Pocas organizaciones sociales o políticas tienen hoy la capacidad de movilización del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA). Ayer, después del mediodía, unos 20.000 trabajadores de la construcción marcharon por la avenida 18 de Julio para apoyar el proyecto de Ley de Responsabilidad Penal Empresarial -que se aprobó el miércoles en la comisión de Legislación del Trabajo de Diputados- y para reclamar mejoras salariales en el marco de la negociación colectiva. “En estos Consejos de Salarios nos comemos la cancha”, decía uno de los carteles de los sindicalistas, que terminaron la actividad con una oratoria frente a la sede de la Cámara de la Construcción, en la calle Martínez Trueba. Banderas y remeras rojas, muchas consignas con alusiones al conflicto en la empresa Techint y otras reivindicaciones por seguridad e higiene y alimentación en las obras, entre otros temas.

Richard Ferreira, directivo del SUNCA, explicó que la convocatoria para este paro nacional comenzó hace un mes y se desarrolló en el marco de un plan de acciones que incluyó paros regionales, departamentales y nacionales. Todas estas instancias también han servido para organizar la asamblea general del SUNCA del 5 de noviembre, un día antes de la votación de la Ley de Responsabilidad Penal en el plenario de la Cámara de Diputados.

“Lamentablemente los portales de algunos diarios y los canales de televisión se dedican más a hablar de los desórdenes en el tránsito que de los motivos que llevan a 20.000 trabajadores a la calle. Se encargan de catalogarnos de violentos y de generar disturbios, pero nunca de [informar] los reclamos que hacemos. Igual eso ya a esta altura no nos extraña”, comentó Ferreira. El dirigente opinó que a “muchos medios de prensa” les molesta que un sindicato “tenga la fuerza y capacidad de movilización que tiene el SUNCA” y en sus coberturas reflejan su preferencia por “un gremio deprimido o dividido”.

“Los que se quejan de la obstrucción del tránsito son algunos medios que ponen el acento en eso, no es un problema con la gente en la calle. Al revés, con la sociedad esa mirada descalificadora no existe. Encontramos señales de afecto, por ejemplo en las jornadas solidarias en los barrios más carenciados. Capaz que es porque ahí vivimos los trabajadores de la construcción. El problema no es con la sociedad, sino con los que recortan la información y se focalizan en cosas accesorias”, subrayó Ferreira.

El dirigente del SUNCA continuó con su razonamiento: “En el fondo, la mirada que se tiene sobre nosotros muestra que hay una cuestión de clases muy fuerte. En esto hay intereses de clase, y hay medios a los que se les nota que responden a intereses que no son los de los trabajadores”.