”¿Ultimátum? El único que da un ultimátum es Dios”. La frase pertenece al presidente José Mujica y fue dirigida al canciller argentino, Héctor Timerman. El ministro había afirmado el miércoles que esperaría “un par de días” que Uruguay reviera su decisión de autorizar la ampliación de producción a la pastera UPM, antes de poner en práctica la decisión de recurrir a la Corte Internacional de La Haya.

La cancillería argentina aclaró, luego de las declaraciones de Mujica, que esto no implicaba un “ultimátum”. “La Cancillería desmiente que Timerman u otro funcionario hayan realizado algún tipo de ultimátum al Uruguay. Es una provocación inventada por medios afines a UPM”, sostienen.

El gobierno uruguayo no tiene pensado modificar su decisión de autorizar el aumento de producción de UPM, y así lo sugirió Mujica ayer, en diálogo con la prensa. Por otra parte, el presidente de la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Gastón Silberman, estimó que lo más probable es que Uruguay haga públicos los aspectos centrales de las conclusiones a las que arribaron los científicos uruguayos en base al monitoreo de UPM y la desembocadura del río Gualeguaychú. Argentina y Uruguay no pudieron ponerse de acuerdo en las conclusiones del monitoreo binacional, y el miércoles Argentina difundió el informe completo de su equipo científico.

En la delegación uruguaya en CARU aguardan el regreso este fin de semana del canciller Luis Almagro, de visita oficial en Japón, para definir los contenidos de la comunicación pública, que no será “una respuesta” al informe publicado por Argentina, aclaró Silberman.

El informe, disponible en el sitio de la cancillería argentina, sólo incluye los datos de UPM y no menciona los valores obtenidos para la desembocadura del Gualeguaychú. Además, no aporta nuevos datos a los ya difundidos la semana pasada por el gobierno argentino. Incluye el detalle de todas las muestras tomadas a UPM y los valores obtenidos de cada componente (fósforo, nitrógeno, etc.). Según las autoridades uruguayas, los científicos argentinos incurren en un error al tomar como referencia los valores máximos permitidos en las aguas del río Uruguay y compararlos con los valores de los efluentes de UPM. Deberían en cambio haber tomado como referencia los máximos permitidos a los efluentes, para que la comparación tuviera sentido. En otros puntos, como la temperatura en que se vuelcan los efluentes de UPM, Argentina alega que UPM supera el máximo permitido de 30º -vuelca a 32º-. Uruguay autorizó unilateralmente a UPM volcar a 37º, en una excepción que no aplica al resto de las empresas, según denunció el gobierno argentino.