El histórico dirigente tupamaro Julio Marenales comunicó a integrantes de la dirección del Movimiento de Participación Popular (MPP) que este año tiene previsto mudarse a Salto, montar un taller de escultura y alejarse de la actividad orgánica de ese sector frenteamplista.

“Básicamente, lo hago porque tengo 83 años y dediqué 67 a la política. Me parece que es bastante. No me voy a alejar del todo. Voy a seguir escribiendo en El Mate Amargo digital. Tampoco me voy a quedar quietito callado, voy a seguir opinando”, confirmó Marenales a la diaria.

Para Marenales, sería “imposible” pensar en un retiro definitivo de la actividad política, aunque sí está planificando dejar de lado “los temas cotidianos y las reuniones”. “Yo estoy a años luz de la gestión, dejo la gestión para los que están con otra cabeza. Hoy mi preocupación es qué hacemos para cambiar esta sociedad en la que vivimos. No cambió mi pensamiento en cuanto a la necesidad de generar una transformación profunda. A mí no me comió el sistema”, dijo Marenales, que en las últimas elecciones internas del MPP fue el candidato más votado.

En concreto, el dirigente tupamaro se siente “cansado de las reuniones” y por eso está pensando en dejar de concurrir a las del Ejecutivo y de la Dirección Nacional emepepistas, ámbitos en los que debería participar “gente más joven, con más energía para enfrentar los temas cotidianos”.

“Quiero reunirme y discutir con gente que esté pensando un poco más allá, en cómo se genera una transición hacia una nueva sociedad, un tema que no está resuelto en ninguna parte. Los cubanos están haciendo un esfuerzo, pero no sabemos qué va a pasar, pero me preocupa cómo se analiza la caída de todo el campo socialista y cómo crear premisas y gérmenes de cómo sería la transición hacia una sociedad diferente”, reflexionó.

Un poco más allá

Marenales piensa que hay “gente muy valiosa” que no está en la gestión de gobierno del Frente Amplio y que está pensando en estos temas. Puso como ejemplo a jóvenes que militan en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, al economista Jorge Notaro y a otra “gente que no pertenece a ningún partido pero tiene ganas de pensar”.

“Hay gente desconocida que está trabajando bien y que está pensando en estas cosas, el tema es que no sale en los diarios. Los dirigentes del FA están enloquecidos con la gestión y no tienen tiempo para otra cosa. Ahora se viene la elección [de 2014] y otra vez quedan para atrás las grandes discusiones”, agregó.

En varias oportunidades Marenales ha planteado su visión crítica con algunos aspectos de la experiencia de gobierno que comenzó en marzo de 2005. Según su punto de vista, el FA apenas “confirma y ratifica el rumbo de la sociedad actual”. “Estamos haciendo que esto siga igual y ahí hay responsabilidad del FA y de los izquierdistas, sin excepciones. El problema es que estos compañeros están metidos en la gestión y no se mira un poco más allá”, explicó.

Dijo, además, que, por ejemplo, el Plan Juntos en cierta forma sería una manera de legitimar el sistema actual. “Para hacer el Plan Juntos no hace falta ser revolucionario, con ser un buen cristiano alcanza. Yo quiero otra cosa, no digo que no haya que hacerlo, pero lo dejo para los buenos samaritanos. Yo no soy buen samaritano”, graficó.

A pesar de que se trata de una decisión ya tomada, Marenales reconoce que algunos dirigentes del MPP le han planteado que tal vez no sea conveniente “alejarse demasiado”, en referencia a su ida a Salto, ciudad de la que es oriunda “mi compañera, que está de acuerdo con esto”.

Recordó, por si acaso, que hay varios integrantes de la conducción del MPP que residen en Salto, entre ellos uno de los referentes del Fondo Raúl Sendic, Neri Mutti, y el senador del Espacio 609 Eduardo Muguruza. “En definitiva, de lo que estoy convencido es que para la cotidiana es mejor que esté gente con más energía que yo. Tengo plena conciencia de que soy anciano, pero no soy decrépito, que es otra cosa. Para ser decrépito no hay edad”, concluyó.