El precandidato y senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) presentó ayer sus “grandes líneas del proyecto país” en conjunto con la Fundación Wilson Ferreira Aldunate, usina técnica del bloque político que apoya al líder nacionalista. Larrañaga dijo que pretende llegar a las 500 escuelas de tiempo completo, crear una Policía militarizada, duplicar las penas de los menores infractores, federalizar el país, descentralizar la Administración de Servicios de Salud del Estado, construir viviendas para solucionar la crisis habitacional, reformar el mercado de trabajo y convertir el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en un “impuesto a la renta neta”.

El evento se llevó adelante en el salón de actos del coqueto hotel Esplendor, dos semanas después de que su principal competidor en la interna nacionalista, Luis Lacalle Pou, presentara sus equipos técnicos en un acto en el Auditorio de la Torre de las Telecomunicaciones de Antel. Y si bien en ambas convocatorias los protagonistas principales fueron los precandidatos, el evento de Larrañaga ayer fue más convencional, ya que, a diferencia de lo ocurrido dos semanas atrás, no optó por subir a cerca de 150 personas arriba del escenario. Los únicos que se acercaron al estrado fueron Larrañaga, la diputada Ana Lía Piñeyrúa y la presentadora del acto.

La heladera

Tras declarar su apoyo a Larrañaga hace cuatro meses, Ana Lía Piñeyrúa fue presentada ayer como la nueva presidenta de la Fundación Wilson Ferreira Aldunate. La legisladora sustituye en ese cargo al senador Eber da Rosa, uno de los dirigentes más cercanos a Larrañaga, quien sigue en la vicepresidencia de la institución. La legisladora, que apoyó a Luis Alberto Lacalle en las internas nacionalistas de 2009, admitió que “buena parte de las ideas que el Partido Nacional llevó a las elecciones de 2009 salieron de esta fundación”. También recordó a Ferreira Aldunate y dijo que él siempre estuvo preocupado por las propuestas programáticas y el debate de ideas; recordó su rol en la CIDE y el programa de 1971, “Nuestro compromiso con usted”.

Acompañado de un powerpoint que se iba actualizando con cada tema que el senador trataba, Larrañaga sostuvo que “la utopía frentista ha muerto”, ya que “no es sustentable, porque se apoya en un aumento del gasto, de la inflación y del voluntariado”, y “no puede explicar sus fracasos durante la bonanza económica”. Mientras en la presentación se señalaba “más y mejor educación” en letras gigantes, Larrañaga pidió, una vez más, “más y mejor escuela pública”, y además de anunciar 500 escuelas de tiempo completo, dijo que apostaría a tener inglés en todas las escuelas y a universalizar el plan de descentralización educativa Promejora. También anunció que dará “más salario” a los docentes, pero que la conducción de la educación tendrá que ser “nacional y corporativa”. Anunció que sustituirá la Ley de Educación aprobada por el Frente Amplio en 2008, porque ésta “se concentró en quien detenta el poder, y no en los planes”.

Cuando le tocó hablar de seguridad fue muy directo, y aseguró que tendrá “mano dura” con el delito. Dijo que es necesario tener una “Policía militarizada”, y argumentó la necesidad de reforzar la Guardia Republicana, pasando de los 700 efectivos actuales a 3.500. También defendió la duplicación de penas para los menores infractores, la construcción de más cárceles y, por último, aseguró que derogará la ley que legalice el mercado de marihuana en caso de que se apruebe.

Criticó las políticas sociales del gobierno y dijo que “les falta la otra cara”. “Clientelismo político no, y menos en las políticas públicas”, afirmó, para luego cuestionar que “no se brinda rutas de salida para la pobreza”.

Dijo que es necesario “construir viviendas” y dar “soluciones crediticias a la clase media”, a la que calificó como muy castigada por el gobierno. Para eso, dijo, modificará el IRPF: “Pretendemos ir hacia un impuesto a la renta neta”, explicó, mientras que en el powerpoint aparecía una fórmula: “Y (ingresos)- G (Gastos)”.

Por último, manifestó que realizará una reforma del mercado del trabajo en la que “la productividad esté en el centro de la negociación colectiva”.