“Ponemos de manifiesto nuestra más profunda preocupación por el aumento de la concentración y extranjerización de nuestra principal riqueza: la tierra”. Así comienza una declaración firmada la semana pasada en Bella Unión por la Unión Nacional de Asociaciones de Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA), el Movimiento por la Tierra y sindicatos de trabajadores rurales de Artigas, Salto y Paysandú, que se suma a diversas manifestaciones en torno a los resultados preliminares del censo agropecuario (ver columna de opinión “Secreto a voces”, en la diaria del 31/12/12).

Agazzi consideró que no se debe sacar conclusiones “a la ligera” y que es necesario esperar los resultados definitivos del censo. Evaluó que la disminución en el número de productores se debió, entre otros factores, a un cambio de metodología al censar: en 2000 se censaron las explotaciones sin actividad agropecuaria, y en 2011, no. El número de predios sin actividad agropecuaria que no se censaron en 2011 fue de 8.428, aunque no se conoce todavía la discriminación por tamaño del predio.

No obstante, el senador emepepista reconoció que los datos le “preocupan estratégicamente”. “El índice de Gini de la desigualdad en la propiedad de la tierra es mayor que el índice de Gini de la desigualdad en los ingresos. El asunto es con qué herramientas jurídicas y en qué marco político eso se puede ir remediando, porque no es una ecuación de la Facultad de Ingeniería, es un problema político”, manifestó.

Éste es el año

Durante este período de gobierno, un grupo conformado por el diputado socialista Yerú Pardiñas (que sustituyó al ex senador frenteamplista Jorge Saravia) y los senadores Enrique Rubio (Vertiente Artiguista) y Agazzi elaboró un documento con propuestas sobre medidas para frenar la extranjerización de la tierra, que ya fue remitido al Poder Ejecutivo. En él se propone prohibir la venta de tierras a estados extranjeros y fondos soberanos, prohibir la venta de tierras a extranjeros en las franjas fronterizas y establecer un tope al porcentaje de tierras que pueden estar en manos de extranjeros. Este grupo de legisladores y el diputado socialista Hermes Toledo procurarán concretar una reunión con el presidente José Mujica en febrero, en busca de avanzar en la definición de proyectos de ley en la materia, indicó Toledo. Rubio aseguró que solicitarán información complementaria sobre el censo al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para poder tomar decisiones en materia de legislación.

El senador de la Vertiente Artiguista consideró que los datos del censo parecen “preocupantes” pero hay que analizarlos en mayor profundidad.

De afuera

El ministro Tabaré Aguerre sostuvo en diciembre que el FA “no conoce” la realidad agropecuaria. Agazzi no coincide con él, pero reconoció que en Montevideo se tiene “poco conocimiento de todo eso a lo que se le llama el interior”. “Se conocen las payadas, los cantantes folclóricos, las domas y poco más”, comentó.

Agazzi sostuvo que el año pasado el Poder Ejecutivo “se zambulló” en la discusión sobre la estrategia por la vida y la convivencia y los “paquetes de leyes” generados a raíz de ésta, y eso “retrasó un poco el tema de la extranjerización”. Aseguró que el asunto reingresará a la discusión este año, pero indicó que debe ser iniciativa del Poder Ejecutivo y no de los parlamentarios.

En materia de concentración de la propiedad de la tierra, opinó que se debería esperar “algunos años” para evaluar el efecto del Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR) y considerar entonces si amerita profundizar la vía tributaria. En algunos países, esta vía logró frenar la concentración y en otros, al menos, generó un uso más intensivo de la tierra, apuntó el legislador. “En realidad, lo que están pagando hoy [los propietarios de grandes extensiones de tierras] es bastante poco”, manifestó. En cambio, Agazzi rechazó la posibilidad de establecer topes en cantidad de héctareas a la propiedad de la tierra, ya que esa medida “no ha funcionado” en otros países.

Una cabeza de vaca

Las organizaciones firmantes de la declaración de Bella Unión lamentaron las manifestaciones del ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, quien durante una actividad organizada por el FA en diciembre relativizó la importancia de la disminución del número de pequeños productores. “Yo no quiero tener a un productor sentado arriba de una cabeza de vaca tomando mate, ordeñando cinco vacas o criando 14 terneros en una economía de subsistencia”, dijo el jerarca en esa instancia. “¿Es ésa la posición oficial? ¿Es lo que le conviene a este país? Manifestamos nuestro más profundo rechazo a este modelo de desarrollo excluyente y que favorece a muy pocos”, remarcan las organizaciones en la declaración.

Agazzi afirmó que no sabe lo que quiso decir Aguerre con esa frase, pero que “en cierto sentido” podría estar de acuerdo en “no querer pequeños productores sin recursos, que están malviviendo su pobreza en el medio rural”. “A eso hay que encontrarle una salida, que puede ser más acceso a tierra o asociarse con otros, pero que no es la defensa telúrica de un paisano abrazado a un pedacito de tierra, cuyo futuro es ser pobre”, consideró. En el mismo sentido, Rubio evaluó que lo ideal sería lograr agrupaciones de pequeños productores.

Agazzi aclaró que esta reflexión se aplica sobre todo a la ganadería. “No debería haber un productor ganadero de menos de 19 hectáreas”, sostuvo.

No obstante, señaló que la “producción familiar en Uruguay es clave”; no “los que viven en un pedacito de tierra en una agricultura de subsistencia”, sino “una familia que administra recursos naturales, que hace inversiones, que produce, que saca su sustento de ahí”.

“Esa producción familiar es más eficiente que los megaemprendimientos, que ahora vienen porque les está sobrando plata, pero cuando les resulte más negocio ponerlos en el sistema financiero o invertir en petróleo, se van a ir”. Opinó que los megaemprendimientos van a los estados que no tienen “políticas muy definidas” y cuentan con recursos naturales, para “aprovecharse de esa circunstancia”, y consideró que “no son parte de un planteo sostenible”.

Finalmente, Agazzi negó que el FA tenga un mensaje contradictorio en materia de políticas de tierra y se refirió a quienes desde el “análisis intelectual” de izquierda reclaman que el gobierno profundice los cambios. “Hay gente que considera que las transformaciones son poco, y capaz que son poco. Pero lo que hay que tener claro es que los cambios en una sociedad dependen de la correlación de fuerzas que tengan las nuevas ideas, no van a ser el producto de lo que a mí me parezca. Si me parece que es poco, tengo que trabajar para tener un plan y llegar a lograr más cosas”, afirmó.

“El Uruguay progresista está lleno de pequeños cambios que muchos critican porque son nada más que ese poquito, pero entonces haceme un planteo de cómo llegar a cambios más profundos. Porque si no, la crítica de derecha se junta con la crítica de izquierda”, cuestionó.