“La función de gobernar a veces nos obliga a tomar decisiones dolorosas. Hay que priorizar a veces cuestiones tras el interés nacional, pero ello afecta otros factores que son importantes”. Así comenzó ayer el presidente José Mujica un discurso que determinó un cambio de rumbo en la relación bilateral entre ambos países, que la prensa argentina comparó con la crisis que se vivió a partir de 2005.
Mujica autorizó a UPM a aumentar su producción en 100.000 toneladas, hasta llegar a las 1.200.000 toneladas anuales. Actualmente UPM tenía como tope 1.100.000 toneladas. Ese tope ya era cuestionado por Argentina, que alega que el contrato con la empresa y los estudios de impacto se hicieron en base a un millón de toneladas. Ahora el gobierno resolvió aumentarlo en 100.000 toneladas más -la empresa pedía 200.000 toneladas-. Uruguay había presentado la solicitud de aumento en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) en 2012, pero el tema estaba trancado porque Argentina solicitaba más información y Uruguay alegaba que ya había dado todos los datos necesarios. Ambos países interpretan de manera distinta el Estatuto del Río Uruguay en este punto; el gobierno uruguayo entiende que ya está habilitado para autorizar el aumento porque se cumplieron los plazos, mientras que el argentino considera que no empiezan a correr los plazos hasta tanto no se considere satisfecho con la información brindada. “Desde el punto de vista jurídico, los procedimientos que se han aplicado para tomar estas decisiones son correctos, no merecen objeción, son defendibles y atendibles. Hemos cumplido con las etapas que correspondían al respecto”, argumentó ayer Mujica, en un encuentro con la prensa en la Torre Ejecutiva.
“Nos hemos quedado, en los hechos, sin espacio para poder negociar”, alegó el presidente. La autorización se dio con “carácter provisorio”. La empresa deberá construir una torre de enfriamiento “para asegurar que los fluidos que lleguen al río tengan temperatura debajo de los 30 grados” y deberá rebajar el contenido de fósforo que tienen los desechos que van al río, explicó el presidente. Si no lo hace, se le revocará la autorización. “Estas dos cosas necesitan inversiones importantes y tiempo para instalarlas”, explicó Mujica.
Las razones
El presidente afirmó que es “consciente” de que, por las dimensiones de Uruguay, tiene que cuidar el ambiente “más que nadie”, pero enfatizó que debe “cuidarlo trabajando”. Se refirió a la cantidad de puestos de trabajo indirectos y directos que genera UPM. “Por supuesto que hay empresas que ganan plata. No obstante, esa cadena laboral significa bienes y valores que dan de vivir a mucha gente”, apuntó.
Sostuvo que Uruguay debe seguir en el camino de aumentar el nivel de inversiones porque “tiene problemas que suturar, la gente ha aumentado su nivel de demanda y cada vez va a demandar más”. En ese sentido, un factor que pesó en la decisión del presidente fue la voluntad de UPM de construir una segunda pastera, más grande que la actual, probablemente en Cerro Largo. Ésta se instalaría en 2016 y comenzaría a funcionar en 2018.
Mujica ya había anunciado esta inversión el año pasado. Ayer en la conferencia el presidente afirmó, sin nombrar a UPM, que será “la más grande de la historia del país”, que se instalará “en algún punto cercano a la frontera con Brasil” y que “tiene que ver con celulosa y hasta con biocombustible”. “Pero esas negociaciones son largas, son difíciles, lo sabemos. Y en mucho dependen de la seguridad que pueda percibir gente que está en bolsas lejanas, por ahí, que son las que toman las decisiones”, manifestó.
Mujica reconoció que la decisión que tomó es “francamente inoportuna desde el punto de vista político” porque Argentina “está inmersa en un proceso electoral a corto plazo, y naturalmente el clima político cuando existen elecciones no es el más adecuado para tener razonabilidad”. “Todo el mundo sabe en este país, y sabe hasta el cansancio, que muchas veces, y en notoria soledad política, he luchado por mantener la relación con Argentina, a veces contra viento y marea”, afirmó. Dijo que “el pueblo argentino es también mi pueblo, porque soy federal, por concepción política y artiguista”. “Pero estoy en este país, tengo que ver las cosas con la óptica de los intereses de la gente que vive y trabaja en Uruguay”, señaló.
Concluyó confesando que le “duele mucho” haber tomado esta decisión, que “seguramente puede crear tensiones, malos entendidos”. “Pero nadie va a separar de mi corazón el cariño y el respeto que le tengo al pueblo argentino”, finalizó.
Estamos contigo
El senador nacionalista Jorge Larrañaga celebró el anuncio del gobierno uruguayo en Twitter. “El Uruguay es soberano y no puede depender de caprichos externos. Apoyamos al país y defendemos el trabajo de la gente. Bien el gobierno”, escribió.
Reflejos
No pasaron más de dos horas de esto cuando, en una conferencia de prensa en la cancillería argentina, el ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, y el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, anunciaron que Argentina recurrirá nuevamente a la CIJ. Argentina alega que la CIJ estableció como tope máximo para la producción de UPM el millón de toneladas. En ningún momento del fallo se señala eso, aunque también es cierto que la CIJ dictó su sentencia en base a una producción anual de un millón de toneladas y a estudios de impacto ambiental para ese monto de producción. El fallo también establecía que cualquier diferencia entre ambos países por este tema debía dirimirse en el ámbito de la CARU.
“Argentina lamenta que los intereses de la empresa se hayan convertido en tan poderosos que condicionan la relación con Uruguay. La decisión unilateral de Uruguay deja a nuestro país en la obligación de recurrir a la CIJ, ya que afecta la soberanía ambiental, viola los tratados entre ambas naciones y la propia sentencia de la CIJ”, declaró Timerman. Consideró “apresurada” la resolución de Uruguay y opinó que se debería haber seguido “dialogando” sobre el tema.
Urribari, en tanto, afirmó que la decisión de Uruguay es “inentendible” y “pone en peligro una relación histórica”. Juzgó además como “ofensivo e inaceptable” que Mujica hiciera mención a la campaña electoral en su país, y remarcó que la posición del gobierno argentino “tiene que ver con la amenaza, el daño ambiental que está produciendo hoy [la ex] Botnia”. La Asamblea Ambiental de Gualeguaychú decidió anoche hacer una caravana, el domingo a las 15.00, desde Arroyo Verde hasta Fray Bentos, con la intención de entregarle una carta al intendente de Río Negro, Omar Lafluf, en protesta por la decisión del gobierno uruguayo. También votaron tomar “acciones sorpresa”. Otra de las propuestas, desechada, era volver a los cortes de ruta sobre el puente internacional San Martín.