior. Previo a la sesión, los tres académicos propuestos por el Poder Ejecutivo fueron recibidos por la Comisión de Asuntos Administrativos del Senado conjuntamente con la Comisión de Educación y Cultura. En esa instancia adelantaron algunas de las orientaciones que le piensan dar al nuevo ente autónomo.

Chilibroste destacó “el total apoyo parlamentario” que tuvo la Utec, porque significa un “excelente punto de partida” que le da “fortaleza al proyecto” y consideró que se está en condiciones “de pensar en términos de un país desarrollado”, para lo que se necesita “formación y capacitación de recursos humanos” y un mayor acceso a la educación.

Un aspecto que introdujo Chilibroste, también remarcado por sus dos colegas, es la preferencia por no discutir dónde se van a ubicar “los primeros ladrillos” de la Utec, algo que no consideran “prioritario”, y en cambio sí centrarse en las carreras que se van a ofrecer, en qué modalidad y sobre qué estructura académica.

Ni uno

Chilibroste, Grompone y Silveira fueron elegidos por el presidente José Mujica. Para hacer esa selección Mujica les pidió nombres a la Universidad de la República (Udelar) y a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Sin embargo, entre los designados no hay ninguno de los propuestos por la Udelar. El rector Rodrigo Arocena le alcanzó al presidente los nombres del doctor en Matemática Roberto Markarián y del doctor en Ingeniería Pablo Monzón, ambos docentes de la Facultad de Ingeniería; y del doctor en Matemática José Vieitez, docente de la Regional Norte en Salto. Todos fueron consultados por la Udelar y aceptaron el desafío de dirigir la Utec. Debido a la rapidez con que se debían presentar los nombres, los candidatos surgieron de una reunión en la cual solamente contaban con propuestas la Asociación de Docentes de la Udelar y la Facultad de Ingeniería. Fuentes de la Udelar entienden que el presidente optó por “personas de su confianza política” y con experiencia en ocupar “cargos de primera línea en el gobierno”. Si bien Grompone no estuvo en cargos políticos, Chilibroste y Silveira sí, y los tres son considerados afines a Mujica.

Chilibroste sostuvo que primero tendrán que “identificar dónde están las oportunidades de complementación curricular, de oferta de nuevas áreas y también de intersección con los otros actores del sistema educativo nacional” como la UTU y la Universidad de la República (Udelar), así como todo el sistema público en general, para poder “empezar a delinear con claridad cuáles serían los mejores lugares”. Agregó que “no puede haber una gran infraestructura y un hermoso diseño de campus mientras, por otro lado, no tengamos estudiantes y resultados”. Con respecto a los plazos, el ex presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) expresó que en marzo de 2014 se podrá comenzar a “dictar algunas carreras”.

Por su parte, Grompone explicó que la clave de la Utec es que “está estructurada en base a institutos tecnológicos regionales” (ITR) y no en función de dónde estará la sede. En los ITR se dictarán los cursos y se realizará investigación, extensión e innovación, por lo que hay que ver “cuáles son las áreas productivas del país que necesitan especialización”, complementando a las instituciones ya existentes, dijo Grompone. Agregó que serán utilizadas infraestructuras existentes de la Udelar, la UTU, el INIA, las intendencias y otros actores productivos privados.

Con respecto a los primeros estudiantes, Grompone dijo que están pensando en egresados de las áreas tecnológicas de la UTU que terminaron estudios terciarios pero no universitarios, estableciendo carreras de grado para que puedan “continuar sus estudios”.

Silveira, presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu) y de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), explicó que existe experiencia internacional de universidades de este tipo, que se originaron en Francia en los años 60, para tomar antecedentes.

Presupuesto y docentes

Sobre la presentación del presupuesto para la Rendición de Cuentas de este año, Chilibroste explicó que harán una propuesta para 2014 y 2015, “sin debatir dónde estará la sede”, y que la elaboración del modelo definitivo de la institución no será este año. Para ese diseño se va a realizar “una amplia consulta”, teniendo en cuenta el próximo presupuesto quinquenal, que se define en dos años.

En cuanto a la ubicación de los ITR, Grompone dijo que la mayoría de las carreras de tecnólogo de la UTU están en el interior y que “necesitan una continuación para llegar a un grado profesional”. Mencionó como ejemplos la carrera de tecnólogo agroenergético en Bella Unión y la de tecnólogo cárnico en Tacuarembó, entre otras. La mayoría de las tecnicaturas se estructuraron “en función de una cadena productiva”, mientras que la mayoría de las carreras universitarias no están estructuradas así, explicó Grompone. Además, dijo que los docentes de la Utec “no necesariamente deberán proceder del sistema educativo”, sino que se podrá “contar con aquellas personas que por su experiencia industrial o agropecuaria se tornan muy valiosas” aunque requieran apoyo en el área pedagógica. Por su parte, Silveira insistió en que la formación debe estar dirigida a personas “con un perfil determinado, que le permita vivir en el medio rural y poder manejar un GPS” porque así “lo hacen en Nueva Zelanda y en los países nórdicos”.

Actualmente hay unos 7.000 tecnólogos de UTU que “si quisieran comenzar la universidad tendrían que hacerlo de cero”. La currícula se diseñará teniéndolos en cuenta, y la localización de los primeros ciclos “dependerá de todo esto”, agregó Silveira. Esta “población objetivo” sería la base sobre la que se iniciarían los primeros cursos en 2014.